El sindicato CCOO advierte que estará vigilante para que esta operación no afecte al empleo ni a las condiciones de trabajo
El pasado 10 de octubre, BASF y los fondos gestionados por la firma de inversión Carlyle, en asociación con Qatar Investment Authority, informaban en nota de prensa sobre la firma de un acuerdo vinculante relacionado con los negocios de recubrimientos OEM automotrices, recubrimientos de repintado automotriz y tratamiento de superficies (BASF Coatings) de BASF.
El valor empresarial de la transacción asciende a 7.700 millones de euros y se espera que la operación se cierre en el segundo trimestre de 2026. BASF también reinvertirá en el negocio de recubrimientos con una participación del 40% y recibirá ingresos en efectivo antes de impuestos de aproximadamente 5.800 millones de euros al cierre de la transacción.
Según la nota de prensa: "La transacción anunciada hoy abre un nuevo capítulo de oportunidades para BASF Coatings, aprovechando el éxito de hoy y dando forma a un futuro aún más fuerte", en palabras de Anup Kothari, miembro de la Junta Directiva de BASF SE y responsable de la división de Recubrimientos.
Esta operación está causando inquietud entre los 600 trabajadores del centro de producción de BASF en Marchamalo, una plantilla que goza desde hace años de un clima laboral de gran estabilidad. El Decano de Guadalajara se ha puesto en contacto con el secretario provincial de CCOO -sindicato con una amplia represetanción en el comité de empresa-, Javier Morales, quien ha confirmado que la situación es de expectación: "Más que alarma, existe inquietud porque aunque BASF se queda con el 40% de la acciones no sabemos si va a afectar al empleo o a las condiciones laborales de los trabajadores".
Por ello, asegura que la representación sindical estará "vigilante" para que esto no suceda, "ya que se trata de una empresa que históricamente ha tenido unos niveles de empleo estable muy altos y esperemos que continúe en esta situación".
Morales ha confirmado que, de momento, el comité no tiene conocimiento de que se vaya a adoptar ninguna medida de este estilo, al menos a corto o medio plazo, aunque exige a la empresa que informe puntualmente a los representantes sindicales de cualquier movimiento.
En la nota de prensa conjunta enviada ppor BASF y Carlyle se afirma que "la continuidad del negocio para los clientes estará garantizada durante todo el proceso de transacción. De acuerdo con los requisitos legales y la práctica local, participarán representantes de las personas empleadas".