El gerente de "Nueva Maypa" asegura que la Inspección de Trabajo y los trabajadores mienten

Tras la exclusica de El Decano en la que se informa de la resolución de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social por la que se inicia el procedimiento administrativo sancionador por "esquirolaje interno", incumplimiento que tipifica como una "infracción grave"

El gerente de la estación de servicio “Nueva Maypa”, Javier Gil, asegura que el informe de la Inspección de Trabajo que ha publicado El Decano de Guadalajara en exclusiva en su edición de ayer, por el que se inicia el procedimiento administrativo sancionador contra el empresario por “esquirolaje interno”, una infracción que la inspección tipifica como grave, “es una sarta de mentiras” y adelanta que recurrirá esta resolución.

El gerente se ha puesto en contacto con este medio, tras hacer pública la resolución de la Inspección de Trabajo, que constata que el empresario asumió funciones propias de los trabajadores, durante la huelga que la totalidad de la plantilla lleva sosteniendo desde el pasado 25 de julio, unas funciones que no serían las habituales de su cargo y por lo tanto estaría vulnerando el derecho fundamental de los trabajadores a la huelga.

Gil afirma que los testimonios de los trabajadores que aparecen en el informe son falsos y que los inspectores han puesto palabras en su boca y en la de su hijo que “no son ciertas”, por lo que presentará los recursos oportunos.

“Por supuesto que no voy a pagar esta multa, porque es una sarta de mentiras. Lo que no puede ser es que el propietario de un negocio no pueda trabajar en su negocio y que los trabajadores que están en huelga estén trabajando por ahí fuera. Así se pueden mantener ellos dos meses que llevan de huelga”,  ha señalado en declaraciones a este medio, en las que ha calificado esta sanción como “un robo a mano armada”

El empresario sostiene que sí ha llevado a cabo con anterioridad  otro tipo de funciones diferentes a las de gestión y administración de la empresa, al tratarse de un negocio familiar: “No he hecho otra cosa en mi vida, porque me he criado en una gasolinera” y añade que “aportaré mis muchos testigos -proveedores, trabajadores y clientes­- de que eso es verdad”.

Gil añade que “lo único que quiero es seguir adelante con el negocio que me dejó mi padre y me gustaría dejar a mis hijos. Un negocio familiar que empezó con cinco personas y ahora tenemos 25 y que me gustaría mantenerlo y ahora me multan por trabajar en mi negocio”, al tiempo que señala que si se ha llegado a esta situación es por no querer subir el sueldo a los trabajadores: “Somos una empresa con más de 30 años y no he tenido ni una sola multa ni de Trabajo, ni de Sanidad, ni de Hacienda y en los últimos seis meses, porque siete trabajadores quieren subirse el sueldo un 25%, no tengo nada más que problemas, incluso ataques personales en mi casa con mis propios hijos”, concluye.