¡¡¡Atención usuarios de Cercanías de Renfe porque vienen curvas!!!. Entre el 22 y el 29 de noviembre, Adif tiene previsto el corte de las líneas C-2, C-7 y C-8 entre las estaciones de Azuqueca y San Fernando de Henares, debido a las obras que llevará a cabo en la infraestructura ferroviaria.
Renfe Cercanías Madrid ha programado cerca de 1.800 servicios de autobús para ‘facilitar’ la movilidad de los viajeros que, durante ocho interminables días, se verán obligados a subir del tren, montarse en autobuses y volver a subir al tren para llegar a sus destinos. Y lo mismo a su regreso.
Así, los usuarios habituales de Guadalajara y de las localidades del Corredor de Henares que cada día cogen el tren para ir a estudiar, trabajar, acudir a citas médicas o a realizar gestiones en la vecina Comunidad de Madrid, se verán afectados por lo que va a suponer todo un caos en el transporte ferroviario, ya de por sí bastante ‘tocado’, y que se va a dejar sentir también en el transporte por carretera, con un considerable aumento del tráfico entre la capital y Madrid.
Un problema más que sumar a los que ya padecen, día sí y día también, miles de viajeros de la red de Cercanías de Madrid a los que se les está causando no pocos perjuicios y a los que se les acaba la paciencia ante un Ministerio de Transportes que les deja tirados cada dos por tres.
A las continuas averías, retrasos, trenes suprimidos o parados en medio de las vías, convoyes hasta los topes donde los pasajeros viajan como verdaderas sardinas en lata o a los que incluso no pueden subir por 'lleno total', la falta de accesibilidad para personas con problemas de movilidad, la ausencia de climatización y un largo etcétera, se han sumado en los últimos meses los descarrilamientos de dos trenes, casualmente, con origen en Guadalajara.
Uno de ellos, el pasado mes de marzo, a la salida de la estación de Guadalajara, que afortunadamente no registró daños personales y, el más reciente, el ocurrido a la altura de San Fernando de Henares, con seis heridos.
Si a ello sumamos la escena surrealista que se vivió en mayo, con viajeros caminando por las vías para acceder a Atocha después de que una avería en la señalización obligara a parar un convoy durante casi una hora en la zona de Entrevías, ya estamos hablando de palabras mayores porque en todos estos casos se está poniendo en riesgo la integridad física e incluso la vida de muchas personas.
Falta de mantenimiento de las infraestructuras, trenes obsoletos, caídas de tensión en la catenaria y un sinfín de problemas derivados de la falta de inversiones y de una dejadez denunciable que repercute en la calidad de vida de unos usuarios que únicamente quieren llegar su trabajo, su centro de estudios, sus empresas o al médico con normalidad, sin tener que estar pendientes de las mil y una incidencias que se producen en la red de Cercanías.
Muchos viajeros, hastiados, se han visto obligados a optar por el vehículo privado, pero son cientos los que, por diversas cuestiones, sólo tienen la opción de utilizar un servicio lamentable que les resta tiempo de sus vidas, cuando realmente debería ser todo lo contrario. Los servicios públicos se prestan, vía impuestos (que no son pocos) para mejorar el bienestar de la ciudadanía. Pero de esto parece que no se han enterado aún en el Ministerio que dirige Óscar Puente.
El hartazgo se deja sentir con fuerza en redes sociales, donde a cada anuncio de retraso, corte o problema, son cientos los comentarios de viajeros que están al límite. Y muchos han decidido unirse para exigir responsabilidades.
Existe un colectivo ciudadano denominado Plataforma de Usuarios de Cercanías Hartos (Pucha), con miles de seguidores en redes sociales, que el pasado mes de marzo realizó una concentración en la Puerta del Sol de Madrid al grito de: ‘Por un cercanías digno’. Allí se leyó un manifiesto en el que se reclaman inversiones "urgentes y efectivas" ante el deterioro creciente del servicio ferroviario en la Comunidad de Madrid. Una situación que es, a todas luces, insostenible. Denuncian "la falta reiterada de inversiones imprescindibles para el buen funcionamiento del servicio y la seguridad de los usuarios”.
A este manifiesto ya se han adherido ayuntamientos de diferente signo como el de Alcalá de Henares (PP y Vox) o el de San Fernando (PSOE). Y la Plataforma continúa recabando apoyos.
Por ello, no estaría de más que los consistorios del Corredor, con Guadalajara y Azuqueca a la cabeza, se sumarán a este manifiesto para crear una gran red de apoyo, al margen de colores y reproches políticos, para defender a miles de vecinos de Guadalajara que necesitan un servicio de Cercanías seguro, puntual, eficiente y, sobre todo, digno.