El IES Doña Blanca de Molina pone a prueba su Plan de Emergencias con un espectacular simulacro de incendio

En el simulacro de incendio, además de la comunidad educativa, participaron los bomberos del CEIS Guadalajara del parque de Molina, medios sanitarios del Sescam, la Guardia Civil y el 112

 

Suenan todas las sirenas. Bomberos, medios sanitarios y la Guardia Civil se desplazan al IES Doña Blanca de Molina, de la capital del Señorío, donde despliegan sus dispositivos de emergencias. Todo apunta a que se ha declarado un incendio, aunque desde el exterior no se observa ninguna columna de humo. Los alumnos ya han sido evacuados y los bomberos sacan del interior a una persona inconsciente en camilla ¿Qué está pasando? A pesar de este importante despliegue de medios, no hay motivo de alarma. Todo es una farsa. Un simulacro que pone a prueba el plan de emergencias y autoprotección del centro, prepara a los alumnos y al personal docente para el momento en el que sí haya una alerta, con un riesgo real, y mide los tiempos de respuesta y la actuación del dispositivo de emergencias.

 

“Todos los centros educativos, como hospitales, residencias, industrias, empresas, etc., tienen la obligación de tener un plan de emergencia y autoprotección, con un catálogo de riesgos y un plan de actuación en caso de todo tipo de siniestros que puedan ocurrir. Además, se detallan las distintas funciones que cumple el personal a la hora de hacer frente a cualquier tipo de incidencia. Dentro de este plan, existe un plan de emergencias interior, dirigido al personal docente y a los alumnos y otro exterior, que afecta a los medios en la intervención”, explican desde el parque de bomberos de Molina.

 

Una de las partes más importantes del plan, además de contar con un documento que recoja las funciones que realiza cada uno de los actores, es la implantación, que consiste en dar a conocer este plan a todo el personal, con una explicación detallada de cada una de las funciones y el protocolo a seguir en cada una de las posibles situaciones de emergencia (incendios, terremotos, fugas de gas, etc.). Dentro de esta fase de implantación es obligatoria la realización de un simulacro al año.

 

 

En esta ocasión, se ha simulado un incendio con una víctima herida de gravedad: una profesora que se encontraba en el laboratorio donde supuestamente se ha originado este incendio virtual. Además, una de las clases ha tenido que permanecer en el interior, porque “por parte de la emergencia o del responsable del aula, se ha determinado que la vía de evacuación estaba impracticable por humo o por cualquier otra circunstancia, por lo que se ha confinado a la clase en el aula, tapando todas las posibles vías de entrada de humo y pidiendo auxilio por la ventana, porque se ha comprobado que no había humo en el exterior”, indican desde el parque.

 

El Sescan práctica los protocolos del triaje en coordinación con los bomberos

En el ensayo ha participado el Servicios de Emergencias de Castilla-La Mancha, 112, el parque de bomberos de Molina del CEIS Guadalajara y los medios de emergencias del Sescam de Molina, con la UVI Móvil y varios directores técnicos ya que, según explican, desde el Sescam han querido aprovechar la ocasión para poner en práctica los protocolos del triaje “que consisten en seleccionar a los heridos en función de su gravedad (…) Al ser un colectivo muy numeroso, era una oportunidad muy buena para poner en marcha esos protocolos y, al mismo tiempo, comprobar la coordinación de los medios de bomberos y sanitarios, a la hora de manejar a cada uno de los afectados que puede haber en un incendio”, indican.

 

Desde el parque de Molina explican que se suele utilizar el incendio como emergencia en todos los simulacros porque casi todos los posibles siniestros tienen un momento de producción y no evolucionan: “Sin embargo, en los incendios siempre se puede prever una evolución por lo que siempre es el paradigma de simulacro de evacuación”.

 

Tal y como relatan, tras la primera alarma, todos los alumnos que se han podido evacuar han ido saliendo al exterior y los que no, se han quedado confinados en el aula; se ha realizado la llamada al 112, que ha movilizado a los medios externos, acudiendo bomberos, Guardia Civil y Sanitarios. “Los bomberos han entrado a la zona del incendios, mientras los sanitarios evaluaban si dentro de los evacuados había alguien que necesitara atención por el motivo que fuese: inhalación de humo, crisis de ansiedad, etc. Mientras tanto, han entrado los bomberos, han identificado la zona donde estaba el incendio; han confinado el aula; han podido extinguir las llamas; han ventilado la zona afectado por humo y han podido sacar a una víctima que estaba inconsciente en la zona donde se ha iniciado el fuego”, describen los bomberos.

 

Posteriormente, se ha ventilado la zona donde estaba el aula confinada para que pudieran ir saliendo los alumnos y el profesor responsable, al mismo tiempo que se daba aviso a los medios sanitarios para poder coordinar la salida de cada uno de los heridos, con el fin de poder valorar convenientemente la situación de cada uno de ellos en un primer triaje. A continuación, se ha ido trasladando a los heridos en función de su condición al puesto de mando sanitario. Dentro de las intervenciones de los sanitarios, también se llevaba a cabo una reanimación cardiopulmonar (RCP).

 

Finalmente, el ejercicio se daba por concluido con un pequeño análisis y evaluación del ejercicio de simulacro.