Tres piezas únicas del patrimonio municipal languidecen abandonadas a su suerte

Publicado por: Ana María Ruiz
02/11/2025 08:00 AM
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Imágenes: El Decano de Guadalajara.
Imágenes: El Decano de Guadalajara.

Las magníficas esculturas de mármol de Carrara de la Mariblanca y los emperadores Carlos V y Adriano, sucias y vandalizadas, continúan a la espera de que el Ayuntamiento de Guadalajara las ponga en valor. La única que se ha ‘salvado’ es la de Neptuno, restaurada el año pasado 

 

Guadalajara posee un indudable patrimonio histórico y artístico. Imponentes monumentos y edificios históricos de los que presume. Y con razón. Sin embargo, a ojos de los distintos gobernantes que han pasado por el Ayuntamiento de la capital a lo largo de los siglos XX y  XXI, la conservación de este patrimonio se ha limitado a algunas de las ‘joyas de la corona’, dejando de lado algunos elementos, considerados de ‘menor calado’ y que, sin embargo, son valiosas piezas artísticas a las que se ha abandonado a su suerte. 


Nos estamos refiriendo a tres magníficas esculturas de mármol de Carrara, propiedad municipal, que languidecen sucias, rotas y vandalizadas a pesar de su gran importancia: la Mariblanca y el emperador Carlos V, en el parque de la Concordia, y el emperador Adriano, en el Cementerio municipal. Cabe destacar que, junto al Neptuno del Jardinillo, son las únicas piezas de este apreciado y valorado mármol que se conservan en la ciudad. 


El deterioro de las mismas es más que evidente y da idea de la ‘importancia’ que para la Administración municipal tiene su correcta conservación y puesta en valor. 


Afortunadamente, de esta desidia por mantener y proteger el patrimonio se ha salvado la pieza más valiosa e imponente, el Dios de las Aguas, Neptuno, de 2 metros de altura, que fue objeto de un proceso de limpieza y restauración en 2024 por parte de la Concejalía de Patrimonio.

 

Según el estudio 'Los Carrara de Guadalajara', elaborado por el historiador Pedro José Pradillo cuando era técnico municipal de Patrimonio, esta estatua formó parte del patrimonio escultórico del palacio del Marqués de Montesclaros, que en 1833 pasó a ser la escuela de ingenieros. En 1884 pasó a adornar el actual parque de las Cuatro Estaciones y en 1969 fue llevada a su emplazamiento actual en la plaza del Jardinillo. 


Esta pieza, además de sufrir las inclemencias meteorológicas, el paso del tiempo y las deyecciones de las palomas, ha sido vandalizada en numerosas ocasiones: le han robado el tridente dos veces (2011 y 2014), le rompieron la mano y el antebrazo (2011) y fue restaurada en otras dos ocasiones en 2014 y 2016. 

 

Imagen: El Decano de Guadalajara.
Imagen: El Decano de Guadalajara.

 

Una Venus y dos emperadores, sin suerte

 

No han corrido la misma suerte las otras tres esculturas. 


El caso más sangrante es el de la conocida como la Mariblanca, una Venus de 1,5 metros de altura, ubicada en el parque de la Concordia, que fue decapitada en los años 80, siendo sustituida su cabeza por otra nueva. Hoy en día, esta Diosa del Mar se encuentra ‘escondida’ detrás de una pila de sillas, rodeada de sombrillas, en el recinto de un establecimiento de restauración, dentro de cuya terraza pasa totalmente desapercibida para los viandantes. 


El estudio de Pedro Pradillo no determina su origen ni su autoría, tan sólo que se colocó sobre el pilar de la fuente de Santo Domingo en 1867, donde estuvo hasta 1949, cuando se trasladó a su actual ubicación en la Concordia.

 

La Mariblanca, camuflada tras las sombrillas de un establecimiento de restauración, en la Concordia//Imagen: El Decano de Guadalajara.
La Mariblanca, camuflada tras las sombrillas de un establecimiento de restauración, en la Concordia//Imagen: El Decano de Guadalajara.

 

También en este histórico parque da la bienvenida a los paseantes la estatua del emperador Carlos V. Sus 1,90 metros dejan ver las múltiples mutilaciones que ha sufrido a lo largo de los años. Afectado por la humedades, luce sin nariz, con un dedo roto y sin su cetro. Ha sido objeto de burdas ‘reparaciones’. 


Desperfectos que son también evidentes en la escultura del emperador Adriano, situada en un parterre a la entrada del Cementerio municipal. Ha perdido el brazo derecho, parte de la barba, tiene el rostro desfigurado y, en ocasiones, la vegetación le llega por las rodillas. 


Ambas figuras fueron donadas al Ayuntamiento por la Academia de Ingenieros en 1868 y colocadas en su actual emplazamiento en 1917. 

 

El estado de deterioro del emperador Carlos V es evidente//Imagen: El Decano de Guadalajara.
El estado de deterioro del emperador Carlos V es evidente//Imagen: El Decano de Guadalajara.

 

Cabe destacar que se trata de cuatro esculturas que se sitúan en el entorno de los siglos XVI y XVIII, cuando reyes y nobles gustaban de colocarlas en sus jardines, tal y como estuvo de moda en la época, emulando las decoraciones de los emperadores romanos, quienes comenzaron a poner en valor el mármol de Carrara. 


Todo el prestigio de este mármol ha pasado a la historia por ser usado en obras maestras como el David de Miguel Ángel y el Panteón de Roma, entre numerosísimas obras de arte. 

 

Considerado por los expertos como el ‘oro blanco’, se trata de uno de los mármoles más apreciados por su blancura. De alta calidad, procedente de la localidad de Carrara, en la Toscana italiana. Su estructura cristalina y sus propiedades reflectantes convierten a esta piedra en una de las favoritas para la escultura y la decoración arquitectónica. 

 

En la actualidad, es uno de los materiales más nobles seleccionados por arquitectos y diseñadores de interiores para aplicarlo en el campo de los pavimentos de piedra natural y en el sector hotelero de lujo.  

 

Por tanto, atendiendo a la dejadez a la que están sometidas obras elaboradas con este material en Guadalajara, cobra importancia la conclusión del estudio de Pradillo: "Estos cuatro magníficos ejemplos de escultura fueron en un momento dado recuperado por los gestores responsables para disfrute de la comunidad. Pero no es menos cierto que ésta los ha abandonado al vandalismo callejero. Estas muestras de brutal ignorancia son debidas a una incultura secular que ha pretendido alejar a esa sociedad de su propia historia procurando el desconocimiento del valor de sus bienes". 

 

Una moción incumplida

 

El 27 de enero de 2023, estando en el Gobierno el PSOE y Ciudadanos, el Grupo Municipal de Unidas Podemos-Izquierda Unida presentó una moción al Pleno en la que se pedía la realización de un estudio "para la restauración de las estatuas más importantes de la ciudad" y que las mismas fueran llevadas a algún espacio musealizado "que tenga las condiciones adecuadas para su conservación", proponiendo la instalación de réplicas de las mismas en las calles y plazas de la ciudad. 


Además, se pedía la colocación de paneles informativos y QR para que los ciudadanos pudiesen conocer este patrimonio municipal. 


La moción se modificó eliminando el texto referente a las réplicas y fue aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos, incluidos el PP y Vox, hoy en el Gobierno. El concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, Javier Toquero, fue uno de los que levantó la mano en aquel Pleno. 


El Decano de Guadalajara se ha puesto en contacto con José Morales, portavoz local de Izquierda Unida y defensor de la moción en 2023, quien ha puesto de manifiesto su indignación ante el abandono que continúan sufriendo las esculturas: "Se aprueban las mociones y luego no se hace nada. No sé si tienen intención de hacer lo que se aprobó. Y es grave porque el que es hoy responsable de Patrimonio estaba ya de concejal y el estudio tan demoledor de las estatuas lo redactó Pedro Pradillo cuando era técnico de la Concejalía".


Morales hace énfasis en la necesidad de actuar cuando antes en estas estatuas, no sólo por su altísimo valor artístico, sino porque forman parte de la memoria y de la historia de la ciudad, que ha sido 'caprichosa' al nombrar como María Pacheco- líder comunera- la calle en la que se ubica la del emperador Carlos V: "Mucha gente desconoce el tesoro del patrimonio que tenemos. Las estatuas no se han restaurado ni se han puesto en valor, ni siquiera se han colocado los paneles informativos para que los ciudadanos y los turistas sepan ante lo que están”


Para el portavoz local de IU, el caso de la estatua de la Mariblanca es el más vergonzoso: "Es terrible. La Venus está detrás de las sombrillas de un restaurante. Esto es público. Es patrimonio municipal y está totalmente abandonado a su suerte", ha denunciado. 


Continúa insistiendo en que estas cuatro piezas no deberían estar en la calle expuestas al vandalismo y al deterioro. "Deberían colocarse en algún espacio museístico o en ese ambicionado Museo Municipal que nunca llega", sentencia. 

 

Respecto al coste de la restauración de las esculturas, no supondría un gasto excesivo para las arcas municipales. Reparar Neptuno -la más valiosa de las cuatro- costó  8.954 euros. Organizar desde la Concejalía de Turismo la semifinal nacional del Concurso Internacional de Paella Valenciana de Sueca en Guadalajara supuso a los guadalajareños un gasto de más de 17.000 euros. Echen ustedes sus cuentas de lo que podría haberse con hecho con ese dinero si se hubiese destinado a colaborar con Patrimonio en la recuperación de unas estatuas que podrían suponer un excelente atractivo turístico.


Duele que desde el Ayuntamiento se considere estas magníficas esculturas como simple mobiliario urbano. Incluso los bancos y papeleras son objeto de mayores cuidados al menor síntoma de deterioro. 


Se impone adoptar medidas para conservarlas, restaurarlas, recuperarlas para la ciudad y darles el valor que les corresponde. En definitiva, dignificarlas.

 

La Mariblanca fue decapitada en los años 80//Imagen: El Decano de Guadalajara.
La Mariblanca fue decapitada en los años 80//Imagen: El Decano de Guadalajara.

 

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