Un grupo de turistas valencianos aprovechó una visita guiada a la provincia para cargar su autobús con más de 1.000 kilos de material que ya está llegando a varias urbanizaciones. El Decano de Guadalajara ha hablado con uno de los afectados.
Guadalajara está respondiendo de forma admirable ante la catástrofe provocada por la DANA en Valencia. Son miles los gestos de solidaridad que se reparten por lo largo y ancho de la provincia. En esta ocasión, El Decano de Guadalajara les ofrece un pequeño pero gran ejemplo de la ayuda que, en la medida de sus posibilidades, han prestado los vecinos y vecinas de las localidades de Trillo y Cifuentes. Gracias a ello, los afectados de Chiva han recibido más 1.000 kilos de material y productos de primera necesidad que han agradecen con especial cariño.
Una tonelada de solidaridad que llegó a la localidad valenciana en la bodega de un autobús turístico con el que estaban realizando un tour por la provincia. Según relata a este medio Susana Ruiz, guía oficial de Turismo de Castilla-La Mancha y responsable de la empresa 'Guiados en Guadalajara', la idea surgió de forma espontánea: "Viendo las terribles imágenes que nos llegan desde Valencia y dado que teníamos concertada una visita guiada, me puse en contacto con los ayuntamientos de Trillo y Cifuentes, por donde íbamos a realizar la ruta, para comentarles si podían organizar una recogida de material y aprovechar para que llegara cuanto antes a los afectados. La respuesta de los alcaldes y los vecinos no se hizo esperar. Fue maravilloso comprobar la solidaridad de la gente".
Esta Redacción ha hablado esta misma mañana con Paco Calleja, responsable de la empresa Sagittarius Víajes, quien también formaba parte de la expedición. Ha agradecido de manera especial la ayuda recibida desde estas dos localidades de Guadalajara ya que, según denuncia, "llevábamos cinco días abandonados porque las ayudas se derivaban a las grandes localidades, las que salen en la televisión, y nosotros, que vivimos en las urbanizaciones de las afueras, hemos estado completamente solos".
Señala que desde el incidente de la visita de los Reyes de España, ya ha empezado a llegar la ayuda militar y policial, pero desde el minuto uno se han sentido demasiado solos: "¿Para qué queremos a los políticos? Estábamos desesperados".
Y es que estas urbanizaciones situadas en las zonas limítrofes aglutinan a casi el doble de población que las ciudades a las que pertenecen. Dada la falta de ayudas, fueron los propios vecinos los que tuvieron que organizarse: "El agua se llevó dos puentes y la mayoría de las urbanizaciones quedaron incomunicadas. Esto obligó incluso a que tuviésemos que organizar cadenas humanas para poder recoger los suministros de los camiones, que no podían entrar".
A ello se añade la sensación de inseguridad. "Aquí no apareció ni la Guardia Civil, ni la Policía Nacional, ni la Local, ni el Ejército y estábamos muertos de miedo porque por las noches, sin luz y solos, comenzaron a sucederse los actos de saqueo". En la vecina localidad de Aldaia, los vecinos organizaron patrullas ciudadanas vía Whatsapp: "Por las noches escuchábamos ruidos de cristales rotos y sabíamos que los delincuentes estában robando a la gente lo poco que les quedaba. Rompían las lunas de coches y se llevaban hasta las yantas de las ruedas. Esto parecía un estado marcial. Los hombres salían con palos a la calle para defenderse y las mujeres y los niños se quedaban en casa. Hemos pasado muchísimo miedo porque se han cometido muchos delitos".
Paco se lamenta de que en la parte baja de la urbanización el destrozo ha sido total. Y a pesar de ello, la única ayuda que han recibido ha sido de particulares: "La gente se ha organizado de una forma increíble y nos han ayudado altruistamente. Incluso los agricultores nos han acercado algo de fruta de temporada". Por ello, ha querido transmitir el agradecimiento de todos los vecinos afectados por la ayuda prestada desde Trillo y Cifuentes: "Muchas gracias porque hemos estado totalmente abandonados".