Las claves del Plan Hidrológico del Tajo, hacia el final del trasvase

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica hoy el Real Decreto por el que se aprueba la revisión del Plan Hidrológico del Tajo, pero en los últimos tiempos se han llevado a cabo importantes pasos que invitan a pensar en que el fin del Trasvase Tajo-Segura está cada día más cerca. Medidas que, no obstante, generan cierta confusión y desconfianza entre la población. El director de la Agencia del Agua, José Manuel Martín, aclara alguna de estas dudas para El Decano

El Boletín Oficial del Estado (BOE)  publica hoy el Real Decreto por el que se aprueba la revisión del Plan Hirdrológico del Tajo, en el que se reconocen por primera vez los caudales ecológicos para el curso del río. Una medida necesaria para garantizar la salud del río más largo de España, que se suma a otros grandes hitos en Castilla-La Mancha como la modificación del conocido como Memorándum de Cospedal, que suponía recortar de 38 a 27 Hm3 al mes los trasvases automáticos que contemplan las reglas del Trasvase para el nivel 2 o la inminente puesta en marcha de la tubería manchega, que materializa por fin los derechos reconocidos para la cuenca del Guadiana, detrayendo del trasvase unas cantidades que, de momento, servirán para garantizar el suministro de agua para consumo humano a una quincena de municipios manchegos, con un volumen de población de unos 80.000 habitantes.

Se trata de pasos importantes, que benefician a la provincia de Guadalajara, a la calidad ambiental del río y a una parte de la región y, sin embargo, mentar estos temas parece que genera ciertas suspicacias y desconfianzas, no sólo en la parte del Levante español, donde resulta más lógico, porque son conscientes de que estas medidas reducirán el volumen de agua que llega al Segura desde la cabecera del Tajo, sino también a este lado de la polémica, como si se diera por hecho que cualquier cambio en las reglas tiene que ser necesariamente a peor.

En vistas de la confusión que parece sembrar las circunstancias de este nuevo paradigma, El Decano de Guadalajara se ha puesto en contacto con el director gerente de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, José Manuel Martín Aparicio, para aclarar algunos de los extremos de este nuevo escenario. También se ha solicitado información a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), pero hasta el momento y desde el martes, no ha respondido a las cuestiones planteadas por este medio.

En primer lugar, José Manuel Martín explica que la puesta en marcha de la Tubería Manchega no supondrá un trasvase adicional a los caudales que ya se derivan a la cuenca del Segura sino que “se detrae de lo que se va al Levante y no sale nada extra del Tajo (...) Así lo establece la Ley desde los años 80, que fija un máximo de 650 Hm3 al año de trasvase, de los que 600 irían al Segura y 50 al Guadiana. Lo que pasa es que hasta el momento, el Guadiana no había hecho uso de ese agua que le correspondía por Ley. A partir de ahora lo va a hacer y lo va a detraer de lo que iba a Levante. Sólo se va a aprobar un trasvase, con las mismas reglas que se ha hecho hasta ahora”, insiste el director de la Agencia del Agua.

En estos momentos, teniendo en cuenta las poblaciones que se van a abastecer con esta nueva infraestructura, indica, las cantidades que se prevén son inferiores al hectómetro cúbico al mes “y sin embargo, en estos momentos el Levante está recibiendo 27 Hm3 en nivel 2 y entre 0 y 20 en nivel 3, según lo que establezca el Ministerio”.

Asimismo, conviene aclarar que la aplicación de los caudales ecológicos del Tajo, poco o nada tienen que ver con la tubería manchega y mucho menos van a ir a parar a su abastecimiento. “Es justo lo contrario. Lo que va a la tubería manchega es parte de lo que se deriva al trasvase Tajo-Segura y los caudales ecológicos, son los caudales mínimos que han establecido los técnicos para que el río Tajo tenga la vida suficiente, la que necesita, y la que debería haber tenido desde hace muchos años”. De hecho, explica el técnico, lo que se deriva a la tubería manchega discurre por el acueducto Tajo-Segura, mientras que los caudales ecológicos supondrán la apertura de las compuertas de la presa de Entrepeñas.

Esos caudales ecológicos, relata, han sido calculados por técnicos, determinando un volumen de agua de 8,65 metros cúbicos por segundo al paso del Tajo por Aranjuez, “pero lo que se ha establecido es que se establezca una progresividad en la aplicación de esos caudales para que dé tiempo a invertir en la zona de Levante en desalación, con el fin de que ellos también tengan capacidad de acceso al agua”, indica. De esta manera y “a partir de ya”, se contempla un caudal ecológico de 7 m³ por segundo en Aranjuez; en 2026 se pasará a 7,5 m³ ; “luego a ocho y a partir de 2027 se completarán esos 8,65 m3 por segundo”, aclara.

El director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha insiste en que el Tajo, según ha insistido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page,  era el único río de Europa que a estas alturas todavía no tenía reconocidos unos caudales ecológicos mínimos: “Hasta ahora el río Tajo tenía unos caudales mínimos que no eran ecológicos, que eran iguales a lo largo de todo el año. Ahora estos caudales están en una media anual de 2,65 m³ por segundo durante todo el año, pero lleva distintos volúmenes a lo largo de los distintos cuatrimestres. Estos caudales ecológicos son necesarios para la supervivencia del río, pero además son obligatorios, porque lo dice la Directiva Marco del Agua, la Ley de Agua de España, pero además lo sentenció así cinco veces el Tribunal Supremo a cinco recursos de distintas entidades, entre ellas, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía”.

Dos pasos importantes que contribuirán a incrementar las reservas mínimas de los pantanos de la cabecera del Tajo

Entonces, si los caudales ecológicos y la tubería manchega no tienen un impacto directo en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, ya que parte del agua se va hacia La Mancha y al Segura y parte a la salud del río, una vez abandona la provincia, se podría suponer que no existe un beneficio para los pueblos ribereños. En este sentido, José Manuel Martín asegura que se han dado dos pasos que benefician considerablemente a la lámina de los pantanos de la cabecera del Tajo: Por un lado, la modificación del antiguo “Memorándum de Cospedal”, que supone trasvasar 27 Hm3, en lugar de 38, en nivel 2: “Los técnicos estiman que en un periodo determinado de años la media de los embalses va a ser 200 Hm3 más alta que lo que sería si se trasvasasen los 38 Hm3”. Por otro lado, indica, el establecimiento de esos caudales ecológicos mínimos requiere modificar las reglas del trasvase “y si en el cálculo de esa lámina utilizan la misma metodología que utilizaron para el cálculo de los 400 Hm3, al necesitar más agua el río Tajo, la reserva va a tener que ser mayor, con lo que esa lámina va a subir bastante. Cuando se cambien las reglas del trasvase, gracias a que están los caudales ecológicos, vamos a conseguir que el mínimo no trasvasable sea mayor”, aclara.

“Sólo hay que venir un día como hoy a mi despacho para ver cómo está el río Tajo a su paso por Toledo”, afirma José Manuel Martín, para defender la necesidad de la aplicación de estos caudales ecológicos. Esta medida, apunta, “le dará más vida al río Tajo”, desde un punto de vista medioambiental, favoreciendo la biodiversidad vegetal y animal y “que el río venga con más cantidad de agua y por tanto, consigan más dilución y vengan con más calidad”. En este sentido, explica que los planes hidrológicos incluyen una inversión de 1.000 millones de euros para mejorar la depuración de Madrid: “Sumando los caudales ecológicos y la depuración de Madrid estimamos que vamos a tener un río Tajo vivo, como hace muchas décadas que no tenemos”.

Asimismo, se contempla una inversión de 800 millones de euros para desalación en Murcia “por eso la implantación de los caudales ecológicos se ha hecho de manera progresiva para que los regantes tengan a su disposición otro suministro de agua distinto al Trasvase y compensen esas pérdidas con agua desalada”.

Una década para culminar la tubería manchega, que abastecerá a unos 450.000 habitantes

En lo que se refiere a la tubería manchega, el primer ramal, una vez se ponga en marcha, abastecerá a 15 localidades de las provincias de Albacete, Cuenca y Ciudad Real, que ya han suscrito el convenio, con una población estimada de entre 80.000 y 90.000 habitantes, que consumirán en torno a 0,8 y 0,9 Hm3. En este sentido, José Manuel Martín explica que están a puto de terminar las obras de restauración de la planta potabilizadora de Saelices y la puesta en marcha de la tubería, lo que está previsto para finales de marzo.

A esta ramal se sumaría otro menor, para abastecer a entre 7.000 y 8.000 habitantes, de entre 20 y 25 municipios de la zona de Cuenca y otros ramales de mayor envergadura que todavía no se han construido. El próximo ramal que se va a abordar, relata el director gerente de la Agencia del Agua, es el que abastecerá a una docena de municipios del Campo de Calatrava (Ciudad Real),con unos 40.000 habitantes. En estos momentos, se está redactando el proyecto por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadiana “y una vez se termine el proyecto, tendrán que licitarse las obras y ejecutarse, con lo que estimamos que en el año 2024 podría estar en funcionamiento ese ramal”.

Para llegar a la culminación de esta importante infraestructura planteada para suministrar agua a una población de 450.000 habitantes, todavía queda mucho, al menos diez años, según los cálculos someros del director de la Agencia del Agua.

Parece lógico plantearse en este punto si la cabecera del Tajo, con el impacto que pueda tener el cambio climático en los próximos años, tendrá capacidad suficiente para garantizar el abastecimiento humano de la Mancha: “El cambio climático está claro que va a repercutir en el agua disponible, no sólo en Entrepeñas y Buendía, sino en todas las cuencas de España y Europa. En principio, con los cálculos que se han realizado, el trasvase para regadío llegará a su fin, con el cambio de las reglas y en los caudales, y las consecuencias del cambio climático, pero no se espera que haya problemas para abastecimiento humano, ni para la tubería manchega, ni en el Levante y, por supuesto, tampoco en los habitantes de la cuenca del Tajo, por que la cuenca cedente tiene prioridad”.

Martín Aparicio insiste en que los caudales destinados a la tubería manchega tienen como objetivo el abastecimiento humano, en poblaciones que en muchas ocasiones están bebiendo agua no potable: “Es para que estos 15 primeros pueblos beban. Ellos tienen un grave problema, porque beben de aguas subterráneas muy contaminadas de nitratos y sulfatos y en algunas poblaciones ni siquiera tienen agua en cantidad, por lo que, en pleno siglo XXI, todavía sufren restricciones”, concluye.