Con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, hoy 20 de junio, El Decano de Guadalajara se hace eco del Manifiesto de la organización, que reclama la acogida, la protección de los derechos humanos, el derecho de asilo y la paz
Manifiesto de Accem con motivo, hoy viernes 20 de junio, del Día Mundial de las Personas Refugiadas
Este 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas, desde Accem pedimos a la comunidad internacional que exija el fin inmediato del ataque genocida contra la población gazatí y la escalada de las ofensivas militares de Israel que ponen en peligro la paz. Nos preocupa el incremento de la violencia, el odio y la justificación de posturas xenófobas y frente a ello defendemos la vigencia del derecho de asilo, la protección internacional, los DD.HH., la solidaridad y, por encima de todo, la paz.
Vivimos el momento de la historia reciente con los datos más elevados de desplazamiento forzoso en el mundo. Más de 123 millones de personas se encuentran actualmente en esta situación, dentro o fuera de sus fronteras nacionales. Personas desplazadas por conflictos que conocemos, en Gaza o en Ucrania, por ejemplo, cuyo desarrollo seguimos, con indignación e impotencia, a distancia, pero también por otros que permanecen invisibles la mayor parte del tiempo, como los que sufren las poblaciones civiles de Mali, Congo o Sudán, por poner solo algunos ejemplos.
Personas desplazadas forzosamente también a causa de la represión y la persecución por tener determinadas ideas; por profesar una religión prohibida en el lugar equivocado; por una orientación sexual o una identidad de género no normativa; por ser mujer en países en los que la mitad de la población sigue gravemente discriminada por razón de género; por pertenecer a un grupo racial o étnico discriminado, acosado, violentado; por formar parte de un grupo social perseguido en una sociedad.
No son las únicas y trágicas cifras récord. 2024 fue el año en el que se registró un mayor número de muertes en las fronteras y las rutas migratorias. Al menos 8.938 personas perdieron la vida en esas rutas en el mundo, según los datos de la OIM. La cifra real de víctimas será, con toda seguridad, mucho mayor. La falta de vías legales y seguras para la migración y el refugio así como la violencia contra las personas en movimiento aparecen como las principales causas de esta tragedia silenciosa.
Precisamente en el momento de mayor necesidad, asistimos al cuestionamiento más virulento de la obligación de acoger y brindar protección a las personas que huyen de la guerra, la persecución o la violencia.
Los discursos de odio y la retórica de la xenofobia se han fortalecido tanto a escala global, como europea y estatal, autonómica y local. Se han extendido para alcanzar en su rechazo a las personas migrantes y refugiadas, al propio principio de protección internacional y el derecho de asilo y a las organizaciones humanitarias. Esta tendencia no se queda únicamente en el plano de las ideas, sino que se ha convertido ya en actos concretos, en la proliferación de políticas contrarias a la acogida de personas refugiadas y migrantes. No es una cuestión etérea, sino que acaba desembocando en consecuencias directas sobre las personas.
En este marco de endurecimiento de legislaciones y políticas migratorias se inscribe la implementación del Pacto Europeo de Migración y Asilo. Vemos con máxima preocupación como se priorizan las herramientas y estrategias de control, así como el discurso de defensa frente a la protección de la vida y los derechos humanos.
Desde Accem, como organización especializada en las migraciones y la protección internacional, nos posicionamos en contra de los procesos de externalización de fronteras que bajo el marco del Pacto Europeo se plantean en el seno de la UE, así como del aumento de los tiempos de detención previstos y los procedimientos de expulsión acelerados en frontera. Son medidas poco garantistas de los derechos humanos con los que nuestra entidad está comprometida. Del mismo modo, rechazamos las deportaciones masivas e indiscriminadas de personas y nos preocupa la utilización del concepto de ‘país seguro’ para argumentar la expulsión de una persona a un tercer país.
Por el contrario, consideramos que, siendo ahora el momento de desarrollar la legislación española acorde a dicho Pacto, es una oportunidad única para posicionarse frente a estas tendencias y que en nuestro país se establezcan las medidas y políticas a aplicar en clave de derechos, solidaridad y protección a las personas.
Desde Accem defendemos una política de migración y asilo europea bajo un enfoque común y de salvaguarda de los derechos humanos, así como de solidaridad entre los estados miembros. Una política migratoria y de asilo que esté inspirada en la defensa y promoción de una cultura de paz y de diálogo. Defendemos la habilitación y refuerzo de vías legales y seguras para las personas migrantes y refugiadas, el acceso a la protección internacional y la aplicación de la protección temporal como respuesta solidaria para situaciones de emergencia cuando se requiera. Esta vía, que fue la utilizada de manera ejemplar para dar respuesta a las víctimas de la guerra en Ucrania, puede y debe ser activada también en otras crisis humanitarias.
Desde Accem, como entidad de referencia en España en la protección internacional y la atención y acogida a personas refugiadas, queremos asimismo expresar nuestra preocupación por las dificultades de acceso al procedimiento de asilo en los últimos tiempos. Las personas susceptibles de solicitar y recibir protección internacional se están encontrando con grandes problemas para obtener una cita con la que iniciar el procedimiento. Esta realidad compromete gravemente el acceso al sistema de protección en nuestro país y lleva a las personas afectadas a situaciones de gran vulnerabilidad y riesgo de exclusión social.
Es igualmente importante señalar en este sentido las posibles consecuencias que el nuevo reglamento de extranjería puede acarrear a las y los solicitantes de asilo ya que podría tener un efecto disuasorio para la formalización de solicitudes de protección internacional.
Queremos cerrar el comunicado de Accem por el Día Mundial de las Personas Refugiadas de 2025 con un nuevo llamamiento de urgencia, como organización de la sociedad civil española. Es urgente el fin inmediato de la ofensiva militar de Israel en Gaza. No podemos permitir seguir viendo impasibles la agonía, muerte y sufrimiento de población civil en Palestina. Condenamos y señalamos el uso del hambre como arma de guerra, el ataque a organizaciones humanitarias y hospitales y el cruel avance de la expulsión y extermino de la población gazatí que se ceba en las y los más vulnerables y desprotegidos, la infancia.
Es imperativo volver al cumplimiento de la legalidad internacional y las resoluciones de Naciones Unidas. Hay que acabar con la ilegalidad de la denegación de la ayuda humanitaria y exigir responsabilidades sobre la muerte y el odio que pone en peligro la paz actual y futura. Siempre desde la paz y el dialogo, pero con la firmeza que la trágica situación requiere.