El conjunto alcarreño cierra el primer tramo liguero en la zona media-baja con 12 puntos y seis jornadas sin ganar, pero mantiene intacta la ilusión y la convicción en un proyecto que sigue asentándose en una categoría tan exigente como ilusionante
Diez jornadas después de su regreso al fútbol de bronce, el CD Guadalajara hace balance de un inicio de curso marcado por la mezcla de ilusión, aprendizaje y cierta irregularidad competitiva. El conjunto de Pere Martí, recién ascendido y debutante en la Primera RFEF, ocupa la decimotercera posición con 12 puntos (tres victorias, tres empates y cuatro derrotas) y un balance de 10 goles a favor y 13 en contra. Una cifra que lo sitúa a solo un punto del descenso, a cinco del playoff y a diez del liderato.
La foto es clara: el Dépor está compitiendo en una categoría compleja, tremendamente pareja, donde la diferencia entre mirar hacia arriba o hacia abajo es mínima. Y, aun así, el equipo ha demostrado que tiene fútbol, carácter y margen de crecimiento.
De un inicio ilusionante a un tramo más exigente
El estreno liguero dejó sensaciones muy positivas. Pese a caer ante el Tenerife, hoy líder destacado, el cuadro alcarreño mostró personalidad y capacidad para competir de tú a tú frente a un gigante de la categoría. Esa línea se confirmó inmediatamente después con tres victorias consecutivas que dispararon las ilusiones y situaron al equipo en puestos nobles de la tabla.
Sin embargo, la Primera RFEF no perdona y en las últimas seis jornadas el Club Deportivo Guadalajara no ha logrado sumar de tres. A ello se han unido dos derrotas consecutivas, la más reciente este sábado ante el Mérida en el Pedro Escartín (0-2), en un partido donde los blanquinegros aprovecharon sus opciones y los alcarreños no encontraron premio a su insistencia.
Pese a esta racha, la lectura no debe ser alarmista. El equipo sigue mostrando actitud y novel. Además, los morados vienen de lograr un impulso emocional importante en Copa del Rey, superando al Cacereño (2-1) y ganándose el billete para la siguiente ronda.
Un equipo en construcción y con identidad
Más allá de los números, este tramo inicial ha servido para algo fundamental: asentar la identidad del proyecto en Primera RFEF. Pere Martí y sus jugadores han logrado lo más complicado, demostrar en una categoría del empaque de la Primera RFEF que su condición de recién llegado no les pesa y que van a competir hasta el final.
En una liga donde cualquier error se paga caro y donde cada punto se pelea hasta el último segundo, el Dépor está demostrando que puede crecer y mirar hacia adelante sin complejos.