Guadalajara, ciudad para conocer, para ver, para admirar y... hecha para querer

Publicado por: José María Bris
24/02/2025 10:05 AM
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Guadalajara, aunque he nacido en Jadraque, es la ciudad en la que viví parte de mi juventud y en la que resido desde hace más de cincuenta años. Lugar donde vive y ha nacido gran parte de mi familia y de la que tuve el gran honor de ser su Alcalde once años (1992-2003). Esta Guadalajara que muchos desconocen, incluso vecinos de ella, que dicen que no tiene nada, pero en sus más de dieciséis millones de metros cuadrados de superficie urbana, tiene tanto que la rebosa por los cuatro linderos .

 

Forjadora de Castilla, que es tanto como decir forjadora de España, una de las dieciséis ciudades, que desde el siglo XIV tenía voto en las Cortes Castellanas y donde se celebraron tres de ellas. En 1460 adquirió el título de CIUDAD y cuando se aprobó la Constitución de 1812, fue -el 25 de abril de 1813- una de las primeras que se formó de acuerdo con los principios de la misma.                                                                                                                                

 

Estos días de invierno primaveral he andado por ese bosque urbano y ordenado que es el Parque de San Roque, sentado en la rotonda de la ermita del santo que le da nombre contemplaba la belleza de un templo singular, único en España: el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo y el complejo urbano de las Adoratrices, de una belleza difícil de encontrar en otros lugares. Proyectados ambos por el arquitecto Ricardo Velazquez Bosco (1843-1923), reflexionaba sobre la belleza e historia de nuestros monumentos más representativos que la gente, nuestra gente, también parece a veces no querer conocer, ver y admirar.                                                                         

 

Desde el Puente Árabe, el monumento más antiguo de la ciudad (S.X), los restos de la muralla, torreones del Alamín y de Alvarfáñez, la Puerta de Bejanque, la Concatedral de Santa María, el ábside del Santuario de Nuestra Patrona la Virgen de la Antigua, el Puente de las Infantas,… hasta los más modernos como el retablo-mosaico de Rupnik en la Iglesia del Salvador (S.XXI).

 

Guadalajara, ciudad de palacios como se la conocía, tenía muchos y bellos que desaparecieron en el tiempo. Pero aún nos queda el magnífico Palacio del Infantado, con la fachada de diamantes que compite con la de Las Conchas de la Universidad de Salamanca para ser el más bello del Renacimiento en España, su patio con los grifos; el Palacio de Dávalos, recuperado el año 2002, de una gran belleza interior y sede de la Biblioteca; el Palacio de los Guzmanes, hoy residencia de estudiantes y donde nació el cofundador de la Guadalajara mejicana, Nuño Beltrán de Guzmán; el Palacio de don Antonio de Mendoza, actual Instituto Liceo Caracense y en él la fachada de la Iglesia anexa, obra de Alonso de Covarrubias (1488-1570); el Palacio de los condes de Coruña en los Jardinillos; el Palacio de los condes de Medina en la Plaza de San Esteban; el de los Torres y Orozco, que fue sede de la Cámara de Comercio; el de los condes de Miralrío en Dávalos; el de la Diputación; el de la Cotilla, con el incomparable Salón Chino y los espacios dedicados a dos grandes guadalajareños que nunca olvidaron su ciudad: el dramaturgo Antonio Buero Vallejo (1916-2000) y el escultor José de Creft (1884-1982).

 

Iglesias como las del Fuerte de San Francisco, en una colina como los templos de Roma y en su interior la maravillosa Cripta de los Mendoza, felizmente restaurada y que, elíptica, compite en belleza con la circular de los reyes de España en El Escorial; iglesias como la de San Ginés, de recia portada de piedra; la de Santiago con su interior gótico-mudejar; el barroco de la de San Nicolás,… En lo que fue la Iglesia de San Miguel del Monte nos queda la Capilla de Luis de Lucena y, dentro de ella, la 'Capilla Sixtina' de la Alcarria con las pinturas de Rómulo Cincinato (1502-1593).

 

Guadalajara, ciudad de historia, de monumentos como la bella Casa Consistorial, donde  se rigió y se sigue rigiendo la vida de la ciudad desde el siglo XVI. En su calles encontramos edificios singulares como el de Correos, en la calle Teniente Figueroa; el de la Banca Elvira, al inicio de la calle Mayor alta; el actual de la Delegación de Castilla-La Mancha; el Mercado de Abastos; el Teatro Buero Vallejo,… Y, al otro lado de la A-2, la torre de Caixa Bank, el edificio Hercesa, el Centro Comercial… Los bustos de personajes importantes en la historia de Guadalajara del paseo del Doctor Fernández Iparraguirre; los de las mujeres más representativas en la lucha por sus derechos en el bulevar Clara Campoamor de Aguas Vivas,...

 

Ciudad histórica, monumental, una de las ciudades europeas que tiene más zonas verdes por habitante: dos millones de metros cuadrados. Eso y más tiene Guadalajara, orgullo para todos los que sentimos y vivimos el transcurrir diario de nuestra ciudad.

 

Guadalajara, ciudad para conocer, para ver, para admirar y... hecha para querer.

 

José María Bris Gallego. Funcionario del Estado. Diputado del Congreso con UCD (1979-1982) Senador con el PP (1986-2000) Vicepresidente de la Diputación Provincial (1983-1987) Alcalde de Guadalajara (1992-2003) Diputado Regional (2003-2011). 

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