El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado que el Gobierno de Castilla-La Mancha invertirá más de 46 millones de euros este mes de marzo en recualificación y en los planes de empleo, que se llevan a cabo en colaboración con los ayuntamientos. El máximo representante del Ejecutivo castellano-manchego ha participado esta mañana en el acto institucional de la primera piedra de la fábrica de reciclaje de aluminio que la empresa noruega Hydro va a levantar en Torija, en el que también ha estado presente el embajador de Noruega en España, Nils Haugstveit, además de los responsables de la firma nórdica, el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido; la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco; la delegada de la Junta en la provincia de Guadalajara, Rosa María García; el alcalde de Torija, Álvaro Murillo, entre otras autoridades.
El presidente de Castilla-La Mancha agradecía a la empresa Hydro la inversión de unos 185 millones de euros que va a realizar en esta nueva fundición de aluminio en Torija, que se une a la que ya tiene en Azuqueca de Henares, para producir hasta 120.000 toneladas anuales de productos verdes para sectores como la arquitectura, automoción o transporte, que generará 70 puestos de trabajo directos. “Gracias por reinvertir. Para nosotros fidelizar la amistad y el compromiso es algo muy propio de nuestra tierra y muy bien reflejado en el libro probablemente más reeditado del mundo como es Quijote”, ha manifestado.
García-Page ha valorado los datos del empleo y las exportaciones del mes de enero que ha dado a conocer esta mañana el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que apuntan a un incremento del 17,5% en Castilla-La Mancha respecto a enero de 2024, con 891,5 millones de euros de negocio, mientras que a nivel nacional las exportaciones han bajado un 1,2%, situándose en 29.780,4 millones de euros.
Guadalajara es la segunda provincia donde más crecieron las exportaciones después de Toledo, un 26,6% respecto a enero del año pasado, con 243,7 millones de euros de volumen de negocio.
“Aunque tenemos que lamentar que España ha bajado en el mes de enero, nosotros encabezamos el ránking de exportación”, ha señalado el presidente regional, al tiempo que ha añadido que estamos por encima de la media nacional en producción industrial “contrariamente a la imagen que seguramente se tiene de esta región fuera, como una región eminentemente agrícola. El campo también lo hemos convertido en una gran industria”, ha dicho.
Page insistió en que “estamos contentos por las exportaciones, por la evolución de los datos del empleo y la propia autoestima que hay en Castilla-La Mancha, que tiene que ver en buena medida con un país como España donde, sinceramente, tenemos que mejorar en una capacidad que no hemos experimentado bien, que es hablar bien de nosotros mismos: Hablar bien de las cosas que van bien, empeñados como estamos en un drama permanente, sobre todo cuando intentamos darle pábulo o poder a quienes quieren acabar con la idea de España”.
Dice Page que cuando era pequeño, “me refiero a la edad, porque de tamaño... No soy noruego, ni tengo esa posibilidad”, apuntó a modo de chascarrillo, en los albores de la Transición a la Democracia todo el mundo en España tenía un propósito: “ser Europa en los objetivos, en la unidad y en los valores” para entrar en las reglas del juego de la globalización “y aplicarnos a nosotros mismos lo que ya era común en Europa”. En este sentido se refirió a valores como la consolidación democrática, la relación con la naturaleza, la cohesión y el bienestar social, “el saber que hay que crecer económicamente, pero básicamente para compartir”.
En esta línea, el presidente de Castilla-La Mancha anunció que están estudiando la posibilidad de recurrir la distribución del impuesto a la banca, cuya recaudación irá a parar a las comunidades autónomas en función de su PIB, para lo que cuentan con el informe favorable de los servicios jurídicos de la Junta “y estamos esperando el informe del Consejo Consultivo”. Page considera que esta norma establece un antecedente “peligrosísimo y absolutamente disolvente para la unidad de España” y que la política fiscal viene amparada por la Constitución Española, precisamente, para financiar los intereses comunes, para el mantenimiento de los servicios públicos y las infraestructuras: “No se pueden poner impuestos por castigar a nadie”, ha dicho. Page se ha mostrado a favor del impuesto a los bancos, “me parece razonable que paguen más lo que más tienen”, pero califica como “muy dramático” que “se pueda defender como un valor de izquierda o de progreso que ese dinero que se obtiene de los que más tienen no revierta a los que menos, sino que vaya directamente a los que más tienen”.
Para el jefe del Ejecutivo castellano-manchego, el reparto que se hizo del impuesto a la banca, “es lo más parecido a lo que se le hubiera ocurrido a Trump. Es un reparto muy trumpista, también tramposo, porque se hizo en el último momento y sin contar con ningún aval jurídico de ningún organismo del país, lo cual ya pone muy de manifiesto a qué estamos jugando”.