Las lluvias provocan el colapso de la Cueva de los Pobres de Auñón, cortando el principal acceso a la localidad

El desprendimiento se producía sobre las 16.00 horas del pasado lunes, 21 de abril. La carretera sigue cortada debido a las grandes dimensiones de los bloques de roca caliza, lo que dificulta su retirada

Las copiosas lluvias de las últimas semanas han provocado el colapso de la denominada Cueva de los Pobres de Auñon, cuya visera se ha desprendido obstaculizando el principal acceso a la localidad por la calle Arrábal, desde la N-320  con grandes bloques de roca caliza.

Tal y como ha explicado el alcalde de localidad a El Decano de Guadalajara, Sergio García Rodríguez, se trata, además, de la vía de conexión con la fábrica de aceite, que en esta época está vendiendo su producción y una senda muy utilizada por los caminantes.

El desprendimiento se producía, según el primer edil, en torno de las 16.00 horas del pasado lunes, 21 de abril, y desde entonces, explica, la vía se encuentra cerrada al tráfico, debido a la dificultad que plantean las rocas para su retirada debido a sus grandes dimensiones.

Los vehículos pueden acceder al municipio por vías alternativas, a través de una pista de tierra que conecta con la entrada principal y por la carretera que conocen como “del carril”.

Afortunadamente, no habido que lamentar daños personales, pero alcalde de Auñón advierte del riesgo de nuevos desprendimientos “ya que se aprecian más fisuras en la piedra y es fácil que caiga algo más”, por lo que recomienda a los vecinos que no se acerquen a esta zona. Aparte de las rocas, el desprendimiento ha afectado a una farola que se encontraba en el recorrido de la carretera.

En este sentido, García explica que la parte de abajo de la estructura que se ha desprendido, "era una cueva que toda la vida se ha denominado la Cueva de los Pobres, porque antiguamente era utilizada por las personas sin recursos para guarecerse y, de hecho, se veía la piedra quemada por haber encendido fuegos. La parte de arriba, como era una piedra que se asomaba, se utilizaba como mirador. El domingo y toda la Semana Santa ha habido bastante gente, pero afortunadamente se ha desprendido el lunes, cuando no había nadie”, comenta.