El conjunto alcarreño acusó las bajas de piezas importantes y se topó con la gran actuación de la portería vallisoletana en un duelo que terminó 32-22 en Huerta del Rey
El SANICENTRO Balonmano Guadalajara tendrá que seguir esperando para sumar sus primeros puntos en esta Liga NEXUS ENERGÍA ASOBAL. El equipo de Juan Carlos Requena, que acudía muy mermado a Valladolid, poco pudo hacer frente a un Recoletas Atlético Valladolid sólido y con la portería como gran arma. La derrota por 32-22 refleja la superioridad local en un choque donde los morados nunca encontraron continuidad.
El encuentro comenzó con todo en contra. El Recoletas abrió brecha en apenas seis minutos (5-0) gracias al acierto de Juan Bar bajo palos, que desesperó a los lanzadores alcarreños. A Guadalajara le costó casi siete minutos firmar su primer tanto, obra de Joan Blanco, pero la losa inicial ya marcaba el rumbo de la primera parte. Pese a los intentos de Velasco y Simón, los de Requena se marcharon al descanso con un 16-9 en contra.
Tras la reanudación, la tónica no cambió. Las pérdidas de balón y la falta de acierto en el lanzamiento volvieron a pasar factura, mientras que la portería vallisoletana seguía blindada, primero con Bar y después con César Pérez. Con un 22-11 en el minuto 40, el partido quedaba prácticamente sentenciado.
Guadalajara mostró destellos de coraje en ataque, con Joan Blanco y Gonzalo Velasco asumiendo protagonismo, pero la ausencia de referentes como Gorostidi, Chiuffa o Vera limitó las opciones de los morados en ambos lados de la pista. Valladolid, más completo y con más rotación, no dejó escapar la ocasión de sumar dos puntos ante su afición.
La derrota deja al SANICENTRO Balonmano Guadalajara en el mismo punto: sin estrenar su casillero, pero con la confianza de que aún queda margen para crecer y que, una vez recuperados los efectivos clave, el equipo podrá competir de otra manera.