EDITORIAL. Servicios Municipales: tocados y hundidos

Publicado por: El Decano
23/05/2025 01:32 PM
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Cuando estamos casi en el ecuador de la legislatura, si de algo puede presumir el equipo de Gobierno del PP y de Vox de la capital, capitaneado por Ana Guarinos, es de haber llevado al límite a los trabajadores de los servicios municipales. Unos servicios que, a día de hoy, están ‘tocados y hundidos’. 


Y conseguirlo en tan sólo dos años tiene su ‘mérito’. Porque soliviantar a tanta gente en tan poco espacio de tiempo y abandonar determinadas áreas que son básicas para mejorar el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos constituye todo un hito en la historia del Ayuntamiento de Guadalajara. 


Hace unos meses, El Decano de Guadalajara les informaba sobre el malestar y la indignación de gran parte de la plantilla de la Policía Local por la total falta de interés hacia ellos y la absoluta ausencia de diálogo a la hora de negociar la bolsa de horas extraordinarias para 2025. El goteo de bajas debido a situaciones de estrés, al sentirse “exprimidos y al límite", provocó que durante un fin de semana, tan solo cuatro agentes se ocuparan de velar por la seguridad ciudadana en una ciudad de más de 90.000 habitantes. Ante la polémica desatada, el Ayuntamiento se vio ‘obligado’ a negociar y a firmar a regañadientes un acuerdo que les supo a vinagre y sal. 


En la actualidad, tiene en pie de guerra a los trabajadores de los autobuses urbanos y de la grúa. Los primeros han protagonizado paros de 24 horas a lo largo de este mes y han convocado una huelga indefinida a partir del 2 de julio. Al igual que los policías locales, se sienten abandonados por el Ayuntamiento y llevan más de un año reclamando mejoras en un servicio que se presta en pésimas condiciones, con autobuses viejos que se averían cada dos por tres, frecuencias imposibles de cumplir y, además, con un convenio colectivo por firmar que la empresa Alsa se niega a negociar.


Lo de la grúa tiene también miga porque ha llegado a los tribunales. Esta misma semana, el Juzgado N.º 1 de lo Contencioso-Administrativo de Guadalajara ha resuelto sendas demandas presentadas por el Grupo Municipal del PSOE y por el sindicato UGT que anula el acuerdo del PP y de Vox de revocar la remunicipalización del servicio, un procedimiento iniciado en la legislatura anterior. Se trata de un acto administrativo irregular que va camino de eternizarse en los juzgados en caso de que el Ayuntamiento decida recurrir y que va a costar mucho tiempo y mucho dinero a las arcas municipales -léase a los ciudadanos- mientras el servicio se va degradando cada día que pasa. 


Otros servicios públicos afectados por la desidia del equipo de Gobierno es el de las escuelas infantiles de Los Manantiales y Alfanhuí, cuyas trabajadoras también han llegado al límite. Falta de personal, falta de material didáctico y lúdico e instalaciones en un estado lamentable e incluso insalubre para los niños y niñas que acuden a estos centros. A cambio, han sido ‘premiados’ con una subida más que considerable en el precio del comedor.  

 

Siguiendo con el rosario de servicios abandonados, los profesores de las Escuelas Municipales de la Cotilla arrancaron el curso de forma caótica, sin materiales y, en el caso de las naves de Forja de Francisco Aritio, en unas dependencias en una situación de abandono total, cuya reparación era urgente y no se abordó, teniendo que realizar una actuación precipitada que acabó siendo una ‘ñapa’. Por no hablar del presunto caso de acoso laboral destapado por El Decano, que acabó con un trabajador sancionado por excederse en sus funciones y por hacer la vida imposible a la directora de las Escuelas. 


Por si esto fuera poco,  las trabajadoras de la única Biblioteca Municipal de la ciudad, la Suárez de Puga,  han venido padeciendo situaciones laborales muy delicadas- con denuncia de presunto acoso laboral incluida- sin que nadie del departamento de Cultura haya levantado la voz para defenderlas. 


Y podemos avanzarles que, no tardando, más trabajadores de otras contratas van a salir a denunciar públicamente situaciones similares. Por no hablar de los funcionarios de la Administración municipal que, de momento, callan porque sus representantes sindicales son afines al partido que Gobierna, pero que -nos consta- están a punto de reventar. 

 

La estrategia de la alcaldesa y de los concejales responsables de cada área es tirar balones fuera. Echar la culpa a las empresas concesionarias y ponerse de perfil. Olvidan sin embargo que su función no consiste únicamente en adjudicar y pagar a final de mes, sino en ejercer las labores de control e inspección necesarias para que los servicios se presten según lo estipulado en los pliegos de condiciones, que están para algo más que para firmarlos y archivarlos en la carpeta correspondiente.  


Los servicios municipales PÚBLICOS son aquellos que el Ayuntamiento presta a los ciudadanos, de forma directa o indirecta, para satisfacer sus necesidades en materia de transporte público, recogida de basuras, limpieza, mantenimiento de zonas verdes, retirada de vehículos de la vía pública, educación, seguridad, cultura, etc. Es decir, que su funcionamiento afecta a todos los ámbitos de la vida de los guadalajareños, quienes ven cómo se van deteriorando sin que al equipo de Gobierno parezca importarles lo más mínimo. 


Sin embargo, los vecinos que pagan religiosamente sus impuestos -y mucho más desde la llegada del PP y de Vox al Gobierno- están recibiendo a cambio unos servicios deficientes. 

 

De poco sirven manifestaciones, peticiones de reuniones o presentaciones de quejas en el Buzón Ciudadano, porque la ausencia total de diálogo por parte de la alcaldesa con todos estos colectivos es más que evidente. Y de muchos de los concejales de la Corporación, también. 


El sectarismo, la ineficacia en la gestión, la prepotencia, el abandono de los trabajadores de las contratas, el poco o nulo trabajo que se realiza desde determinadas concejalías y pisar poco la calle -más allá de las salidas al ‘cafelito’- se están dejando sentir en la ciudad.


Sin proyectos propios, el PP y Vox continúan viviendo de las rentas. En menos de 24 meses han conseguido cabrear al mundo de la cultura libre -al que se ha obligado al exilio-; a los trabajadores, a los usuarios de numerosos servicios; al movimiento asociativo que no concuerda con su ideología; a sus propios policías locales, etc.


En su pacto de Gobierno, ambas formaciones afirmaban ufanas que venían a "Reiniciar Guadalajara". Pues vuelvan a darle al botón de ‘Reset’, que por lo que se ve deben de tenerlo estropeado desde hace dos años.

 

Nos ponemos a temblar al pensar en que todavía nos queda la mitad de la legislatura por delante. ¿Qué será lo próximo? Como decía un rancio programa televivo: sorpresa, sorpresa.

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