El Decano de Guadalajara ha hablado con Carlos Buero tras el escándalo de la falta de cuidado del fondo documental que donó al Ayuntamiento de Guadalajara, abandonado en un almacén lleno de humedades del Palacio de la Cotilla, donde continúa seis días después
Tras el escándalo de la falta de cuidado del patrimonio cultural de la ciudad por parte del Ayuntamiento de Guadalajara después de que ayer salieran a la luz las fotografías de los documentos del fondo Antonio Buero Vallejo, apilado en más de 20 cajas en un almacén lleno de humedades en el Palacio de laCotilla, El Decano de Guadalajara ha hablado con el hijo del inisgne dramaturgo, Carlos Buero.
En primer lugar, ha querido puntualizar y aclarar en qué consiste el fondo que donó al Ayuntamiento. "Doné al Ayuntamiento de Guadalajara la colección de libros de arte de la biblioteca de mi padre que es, como puede suponer, una colección magnífica con más de 2.000 ejemplares, entre libros y folletos. También se incluyen otros temas menores por su extensión, como varias ediciones del diccionario de la Real Academia Española, gramáticas, diccionarios inglés-español y de otros idiomas, libros sobre música y músicos -que podemos considerar como libros de arte-, etc".
Asegura que la idea original era colocar los libros que se encontraban en el despacho de su padre en el espacio que se recreó en el Museo Buero de la Cotilla: "Para hacer la recreación más realista, incluí las carpetas donde archivaba su correspondencia -aunque vacías- que también se hallaban en el despacho y él mismo rotulaba a mano sobre el lomo. La mayoría de los libros del despacho eran libros de arte, pero había más libros de arte en otras partes de la casa, razón por la cuál decidí que lo propio era donar la colección completa, puesto que resultaba ser el complemento perfecto para la colección de pinturas obra de mi padre que se encuentra en la Cotilla".
Carlos Buero ha trasladado a esta Redacción su malestar por el hecho de que el fondo se encuentre en un almacén lleno de humedades, sin supervisión ninguna y sin medidas adecuadas de conservación: "A mí lo que me parece es lo que le parece a todo el mundo: que nuestra llamada 'clase política' no está a la altura. Ya se ha visto con lo de Valencia. Pues todo es igual: dejadez, inacción, mala gestión, en fin, que no están a lo que hay que estar. Viven en su mundo y no toman las decisiones correctas o peor aún, no toman ninguna decisión. Desde que se propuso la donación hasta hoy han pasado tres años o así. Evidentemente, esos libros deberían estar colocados en su sitio desde hace mucho tiempo".
Según señala en hijo de Antonio Buero Vallejo, cuando se realizó la donación la idea era que una parte de ellla se quedara en la Biblioteca Municipal y otra parte se instalara en la Cotilla. "Entiendo que lo que se ha hecho es trasladar los libros que correspondían al despacho al Palacio de la Cotilla y almacenarlos ahí para su colocación, que, por lo que se ve, no se ha producido. Me ofrecí a la Biblioteca para supervisar esa colocación y que cada tema y las carpetas estuvieran en la parte de la estantería que les correspondía, aunque, al hacer la donación, incluí referencia suficiente para que se hiciera aunque yo no estuviera".
Reconoce que, de momento, nadie del Ayuntamiento se ha puesto en contacto con él para explicarle lo ocurrido con el fondo y él tampoco se ha puesto en contacto con ningún responsable municipal: "En realidad, me acabo de enterar", afirma. Por ello, aprovechará su presencia en la ciudad el próximo mes de diciembre para tomar parte como jurado del Premio Buero Vallejo que convoca el Consistorio. Allí les pedirá "que hagan el favor de colocar los libros".
En el momento de cerrar esta información y a pesar del revuelo montado, las cajas con el valioso fondo de Antonio Buero Vallejo continúan apiladas en el mismo almacén, donde llevan desde el pasado viernes, sin que ningún responsable de la Concejalía de Cultura haya tomado cartas en el asunto.