Asignatura pendiente

Publicado por: El Decano
03/02/2023 10:00 AM
Reprods.: 162

Estamos en pleno siglo XXI y parece mentira que, tras los avances en materia legislativa y social experimentados en las últimas décadas en España y en Castilla-La Mancha, el tema de la diversidad afectivo-sexual continúe siendo una asignatura pendiente. 

 

El Decano de Guadalajara publica mañana sábado un reportaje sobre las diversas problemáticas a las que se enfrentan las personas del colectivo LGTBI+ en una provincia que continúa dando signos evidentes de un rancio catetismo respecto a la libertad de sentir, amar y relacionarse. 

 

Desde la Asociación Wado LGTBI+ nos aportan datos que llaman poderosamente la atención. Sus oficinas de atención al colectivo, con presencia en la capital y otras cuatro localidades de Guadalajara, ha atendido en sus seis meses de funcionamiento a cerca de 200 personas, la mayoría de ellas menores, que acuden en busca de ayuda, asesoramiento, información y, sobre todo, de alguien que les escuche, sepa entender su situación y alivie el miedo, el acoso y la presión a las que se ven sometidos en el ámbito educativo y familiar, especialmente en el mundo rural. 

 

Menores, la mayoría adolescentes, que no se atreven a expresarse en libertad sobre su orientación sexual o su identidad de género por miedo al acoso, las agresiones y el aislamiento. Menores que están comenzando a formarse como personas independientes al margen del círculo familiar, que empiezan a  crear su propia identidad y a significarse y que, sin embargo, se ven obligados a esconder su propio yo por temor a ser señalados o a convertirse en objeto de las burlas de sus compañeros y compañeras. Menores que necesitan un apoyo que difícilmente encuentran en un ambiente que se volvería hostil en caso de decidirse a ‘salir del armario’. 

 

En este sentido, es de gran importancia la labor que desarrolla Wado a través de los talleres que imparte en centros de enseñanza de la capital y la provincia, en los que se trabaja en generar empatía con el colectivo LGTBI, ofrecer información sobre las nuevas realidades afectivo-sexuales y, sobre todo, en concienciar a los más jóvenes sobre la importancia de la diversidad como valor, a ponerse en el lugar del otro, a enseñarles que deben ser libres a la hora de amar, sentir y de mostrarse tal y como son, a recordarles que cada uno de ellos son personas únicas e irrepetibles y, sobre todo, a generar un ambiente de respeto.

 

Resulta totalmente incomprensible y bochornoso que una parte de una sociedad que se supone moderna y progresista todavía muestre rechazo a la diversidad, a los gays, lesbianas y todo el arco de opciones del colectivo. Es necesario comprender que la diversidad suma y enriquece y, sobre todo, convive con nosotros, a pesar de que algunos cavernícolas se resistan a reconocerlo. 

 

Es muy alarmante el hecho de que sean precisamente los más jóvenes los que se ensañen con los diferentes, alentados por el avance de nuevas opciones políticas que se jactan de considerar enfermos a los que no se ajustan a la ‘normalidad’ y jalean y aplauden los comportamientos de LGTBIfobia. Una forma distorsionada de ver la realidad que los adultos trasladan a sus ‘cachorros’, quienes terminan reproduciendo en la calle o en los institutos los comportamientos de sus progenitores, convirtiendo en un infierno la vida de aquellos que no se ajustan a sus cánones de la ‘perfección’. Del macho o de la hembra.

 

El mundo de los adultos no se libra de este problema, especialmente en el ámbito laboral, donde son habituales las burlas, las dificultades y el acoso a los que se enfrentan los trabajadores en sus empresas. O el mundillo del ocio nocturno en los pueblos y en la capital, que obliga al colectivo a trasladarse a otra localidades para divertirse y disfrutar en ambientes libres de discriminación. 

 

En Guadalajara queda mucho camino por recorrer respecto al respeto al diferente. Por eso son tan importantes acciones como las desarrolladas por Wado, como los puntos arcoiris en eventos lúdicos, los talleres en centros educativos, el apoyo telefónico personalizado y la atención psicológica profesional. Porque no olvidemos que el rechazo al que se ven sometidas muchas personas del mundo LGTBI les provoca no pocos problemas de salud mental. Y debería sonrojarnos que, muchos de ellos, en la edad adulta, terminen viéndose obligados a un ‘exilio’ forzoso, a dejar atrás su ciudad, su pueblo, su trabajo, su familia o sus estudios y marcharse en busca de una nueva vida, especialmente en la vecina Comunidad de Madrid, donde se sienten más libres para mostrarse tal y como son.

 

Además de la legislación en defensa de los derechos del colectivo aprobada por el Gobierno regional y la que está en trámite en el Senado a nivel nacional y de las medidas adoptadas por muchos ayuntamientos en materia de diversidad, es necesario que cada uno de nosotros, a nivel particular, seamos capaces de avanzar hacia el respeto al diferente. Solo así podremos ayudar a cientos de personas que libran día a día una batalla contra sí mismas y contra la sociedad en su lucha por sentirse aceptadas sean como sean, sientan como sientan o amen a quien amen.

      

Vídeos de la noticia

Imágenes de la noticia

Categorías:
Tags:
Powered by WebTV Solutions