Ecologistas en Acción ha denunciado un grave episodio de contaminación en los ríos Berbellido y Jaramilla, afluentes del Jarama, provocado por el arrastre masivo de cenizas y lodos procedentes del incendio del Pico del Lobo tras las lluvias de los últimos días. Según el colectivo, “las aguas bajan totalmente negras hasta el embalse de El Vado, con las orillas cubiertas por la enorme cantidad de residuos arrastrados por la escorrentía”.
El embalse de El Vado, que forma parte del sistema que abastece al Canal de Isabel II en la Comunidad de Madrid, estaría recibiendo también esta contaminación, lo que agrava la situación. “Nos encontramos ante un desastre ecológico de grandes dimensiones que afecta no solo a la calidad del agua, sino también a la biodiversidad de los cauces”, señala la organización.
Ecologistas en Acción alerta de que el aporte de cenizas y lodos ha reducido “de forma alarmante” los niveles de oxígeno en las aguas del Jarama, el Jaramilla y el Berbellido, lo que puede provocar la desaparición de especies especialmente vulnerables como la trucha común y el mirlo acuático, además de los anfibios e invertebrados bentónicos que habitan estos ríos. “El daño puede ser irreversible si no se actúa con rapidez”, advierte la entidad.
El colectivo recuerda además que el río Berbellido había sido elegido como uno de los lugares donde reintroducir al desmán ibérico en el parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara, un proyecto de conservación que ahora podría verse seriamente comprometido.
En su comunicado, Ecologistas en Acción lamenta que este episodio “se podría haber evitado si se hubiesen construido diques de contención con los restos de vegetación quemada en los cauces que desembocan en el Berbellido y el Jaramilla”. Según explican, esta medida de emergencia es fundamental tras los grandes incendios forestales para evitar la erosión y el arrastre de cenizas hacia los cursos de agua.
El incendio del Pico del Lobo fue declarado extinguido el pasado 14 de octubre, tras más de tres semanas de trabajo y la quema de alrededor de 3.000 hectáreas de alto valor ecológico entre el parque natural de la Sierra Norte y la provincia de Segovia.
La organización ecologista también critica la gestión de la emergencia por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, asegurando que “la administración no respetó las recomendaciones de mantener activo el dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales, GEACAM, hasta al menos el 30 de septiembre”. A su juicio, esta decisión “se adoptó por criterios puramente económicos, sin tener en cuenta la grave crisis climática que atraviesa el país”.
Ecologistas en Acción ha anunciado que está elaborando un informe completo sobre las consecuencias del incendio y solicitará “la asunción de las responsabilidades políticas que correspondan”.