Iriépal conoce muy bien el significado de la Pasión. No sólo porque más de un centenar de personas están implicadas con algún papel, ya sea principal, secundario o como figurantes, en el montaje que cada Semana Santa se interpreta en los lugares más emblemáticos de la localidad. También porque esta palabra define muy bien la manera en la que todo el pueblo se vuelca para que esta iniciativa vaya sobre ruedas, cuando esta tarde, a partir de las 18.00 horas, comience en la Plaza del pueblo la Pasión Viviente de Iriépal. Ya desde esta mañana, el mercado de artesanos comienza a dar vida a la Jerusalén de los albores de nuestra historia, donde transcurren los últimos días de la vida de Jesucristo.
Tal y como explica su directora artística, Ana Vélez, a El Decano de Guadalajara este espectacular evento con el que se da el pistoletazo de salida a la Semana Santa celebra su VII edición. La Pasión Viviente de Iriépal se representaba por primera vez en 2017, pero la pandemia del Covid-19 abrió un paréntesis entre los años 2020 y 2021. Enn 2022 se retomaba con todo su esplendor y el entusiasmo de sus participantes, que han llegado intactos a este 2025. De hecho, este año se ha solicitado su declaración como Fiesta de Interés Turístico Provincial y se ha puesto en marcha una página web para compartir con la sociedad todos los hitos, noticias y la ilusión que envuelve a esta actividad.
La Pasión Viviente de Iriépal, recuerda su directora, surgía del Grupo del Teatro “El Lavadero” que ella misma fundó para compartir su pasión por la actuación y el teatro con los vecinos de este pueblo pedáneo, en el que aterrizaba algunos años antes. “A raíz del grupo de teatro y viendo el entorno que había en Iriépal, se nos ocurrió a César -mi pareja- y a mí que podíamos llevar a cabo una representación itinerante, teniendo en cuenta la que se hace en Guadalajara del Tenorio Mendocino y se lo planteamos al alcalde”. Vélez hace hincapié en que fue el propio entorno del pueblo el que les inspiró para ponerse manos a la obra, pero sobre todo los propios vecinos, “porque en Iriépal hay mucha gente dispuesta a arrimar el hombro”.
No fue fácil y costó arrancar, según la directora artística, porque el reparto necesitaba de ciertas dosis de fe y confianza en sí mismos, pero una vez se dieron cuenta de que eran capaces de llevarlo cabo, “tiró para adelante y ahora va como un cañón”.
Detrás de la Pasión de Iriépal se encuentran unos 140 personas que participan de manera activa, entre actores, figurante, el coro, la banda, etc. “pero luego el pueblo entero se vuelca en la medida que puede. La gente que lleva la tienda y el bar se visten y nos donan toda la comida, que luego se dispone en la mesa de la Última Cena; otros vecinos hacen labores de limpieza y decoración, desbrozan los campos para facilitar el tránsito de la gente, etc.”
La producción de la obra arranca ya en el mes de enero y entonces, según la directora artística, “la gente sabe que empezamos a vernos y que tiene ya en el calendario apuntados un par de días de ensayo a la semana. Creo que cada año se esperan con más ganas esos días de estar todos juntos (…) Durante estos meses previos hay un ambiente muy bonito, porque hay equipos de trabajo que se han ido configurando por sí solos. Hay un equipo de vestuario, otro de atrezo y ambientación; hay gente que se encarga del mercado…”.
De un pequeño grupo de mujeres que en un inició asumió la responsabilidad de coser los trajes principales del vestuario, el taller fue creciendo “y se convirtió en un grupo de señoras y chicas más jóvenes que bautizamos como Velvet y que cada tarde cogían sus máquinas de coser y se iban al Ayuntamiento y allí empezaron a coser, no sólo el vestuario de los personajes, sino también el de todas las personas que participan de alguna manera”.
La dirección
Así, Ana Vélez lleva la batuta artística, César Maroto es el director técnico, Julio Priego, el egidor; Mario Maroto, se encuentra en la coordinación técnica; Siver Rain S.L. en la iluminación y el sonido; Vanesa Tabernero, es la directora de producción y Ana Masa, la de vestuario. El atrezzo, la confección del vestuario y la ambientación corre a cargo del equipo de mujeres de Iriépal, José María Gálvez y José de las Heras y la escenografía, de José Pastor, Antonio Arroyo, Iván Tabernero y Carmen Triguero. La organización del mercado está en manos de Carmen Triguero y Vanesa Tabernero.
Además, cuentan con la colaboración especial del Coro y los Tambores y Trompetas de la Pasión".
El reparto
El reparto ha ido variando a los largo de los años y prácticamente se autorregula de acuerdo con la temperatura de los actores locales y sus aspiraciones artísticas. “Creo que después de estas siete ediciones, no hay nadie que haga el mismo papel que en la primera. Arrancamos con una estructura muy fija en cuanto actores, todos aficionados, pero pertenecientes al grupo de teatro, con lo que arrancaban con un poco de experiencia, sobre todo en los papeles más relevantes como Jesús, María, Judas… Pero a largo de los años la gente se ha ido animando y entre ellos mismos se van apañando y pidiendo los papeles que quieren hacer. La figura de Jesús es un papel que mantiene al resto, por lo que tiene que ser alguien muy convencido de asumir esa responsabilidad. Las tres primeras ediciones las hizo Julio Priego, que ahora está en el equipo de dirección, y estas últimas han corrido a cargo de Miguel Redondo", relata.
Precisamente, el principal rasgo de identidad de la Pasión Viviente de Iriépal es el enorme trabajo que existe detrás, tanto a nivel de los actores y actrices, como en los decorados, el atrezo, las escenas, el vestuario, los textos, etc.
“Hay muchísimo ensayo y trabajo detrás, porque realmente trabajan como si fueran actores. Yo soy directora profesional y les dirijo como si fueran profesionales, por lo que hay mucho mucho rigor en la interpretación y en la puesta en escena”, valora Vélez.
La obra arrancará en la Plaza del Ayuntamiento, con una introducción denominada "Luna Parasceve", en la que tiene lugar la entrada en escena de ‘El Nacereno’ y la representación de distintos pasajes de la vida de Jesús. La comitiva se desplazará después al antiguo Lavadero del municipio, rehabilitado como centro social, donde tendrá lugar la representación de la Última Cena. Debido al aforo limitado del espacio, la organización ha programado cuatro pases en horarios diferentes con acceso regulado mediante una entrada, que se debía adquirir de manera previa. Dará paso a la Escena 2, de "La Fe", en la Plaza del Ayuntamiento. Posteriormente, tendrá lugar la Oración del Huerto en un olivar cercano, donde se representará el prendimiento, para retomar la acción en la plaza, como escenario del arrepentimiento de Judas, el juicio ante Caifás y las negaciones de San Pedro. La representación alcanzará su culmen con el Vía Crucis y la Crucifixión en la Explanada del Olmillo, escenas que contarán con la participación del Coro de la Pasión, que interpretará un repertorio seleccionado de obras en arameo, y un grupo de cofrades, que aportará los evocadores sonidos de los tambores y las trompetas.
“El año pasado probamos una escena nueva, que denominamos “La Fe”, que este año mantenemos. También hemos cambiado la orientación de la mesa de la Última Cena para darle una mayor visibilidad. "La Fe" es una escena de tránsito, porque de la Última Cena se hacen cuatro pases para que el cupo de aforo sea mayor, ya que caben solamente 100 personas y de esta manera pueden entrar 400 espectadores. Así que metimos esta escena en la plaza para que pudiera disfrutar de ella toda la gente que está esperando y haciendo tiempo”, comenta la directora artística.
El libreto se ha realizado a partir de los Evangelios, con algunas adaptaciones para hacer más ágil su representación teatral y el resultado final ha pasado los filtros de un sacerdote, Joaquín Gómez, “porque necesitábamos conocer si los textos eran respetuosos con la liturgia y la verdad es que le parecieron maravillosos y, de hecho, él es uno de los principales abogados de esta representación”.
Esta mañana todos los vecinos de Iriépal han amanecido mirando al cielo: “El tiempo siempre nos ha respetado y de hecho nos ha brindado días estupendos, de esos en los que apetece estar en la calle, y eso es un reclamo muy importante”, señala Vélez,
No obstante, parece que las previsiones de los últimos días amenazan lluvias, por lo que la directora hace hincapié en que, si esta vez la meteorología no esta de su parte, en todo caso se representarán los distintos pases de la Última Cena en su horario previsto. El resto de escenas son al aire libre, por lo que, si se desata la tormenta, será muy complicado que puedan representarse, por el riesgo que conlleva, teniendo en cuenta el montaje de la luz y el sonido.
La Pasión de Iriépal atrae cada año a entre 1.500 y 2.000 espectadores, por lo que en el paraje de las Eras Largas, a la entrada del pueblo, se habilita un parking para facilitar el aparcamiento a los visitantes que vienen a disfrutar de la representación. “La gente se dosifica bien y está todo bastante controlado. Hay gente que viene por la mañana, se da una vuelta por el mercado y se queda a comer o se va a su casa y luego vuelve por la tarde. Además, tenemos la suerte de que la última escena, que es en el Calvario, donde sí suele estar todo el mundo, es un espacio muy amplio, con lo que la gente cabe perfectamente y se ve fenomenal”, comenta.
El fin de semana pasado realizaron los últimos ensayos generales y ayer representaron la escena de la Última Cena en petit comité, sólo para los vecinos de Iriépal y para evitar problemas de aforo. Todo está listo y los nervios, a flor de piel.
Como dijo el actor y productor estadounidense Brian Stokes Mitchell “esa es la magia del arte y la magia del teatro: tiene el poder de convertir a una audiencia, a un individuo o en masa, para transformarlos y darles una experiencia epifanal que les cambia la vida, les abre el corazón y la mente. y la forma en que piensan”. Eso es lo que pasa cada año en esta pequeña localidad. Llueva a truene esta tarde, todo eso ya ha sucedido.