El Estado, a través de la Sepi y el Frob, sigue elevando su posición en un mercado español controlado por la inversión extranjera, mientras los inversores nacionales reducen su porcentaje a su menor nivel en 32 años
El índice Ibex 35 va camino de cerrar el ejercicio en máximos absolutos. Su récord histórico procede de finales de 2007 cuando el selectivo español alcanzó los 15.945 puntos. En este año, acumula una revalorización de más del 35%, tres veces más de lo previsto por los analistas a principios de año.
A ello se suma la alta rentabilidad por dividendo, con una remuneración al accionista del orden del 4% que supera a la de los principales indicadores europeos y a Wall Street. Sin embargo, los minoristas españoles se están quedando al margen de todos estos beneficios. Unas cifras afianzadas por la positiva evolución de la economía española.
Los inversores internacionales se han consolidado en lo que va de año como los mayores propietarios de la Bolsa española, aunque su participación se ha reducido ligeramente. mientras que la de las familias españolas se ha reducido a mínimos de 32 años y la del sector público se ha elevado hasta su nivel más alto en 27 años.
Conclusiones que se desprenden del reciente Informe de Propiedad de las Acciones publicado por el Servicio de Estudios de BME con datos a cierre de 2024. A esa fecha, la participación de los inversores internacionales en la Bolsa española rondaba el 48,7%, tres décimas por debajo de la cifra registrada un año antes.
Dentro del grupo de los inversores foráneos destacan los institucionales. Al cierre del primer trimestre de 2025, según los datos de la consultora FactSet, un total de 8.634 fondos privados participaban en el Ibex 35, con un valor de mercado de 207.300 millones de euros. De ellos, el 70,7% del número de fondos y el 48,7% de la capitalización es de fondos europeos, mientras que los norteamericanos suponen el 25% del total y el 46,9% de la capitalización.
Según el informe, existen 72 gestoras con más de 500 millones de euros de participación en el selectivo español y, de ellas, once poseen en sus carteras acciones de todas las compañías del Ibex 35. Por grupos, una vez más vuelve a destacar BlackRock con inversiones por valor de 32.395 millones, seguido de Vanguard (22.989) y Capital Group (14.393).
El estudio pone en evidencia que la bolsa española sigue siendo atractiva para la inversión extranjera. El peso del capital internacional en las compañías cotizadas casi duplica al de las no cotizadas: 48,7% frente al 25%, tal y como reflejan los datos de las Cuentas Financieras del Banco de España. En las últimas dos décadas, el porcentaje de la propiedad foránea de las cotizadas ha crecido 11,6 puntos, frente a los apenas 2,7 puntos de las no cotizadas.
Por su parte, la participación del sector público en la Bolsa española marca máximo de los últimos 27 años y llega hasta el 4,1%, ocho décimas más que el año anterior. A través de entidades como la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enaire y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el Estado mantiene posiciones estratégicas en compañías clave como Aena, CaixaBank, Indra, Telefónica, Enagás y Redeia.
Por el contrario, la participación de las familias en la propiedad de las acciones cae hasta el 15,8%, su nivel más bajo en 32 años. El dato contrasta con los niveles alcanzados a finales del pasado siglo, cuando los inversores minoristas participaron ampliamente en las grandes privatizaciones de empresas públicas y su peso en la Bolsa española llegó a superar el 35%.
El informe del servicio de estudios de BME resalta la importancia de impulsar la presencia de inversores minoristas en la Bolsa, como persigue la iniciativa europea Saving and Investment Union (SIU). Un objetivo destinado a redistribuir la riqueza y participar de forma activa en el crecimiento económico que también comparte otros estudios como el informe de la OCDE sobre los mercados de capitales en España o el Libro Blanco de BME.
La estructura de la propiedad de las acciones españolas se completa con las empresas no financieras, con un 21,6% del capital total, tres décimas menos que el año anterior, las instituciones de inversión colectiva, que controlan un 5,8%, una décima menos) y los bancos que elevan su participación en cinco décimas para alcanzar el 4%.
Julio Muñoz. Periodista de información económica y experto en comunicación.