El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reclamado este martes en Toledo “desterrar, lo más posible, a quienes han hecho de la violencia su bandera política” y ha subrayado que la sociedad española “ya dejó de ser neutra ante la violencia machista”. Así lo ha manifestado durante el acto de firma del nuevo Acuerdo de Coordinación Institucional y Aplicación de los Protocolos para la Prevención de la Violencia de Género y la Atención a las Mujeres de Castilla-La Mancha, un documento que considera “útil” y “fundamental” para seguir avanzando en la protección de las víctimas. Este acuerrdo, renovado por primera vez desde su firma en 2009, ha sido suscrito por el Gobierno regional, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, la Delegación del Gobierno de España, la Fiscalía, la Federación de Municipios y Provincias, el Consejo de la Abogacía y el Colegio de Médicos, con invitación expresa al Colegio de Enfermería.
Acompañado por la consejera de Igualdad, Sara Simón, García-Page ha recalcado la importancia del respeto entre instituciones como base para el correcto funcionamiento de los recursos destinados a combatir la violencia machista. Según ha señalado, “lo que hacemos los responsables públicos termina teniendo eco en los comportamientos ciudadanos”, y ha alertado del auge de discursos que “difunden violencia con rotundidad” en la escena nacional.
El presidente ha destacado además el carácter pionero de Castilla-La Mancha en materia legislativa. Ha recordado que la región fue la primera de España y de Europa en aprobar, en 2001, una normativa específica contra la violencia de género. Una ley que supuso “un salto brutal” y un punto de inflexión en la manera de abordar esta problemática. Desde entonces, ha apuntado, la sociedad española ha interiorizado que “existe un límite claro” frente a la violencia machista.
Por su parte, la consejera de Igualdad, Sara Simón, ha explicado que el objetivo principal de este documento es fortalecer y ampliar los protocolos existentes para ofrecer una respuesta “coordinada y lo más amplia posible” ante cualquier solicitud de ayuda. Ha insistido en que el mensaje que trasladan las instituciones es “importantísimo”: unidad frente al negacionismo y frente a los discursos que “deslegitiman la respuesta pública” ante uno de los principales problemas sociales.
Simón ha advertido de que es necesario “evitar fallos” para que la violencia de género no encuentre “una sola rendija por la que colarse”. Para ello, el acuerdo contempla la creación de una comisión de seguimiento regional y cinco comisiones provinciales que permitirán adaptar la respuesta institucional a la evolución de la violencia y a la incorporación de nuevas herramientas.
La consejera ha subrayado la necesidad de exigir más recursos y garantizar su correcto funcionamiento, pero ha alertado de los discursos que “generan miedo y desconfianza” entre las víctimas. Por ello, ha apelado a un “cierre de filas rotundo” a nivel político en defensa de las mujeres, sus hijos e hijas.
Con este nuevo marco de colaboración, Castilla-La Mancha reafirma su apuesta por una respuesta integral, coordinada y sólida frente a todas las formas de violencia que amenazan la igualdad y la convivencia democrática.
Por su parte, Milagros Tolón destacó que renovar el acuerdo contra la violencia de género en el 25N simboliza el compromiso firme con la protección, seguridad y libertad de todas las mujeres. Recordó a las 38 mujeres asesinadas este año en España —incluida Ramy, en Castilla-La Mancha— y a las 1.333 víctimas mortales desde 2003, afirmando que el mejor homenaje es seguir trabajando juntas las instituciones.
Subrayó que el acuerdo renueva y adapta los protocolos a la realidad social actual, y defendió la importancia de crear “espacios seguros para las mujeres en todos los ámbitos”. Agradeció particularmente el trabajo de los equipos profesionales que sostienen el sistema de protección.
Tolón remarcó el compromiso del Gobierno de España, reflejado en medidas como las concentraciones silenciosas por cada asesinato, la Ley de garantía integral de la libertad sexual, la ley de protección a la infancia frente a la violencia y la renovación del Pacto de Estado, dotado con 1.500 millones para los próximos cinco años.
Finalmente, puso en valor el apoyo del Ejecutivo a comunidades y ayuntamientos, recordando que Castilla-La Mancha ha recibido más de 22 millones de euros este año para políticas contra la violencia de género, y concluyó reafirmando la determinación del Estado de “no dar ni un paso atrás” en la defensa de los derechos de las mujeres.
Durante su intervención, García-Page también ha avanzado la próxima firma, el 3 de diciembre, de un gran acuerdo regional para combatir el bullying en el ámbito escolar, un fenómeno que “en muchas ocasiones tiene una connotación también machista” y que está creciendo “de una manera espectacular” entre menores. Este nuevo compromiso se desarrollará junto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Delegación del Gobierno y el resto de agentes implicados.
El presidente ha mostrado su preocupación por el aumento de los contenidos violentos accesibles para los jóvenes, especialmente a través de la pornografía, alertando del acceso “a edades brutalmente tempranas”, lo que, a su juicio, está generando “retrocesos y problemas de futuro”.