Emotiva jornada de hermanamiento de docenas de clareños
Por Jesús S. Gaitán
¿Fervor? ¿Tradición? ¿Costumbre? Es igual. Un año más docenas de clareños se arremolinaron a los pies de la Virgen del Rosario para implorar su protección y, de paso, unir sus vidas durante una jornada inolvidable.
Benito, el alma máter de Clares, y su hijo Alberto destacaban que "este año ha venido menos gente pero los que estamos haremos lo posible para rendir a la Virgen del Rosario el tributo que se merece ".
Por su parte Alejandro , alcalde de Maranchón y por tanto de su pedanía Clares, incidía en "'el placer que siempre me produce estar en Clares".
A la conclusión de la misa celebrada por el párroco Fernando Rojo, los clareños llevaron en procesión a la Virgen por las calles del pueblo al son de la música que interpretaron... José Luis Lorenzo, al saxofon "de los musicos de toda la vida"; Andrés Berlanga ,al bombo, y Antonio Bueno al tambor.
Tras la procesión, los rezos y los cantos llego la hora de reforzar el hermanamiento entre los clareños en torno a una excelente comida popular en la que ¡¡Oh milagro!! ¡No hubo paella!.