La Sierra Norte de Guadalajara dice NO a las prospecciones mineras para buscar oro

La Asociación de Naharros y su Serranía organizaba una jornada informativa en la localidad en la que el 90% de los municipios afectados mostraron su oposición a las solicitudes de permisos de investigación minera en la zona y su disposición a presentar alegaciones

La Sierra Norte de Guadalajara ha mostrado su rechazo a tres posibles proyectos mineros que sobrevuelan los entornos de La Toba, Robledo de Corpes y Riofrío del Llano, donde una multinacional australiana, a través de su filial en España, Oroberia S.L.U., ha solicitado permisos de investigación minera para buscar oro.

A iniciativa de la Asociación de Naharros y su Serranía, localidad que en su día se vio afectada por un proyecto minero que no prosperó, se celebraba el pasado sábado, 6 de septiembre, una jornada informativa en la localidad a la que asistieron más de 60 personas, entre representantes municipales de los pueblos afectados, asociaciones, organizaciones y vecinos de la zona, que mostraron su compromiso para la presentación de alegaciones al informe de impacto ambiental de estas prospecciones.

“El 90% de los ayuntamientos afectados estuvieron en la reunión con una postura de oposición a estos permisos de investigación, que se encuentran en una fase muy inicial”, comenta Alberto Mayor desde Ecologistas en Acción (EA), una de las organizaciones que se han sumado a esta corriente crítica, al tiempo que valora la importancia de este tipo de reacciones sociales como un freno a los proyectos mineros en sus primeros pasos.

Tal y como explica Mayor en EXCLUSIVA para El Decano de Guadalajara, la multinacional ha solicitado tres permisos de investigación minera bajo los nombres de “GUA”, “DALA” y “JARA” que se encontrarían en una fase previa de evaluación de impacto ambiental, para la realización de sondeos y otros estudios geofísicos. Estas investigaciones se han planteado con 12 prospecciones en cada uno de los proyectos, en dos fases de seis, con una duración estimada de tres años.

Previamente, la empresa habría obtenido la concesión de cuadrículas de la Dirección General de Minas de Castilla-La Mancha, lo que le otorga exclusividad, de manera que ningún otro solicitante puede pedir permisos sobre esas mismas cuadrículas mientras se tramite el expediente.

El proyecto GUA con fecha de registro del 11 de agosto, comprende las localidades de San Andrés del Congosto, La Toba, Pinilla de Jadraque y Medranda. El proyecto DALA, fue registrado el 19 de agosto y afecta a Congostrina, Robledo de Corpes, La Bodera, Atienza, Hiendelaencina y Pálmaces de Jadraque; y el denominado JARA, con fecha de 26 de agosto, abarcaría La Miñosa, La Bodera, Atienza, Riofrío, Sigüenza y la Olmeda de Jadraque.

Los ayuntamientos, organizaciones o particulares que quieran presentar alegaciones tienen 30 días hábiles para hacerlo, desde la fecha de registro. Para ello, se ha elaborado un documento general al que cada ayuntamiento añadirá sus particularidades.

Según el representante de EA, la compañía justifica la investigación en la búsqueda de oro, un metal cuya presencia en la zona está documentada, pero “en muy poca proporción”, mientas existirían otro tipo de minerales muy valorados en el desarrollo de las nuevas tecnologías o de la industria de las renovables. “Lo más seguro es que, si encuentran algo de oro sea en una mínima proporción y no les interese la explotación, pero puede que encuentren esos otros minerales que sí serían interesantes”.

Afectación al País de la Plata y la candidatura del Paisaje Dulce y Salado de Sigüenza y Atienza

Tras la jornada del pasado sábado ha quedado manifiesta la oposición social a estos proyectos, no sólo por el impacto ambiental que tendrían estas explotaciones en zonas protegidas del Parque Natural de la Sierra Norte y de la Red Natura 2000, sino también por la afectación a proyectos como la iniciativa museística “La Ciudad de la Plata” que pretende rehabilitar la antigua mina de Santa Catalina en  Hiendelaencina o la candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO del Paisaje Dulce y Salado de Sigüenza y Atienza. “Estos desarrollos mineros pueden perjudicar a estas iniciativas que pretenden ser un gran potencial turístico en la Sierra Norte”, valora.

Desde el punto de vista medioambiental, según EA, el proyecto GUA afectaría a los espacios protegidos de los valles del río Henares y el río Cañamares; el DALA tendría consecuencias en el Parque Natural de la Sierra Norte y el JARA impactaría en el valle y las salinas del río Salado. “Los sondeos que van a hacer son a 400 metros y cuando pinchas con esas grandes máquinas puedes atravesar acuíferos de los que se abastecen la mayoría de los pueblos de la zona”, añade Alberto Mayor.

El portavoz de EA reconoce que, en la actualidad, para la realización de estos sondeos ya no se utilizan grasas o aceites contaminantes, sino unos aditivos biodegradables, “pero si en un futuro encuentran mineral y quieren hacer una explotación, para separar los minerales de la roca se utilizan cianuros y otros productos químicos que generan unas balsas contaminantes y altamente tóxicas, además de altas cantidades de agua que se necesitan para realizar los movimientos de tierra, la separación de los minerales, etc., lo que afectaría a los acuíferos de la zona”.

A ello se suma el impacto en el paisaje, ya que este tipo de minería suele consistir en explotaciones a cielo abierto “por lo que se va ir comiendo montaña a montaña”.