Los trabajadores de la empresa Caobar se han concentrado en la Plaza Mayor de Guadalajara, coincidiendo con un Consejo de Administración de los accionistas que se está celebrando en una notaría con sede en esta plaza, para visibilizar su malestar ante su situación laboral: inmersos en un ERTE con impago de nóminas y atrasos, y denunciar la falta de información por parte de la empresa, que desde el mes de diciembre de 2024 se encuentra en concurso de acreedores voluntario.
“Estamos aquí para que nos vean y para mostrar nuestro desacuerdo tanto con los impagos, como con la desinformación que tenemos por parte de la empresa hacia los trabajadores y al Comité que nos informan tarde, mal y nunca”, señala el presidente del Comité de Empresa, Javier Villa en declaraciones a El Decano de Guadalajara.
“Caobar no paga y no aporta solución. Secuestrados sin salida” y “Caobar, páganos lo que nos debes” son los lemas que se alzan en las pancartas, entre el ensordecedor chillar de los pitidos, que vienen a resumir la situación que padecen durante los últimos nueve meses parte de los trabajadores de esta compañía que explota las minas de caolín de Poveda de la Sierra y Peñalén y mantiene dos plantas de limpieza y tratamiento en Taracena (pueblo pedáneo de Guadalajara) y Poveda, con un total de 86 trabajadores.
Y es que, cabe señalar, tal y como denunciaba el presidente del Comité de Empresa, Javier Villa (CCOO) en una de las concentraciones celebradas a pie de fábrica, los 34 trabajadores de la planta de Taracena que entraron en diciembre en un ERTE parcial, por el que trabajaban 15 días y otros 15 se iban al paro, se correspondían con los puestos menos cualificados y de menor salario, quedando fuera los empleos de directivos, administrativos y de encargados, una situación que denunciaron una quincena de los trabajadores perjudicados y que se encuentra a la espera de juicio.
Los trabajadores de Poveda de la Sierra entrarían en un ERTE total el pasado mes de junio con fecha de finalización para el 7 de octubre.
El 26 de septiembre se agotaba el plazo que existía dentro del concurso de acreedores para que la empresa llegara a un acuerdo de quita con los acreedores, pero “no sabemos a día de hoy si se ha conseguido el porcentaje suficiente”, ya que según les han trasladado, la jueza habría ampliado el plazo en siete días más para informar, ante la indecisión de algunos de los acreedores de aceptar la quita.
A fecha de hoy, según Villar, la empresa ha saldado con los trabajadores el 30% pendiente de la paga extra de julio y entre un 10 y un 15% de la nómina de agosto, “por lo que nos siguen adeudando el 66% de la extra, el 85% de la nómina de agosto y el 100% de la de septiembre, más un porcentaje de los atrasos de 2024 y la subida de 2025 que no la ha hecho efectiva”.
De acuerdo con el representante sindical, la producción está prácticamente parada desde hace al menos diez días: “En agosto hemos trabajado algo, la primera de septiembre también, pero la segunda ha ido mal. No pagan tampoco a la empresa extractora, por lo que no trabaja, y esto es la pescadilla que se muerde la cola”.
Los trabajadores esperan que en los próximos siete días se pueda dirimir el futuro de la empresa y de sus puestos de trabajo, pero mientras tanto se lamentan de estar sumidos en una total incertidumbre : “Lo peor es la desinformación y la incertidumbre. Estamos sin saber lo que pasa y sin cobrar y esos es insufrible para la gente”, añade Villa.
Tal y como explica el presidente del Comité, “supuestamente” existiría un “fondo de inversiones que haría de prestamista para pagar la deuda -siempre que acceda a la quita- con lo que se quedaría algo de dinero para empezar a reflotar la empresa. Si esto se consigue, la empresa podrá salir adelante, pero si no, creo que desgraciadamente nos veríamos abocados al cierre y nos mandaría a todos al Fogasa”, sentencia Villa.