El club, tras firmar su mejor temporada en Primera Autonómica, apuesta por el bloque joven y el sentimiento de pertenencia para seguir creciendo
Con la temporada ya finalizada, el CD Sigüenza hace balance de un curso que deja muy buenas sensaciones. Después de varios años luchando por la permanencia en Primera Autonómica, el club ha firmado una de sus mejores campañas recientes, con un meritorio quinto puesto que refleja el crecimiento sostenido de un proyecto que va mucho más allá de los resultados.
“El balance es muy positivo”, asegura Chema Mayor, coordinador general del club. “Después de cuatro temporadas en Autonómica, queríamos dar un salto de calidad y estabilizarnos. Nuestro objetivo era salvarnos cuanto antes, sin los apuros de otras campañas, y lo hemos conseguido”.
La apuesta del Sigüenza pasaba por rejuvenecer la plantilla, pero manteniendo un núcleo con experiencia en la categoría. También fue clave el fichaje de Alberto Cardenete como técnico. “Ilusionó mucho a los chavales y se logró recuperar jugadores importantes que estaban fuera”, explica Mayor. Sin embargo, un giro inesperado cambió los planes: Cardenete cayó enfermo en el primer tramo del campeonato. A partir de ahí, el club optó por soluciones internas que evitaron que el equipo se desmoronara, hasta la llegada de Paco Luna, que tomó las riendas en el mes de enero.
El efecto Paco Luna se notó en una segunda vuelta notable, donde el Sigüenza no perdió contra ninguno de los equipos de la zona alta. “Manu, hombre de club, actuó de enlace con la plantilla y formó un gran tándem con Paco. La gente se ilusionó mucho y se demostró que el equipo puede competir de tú a tú con cualquiera”, recalca el coordinador.
Juventud, ilusión y objetivos realistas
De cara al próximo curso, en la entidad se respira ilusión. Con una base joven y comprometida, el club quiere seguir creciendo, pero sin perder de vista la realidad: “Aspiramos a estar arriba, pero sabemos que la geografía nos limita mucho en fichajes. Por eso, tenemos que tirar de lo que tenemos en casa. Si logramos mantener el bloque y sumamos algún refuerzo, podemos soñar con hacer algo bonito”.
En ese sentido, el papel del equipo juvenil y la cantera volverán a ser fundamentales. “Queremos que los chavales se sientan parte del proyecto, sin presiones. Ese sentimiento de pertenencia es lo que nos hace fuertes”, apunta Mayor.
A medio plazo, el gran sueño sería el ascenso a Preferente, una meta que se contempla como la guinda del pastel para una directiva que lleva más de una década trabajando con discreción y constancia. Pero a corto plazo, el foco está en competir cada jornada, ilusionar a la afición y seguir creciendo como club.
Un club abierto a todos
Con ese espíritu familiar que lo caracteriza, el CD Sigüenza también quiere reforzar su vínculo con la ciudad y su gente. “La Salceda debe ser el lugar donde todos los vecinos vengan a disfrutar del fútbol. Necesitamos que la afición apueste por estos chicos, que colaboren, que se acerquen. Este club es cercano y abierto a todos”, recalca Chema Mayor, que lanza un mensaje claro: “Cuanta más gente nos apoye, antes llegarán los objetivos”.
Con ilusión renovada, un bloque unido y una masa social fiel, el CD Sigüenza se prepara para seguir dando pasos firmes en su camino. Porque, aunque el ascenso a Preferente no es una obsesión, sí es una ambición legítima de un club que no ha dejado de crecer.
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