El grupo municipal de AIKE en el Ayuntamiento de Guadalajara empieza el otoño con un exilio cultural, tal y como ha señalado la portavoz de la formación, Susana Martínez, en una comparecencia a las puertas del Teatro Auditorio Buero Vallejo, lugar donde tradicionalmente se celebraba el Festival de Cine Comprometido de Guadalajara (Fescigu), que tendrá lugar entre el 8 y el 11 de octubre y que desde el año pasado viene celebrándose en Azuqueca de Henares por falta de apoyo del Consistorio arriacense.
“Esas son las políticas culturales del PP y de Vox, dejar el calendario de esta ciudad vacío de eventos y festivales que estaban asentados y consolidados, que aportaban a esta ciudad y que tenían una magnífica respuesta del público y que en menos de dos años han ido desapareciendo”, ha manifestado Martínez, refiriéndose también al Festival de Cine Lento, el Titiriguada y el festival de poesía Arriversos, “que tenía que haberse celebrado en septiembre”.
Martínez, que ha comparecido junto a Montse de la Cal, codirectora del Fescigu y Belén Sánchez, presidenta del Cineclub Alcarreño y miembro de Aike, ha presentado esta original inciativa que se desarrollba por primera vez el año pasado y que tendrá lugar el próximo jueves, 9 de octubre. La formación política fletará de nuevo un autobús que partirá las 19.00 horas desde la puertas del Teatro Auditorio Buero Vallejo, rumbo a Azuqueca de Henares para disfrutar de la sección oficial de cortometrajes del Fescigu y regresará a las 22.30 horas. Para poder participar en este autobús hacia el exilio cultural se debe reservar plaza en el correo electrónico aikencuentros@gmail.com o en el teléfono 623 18 84 37.
La portavoz de Aike ha destacado la buena acogida que esta iniciativa del Exilio Cultural tuvo el año pasado, que permitió que parte de los espectadores de esta ciudad disfrutaran juntos del Festival y el tono reivindicativo de esta propuesta para que “quien gestiona ahora la ciudad, PP y Vox, y el concejal de Cultura, Javier Toquero, revise cuál ha sido su trabajo en estos años y que cosas ha hecho para que la ciudad vaya a menos en programación cultural”.
Martínez ha recordado que el Fescigu llenaba cada año el Teatro Auditorio de Guadalajara “no sólo de cine, también de vida con el hall solidario y un montón de propuestas, mesas redondas, encuentro de cineastas y todo eso lo hemos perdido” y ha destacado que se trata de un festival con una amplia trayectoria, de 23 años, que además es preseleccionador de los Premios Goya y otorga un premio relacionado con esta ciudad denominado Miguel Picazo.
Por su parte, la codirectora del Festival, Montse de la Cal ha señalado “la vergüenza que siente el Fescigu cada vez que vienen profesionales de la industria del Cine y preguntan qué ha ocurrido”. “El Fescigu sigue en shock y no sabemos lo que ha pasado”.
Tal y como relata la representante del Festival, hace dos años, después de que ascendiera al Gobierno de la ciudad el equipo de PP y Vox, “tuvimos todo el apoyo del mundo, la alcaldesa subió al escenario y el concejal estuvo en ruedas de prensa, en el photocall, acompañándonos prácticamente todos los días. Todo fueron facilidades y fue maravilloso. Venía todo rodado de la legislatura de Alberto Rojo, pero ellos hicieron los últimos meses y fueron muy cercanos, pero pasó el festival y ya no hubo más comunicación. Nos tuvimos que enterar por la prensa de que al año siguiente ya no había nada en los presupuestos para sostener el festival”.
“Es muy grave porque no sólo ocurre con el festival, sino con todo. No hay cercanía, no hemos podido volver a hablar, no ha habido ningún acercamiento en todo este año (…) Estamos perdiendo la cercanía de los políticos y del Ayuntamiento con la ciudadanía, estamos llegando a un despotismo y a un ordeno y mando…”, añade.
De la Cal ha recordado también que el Festival nació con un Gobierno del Partido Popular, bajo el mandato de José María Bris: “Hemos pasado legislaturas con Antonio Román y hemos seguido adelante. No es cuestión de colores, ni de política. De hecho, si vieran el programa podrían comprobar que el Fescigu no tiene afiliación a ningún partido político”.
A preguntas de El Decano sobre la posibilidad de regresar a Guadalajara en un futuro, la codirectora del Festival ha manifestado que “no sabemos qué va a pasar. Nos iremos adaptando. Ojalá hubiera una revisión del Ayuntamiento y un acercamiento, pero desde luego, que en Azuqueca, con lo bien que nos ha tratado el Ayuntamiento, lo fácil que es y la buena disposición, seguiríamos de alguna manera estado allí. Es decir, que aunque volviéramos a Guadalajara, parte del Festival seguiría estando en Azuqueca porque ya es parte del Fescigu”.
En este sentido, De la Cal ha valorado la buena acogida del público azudense que según afirma ha tenido “una respuesta maravillosa”: “Necesitaríamos un espacio más grande porque ahora viene el público de Guadalajara, el que se puede desplazar, porque hay mucho que no puede, porque hay gente mayor, en silla de ruedas…y ahora además tenemos el de Azuqueca”.