Érase una vez... un piano

Publicado por: Ana María Ruiz
16/02/2025 08:00 AM
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Imagen: Cortesía Abraham Sanz.
Imagen: Cortesía Abraham Sanz.

La Biblioteca de Dávalos custodia una pequeña joya que se ha convertido en una de sus señas de identidad. Un instrumento que cobra vida de la mano de amantes de la música anónimos y de la asociación PianoMeetups

 

La Biblioteca Pública del Estado de Guadalajara es toda una institución en la ciudad. Un lugar que se ha ganado a pulso el cariño de los vecinos y vecinas de todas las edades. 


La ‘Biblio’, como se le llama cariñosamente, no sólo es la gran 'casa' de los libros y el germen de ‘La ciudad de los cuentos’. También custodia una pequeña joya: un piano de media cola que llegó al Palacio de Dávalos casi por casualidad y que, desde hace 20 años, forma parte de la vida de los usuarios de las instalaciones. 


Situado en un lateral del imponente patio central de la Biblioteca, este piano no es un mueble ‘muerto’, ni un adorno. Es un elemento más de la incesante actividad cultural que se desarrolla entre los muros de Dávalos.


La ex directora de la Biblioteca Pública, Blanca Calvo, fue quien propuso que se trasladase allí en 2005. Según relata para El Decano de Guadalajara, ese año comenzaron las obras de rehabilitación del Teatro Moderno, que era donde se encontraba el piano. "Como no me parecía bien que estuviera allí mientras duraban la obras, pedí que lo trasladaran a la Biblioteca. Una vez que finalizaron los trabajos en el Moderno, como allí no se usaba mucho, se quedó con nosotros". 


La idea de Blanca no era que el instrumento se convirtiese en un mero objeto decorativo. Tenía otros planes para él. "En un congreso de bibliotecas en Estados Unidos había visto en un centro comercial un piano en el medio del patio central y un señor tocando. Me pareció maravilloso porque mientras la gente iba y venía se podía escuchar música. Luego me lo he vuelto a encontrar en Bratislava, en una estación de autobuses. Y yo quería algo así para la Biblioteca". 


De esta forma, el piano se puso a disposición de aquellas personas que quisieran interpretar alguna pieza, con la condición de que supieran tocar. "Es una maravilla cuando estás en la Biblioteca y hay gente que se pone a tocar, porque ese espacio tiene una sonoridad increíble".


Para la ex directora, esta pieza es "el mueble con mayúsculas". "La Biblioteca -añade- tenía un mobiliario muy bonito cuando estaba en el Palacio del Infantado que en la nueva sede de Dávalos no pegaba mucho. Se amuebló todo de nuevo y perdió un poco la personalidad. Y el piano, en el patio, rodeado de plantas, crea un hábitat muy bonito. La gente que viene de fuera, cuando entra, se queda boquiabierta”, asegura.

 

Algo que corrobora la actual directora de la Biblioteca, Gloria García, "Para nosotros es algo que hace de esta Biblioteca un lugar muy especial. Que yo conozca, no todas las bibliotecas cuentan con un piano. Es muy agradable que la gente venga a tocar y además nos da mucho juego la hora de programar actividades musicales. Sin duda, este piano, para nosotros es muy, muy especial". 

 

Como curiosidad, Blanca Calvo recuerda que el primer afinador que fue a poner a punto el piano le comentó que estaba "muerto". "Otros afinadores posteriores nos han dicho que es buenísimo, que no lo perdamos de vista y que suena muy bien. Así que, de muerto, nada", bromea. 

 

Imagen: Cortesía PianoMeetups Guadalajara.
Imagen: Cortesía PianoMeetups Guadalajara.


La particular historia de un August Förster que necesita cuidados


Precisamente, quien mejor conoce este piano es un afinador, Luis Antonio Álvarez, encargado de mantener la buena salud de numerosos pianos de toda España y, como no, de Guadalajara, entre ellos el del Teatro Auditorio Buero Vallejo. 


Luis Antonio nos cuenta que se trata de un August Förster, una marca alemana que fabrica estos pianos desde 1859 en la frontera entre Alemania y Checoslovaquia: "En concreto, éste viene de la Alemania oriental por el estilo de la maquinaria. Tiene cosas muy singulares, como el sistema de apagadores, el de máquinas o la conexión con el pedal derecho". 


August Förster es una de las pocas empresas del mundo en la que casi toda la fabricación es manual. Tal y como se afirma en su web: "Cada uno de nuestros instrumentos es una obra de arte única fabricada artesanalmente. Un pedazo de la historia de los instrumentos musicales que, a manos de los intérpretes, compone un conjunto armónico de sonido, forma y fuerza interpretativa individual".

 

Luis Antonio Álvarez nos cuenta que el instrumento llegó a Guadalajara a finales de la década de los 90. Fue una donación de la Diputación de Toledo al Teatro Moderno. Cabe destacar que, tras ser cine, el Moderno se convirtió en un espacio teatral que contaba con una coqueta cafetería donde se ofrecían actuaciones de todo tipo. Allí se instaló este piano para pequeños conciertos. "A mí me pidieron por aquel entonces que lo ajustara y lo pusiera en condiciones", recuerda.


Afirma que ha salido de allí en al menos tres ocasiones. El traslado más sonado tuvo lugar cuando se llevó al Palacio del Infantado un verano en el que Emilio Aragón actuó en Guadalajara con su espectáculo ‘Locos por la música’. "No lo movieron profesionales y tuvo algún problema. Aunque aguantó bastante bien por la calidad que tiene el piano". Los que lo recuerdan aseguran que estuvo a punto de caer al suelo, lo que hubiese acabado definitivamente con él.  


Por su teclas han pasado las manos de músicos de la talla de Joshua Edelman, pianista, compositor, productor y pedagogo estadounidense, fundador de la discográfica Jazz Basque Country Productions y del Jazz Cultural Theatre of Bilbao. También ofreció actuaciones la orquesta de la directora alcarreña Alicia María Reyes quien, de vez en cuando, solicitaba trabajo para tocar allí por mediación de la Diputación Provincial.


Luis Antonio Álvarez reconoce que la vida de este piano "ha sido un poco difícil y en el transcurso de estos años ha sufrido algunos daños". 


Y es que su uso público en la Biblioteca le está provocando algunos problemas de salud que deberían abordarse. La lira y la maquinaria necesitan un reajuste y tiene una de las patas dañada, lo que provoca que se mueva.  


"Aunque la máquina es muy buena, necesitaría hacerle un ajuste completo porque, poco a poco, vamos a ir notándole pérdidas. Y aunque es un piano bastante aprovechable, sin ser un ultra piano de concierto, se le puede sacar mucho provecho. Pero eso ya no depende de nosotros", se lamenta Álvarez.


La responsable de su mantenimiento es la Junta de Comunidades, propietaria del instrumento. Según expertos consultados por esta Redacción, el arreglo y puesta a punto del piano costaría alrededor de 800 euros como mínimo, a lo que habría que sumar después el coste de la afinación, que debería ser continuada en el tiempo para alargar su vida útil. 


Así que, si no queremos perder una parte de la historia musical de la ciudad, la Administración regional debería tomar nota y dar 'mimos' a nuestro pequeño pero gran August Förster, que los está pidiendo a gritos. 

 

Imagen: Cortesía Blanca Calvo.
Imagen: Cortesía Blanca Calvo.

 

PianoMeetups: amor por la música, amor por el piano


Además de que cualquier persona con nociones de música puede acercarse a tocar el piano de Dávalos, desde hace dos años PianoMeetups- asociación sin ánimo de lucro con presencia en ciudades de España, Viena, Reino Unido e Israel-  lleva a cabo una actividad que va más allá de lo cultural y que es una expresión de verdadero amor por la música. 


Una vez al mes, ofrecen a aficionados, compositores, músicos y estudiantes de conservatorios o de academias, de todas las edades, la posibilidad de tocar este piano de forma pública en un ambiente cercano. 


El promotor de la iniciativa fue Tomás Rubio, quien después de haber participado en eventos similares en Madrid decidió extrapolar el proyecto a Guadalajara: "Yo no soy pianista profesional, nunca había tocado un piano de cola públicamente por la sensación de estar siendo juzgado". Sin embargo, a través de PianoMeetups "la emoción de poder tocar y compartir con los demás todo lo que uno va aprendiendo poco a poco, te hace seguir disfrutando del instrumento sin que sea ningún tipo de obligación".


Así que no lo dudó y decidió implantar la asociación en la ciudad: "Creo que hay muchas personas que se sienten igual y el proyecto cuadraba con Guadalajara en el aspecto de que tenemos un sitio donde podemos tocar de forma libre y gratuita". 

 

Imagen: Cortesía PianoMeetups Guadalajara.
Imagen: Cortesía PianoMeetups Guadalajara.


Iris Tejón, una de las organizadoras de las sesiones de PianoMeetups destaca que se trata de un servicio cultural para toda la ciudadanía que sea aficionada, tanto al piano como a la música en general, que puede asistir a estas sesiones no sólo para tocar sino también para escuchar. 


Reconoce que los comienzos fueron duros "porque es difícil llegar a las personas y hacerse hueco pero, en el último año sobre todo, hemos tenido un incremento de personas que se están animando a venir porque siempre tienen ese miedo de decir es que yo no toco tan bien o no sé tocar como un profesional". PianoMeetups ha cubierto ese hueco y poco a poco acuden a más personas a sus citas: "Nosotros abrimos el piano, no sólo a profesionales sino a personas que están empezando, amateurs, que componen, que improvisan o incluso a niños que puedan estar en una academia. Da igual el estilo, da igual el nivel y da igual la edad". 


En este sentido se congratula de la gran aceptación que está teniendo entre los más pequeños y entre los adolescentes: "Estamos teniendo una buena acogida entre este sector de la población, que al final es el futuro". 


Las sesiones se organizan una vez al mes y se dividen en dos partes. La primera es la de concierto. En ella, los intérpretes pueden tocar cualquier obra siempre y cuando no se pasen de 6 minutos. La regla fundamental es que, mínimo, haya un error. "Así se sienten mucho más cómodos, se le da un poquito más de normalidad y se humaniza la música porque aqui venimos a vivirla, a sentirla y a transmitir emociones a través de ella. No venimos a ver lo buenos que somos sino a compartir esa afición y nuestros sentimientos a través del piano", subraya Iris. 


Tras el concierto, comienza la sesión social. "Nos vamos a un restaurante cercano, nos llevamos un teclado eléctrico y un micrófono. Las personas que hayan venido pueden tocar o llevar otro instrumento y los que han participado como público se animan a cantar. Así, creamos un pequeño grupo musical".


Iris Tejón anima a la gente de Guadalajara a participar en estos encuentros: "Animamos a todo el mundo que sea aficionado a la música y al piano a venir a estos eventos porque les va a dar la posibilidad de tocar una vez al mes en la Biblioteca de Dávalos, donde la música es especial y el entorno también. Además, van a poder conocer a otras personas con sus mismas aficiones y compartir con ellas sus emociones". 

 

Por ello, pone el acento en que “el único requisito es amar la música y el piano, da igual el estilo, el género o el nivel de las piezas, lo importante es compartir en un espacio sin juicios ni presión, se tenga el nivel que se tenga se puede participar porque además los eventos se caracterizan por un respeto absoluto a los que vencen el miedo de tocar delante de otros". 

 

La próxima cita de PianoMeetups será el viernes 28 de febrero, a las 18:30 horas. 


Para más información sobre esta actividad o contactar con la Asociación se puede visitar su pagina web o acceder a su grupo de Whatsapp a través de este enlace.  

 

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