El Decano de Guadalajara, con el patrocinio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Instituto de la Mujer, ha celebrado esta mañana, en el Hotel Iris de la capital, la mesa-coloquio “Violencia Machista en la Era Digital”. Una interesante iniciativa que ha servido para perfilar, desde distintos enfoques, un problema muy complejo, con unas consecuencias atroces; identificar sus diversas patologías; y apuntar algunas soluciones, que requieren de una reflexión mucho más profunda y de una respuesta contundente por parte de todos los ámbitos de la sociedad.
Precisamente, tal y como recordaba la periodista, Carmen Ibáñez, responsable de presentar el acto, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha centrado su campaña con motivo del 25-N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, en la ciberviolencia, bajo el lema “#Yo No Comparto Violencia Hacia las Mujeres”.
Con este telón de fondo, El Decano de Guadalajara, con su directora, Ana María Ruiz como cicerone, ha querido generar un espacio para la reflexión sobre los retos que se presentan en este nuevo parafigma, así como los riegos, las consecuencias y las posibles soluciones, sentando a la mesa a diferentes agentes de la provincia de Guadalajara que trabajan a diario con estas nuevas formas de violencia machista, que afectan de manera muy preocupante a la población más joven: Raúl Renales, representante de la Asociación de Seguridad Informática de Guadalajara y jefe de Equipo de Ciberseguridad en la Administración Pública; Concepción Carrasco Caspio, directora de la Cátedra Isabel Muñoz Carabaca de la Universidad de Alcalá (UAH), que ha desarrollado numerosos estudios relacionados con la igualdad y la violencia de género en entornos educativos; Nicolás Valer Orden, presidente de ANPE, sindicato mayoritario de Educación; José Alberto Jiménez Sánchez, representante de la Delegación de Participación Ciudadana en la Comisaría de la Policía Nacional de Guadalajara y Aurora López García, psicóloga del Centro de la Mujer de Guadalajara.
La consejera de Igualdad, Sara Simón, que destacó el compromiso de este medio digital en la lucha contra la violencia machista y con la Igualdad, ya adelantaba en su intervención que pese a enfrentarnos a nuevas formas de ejercerla, se trata “de la misma violencia de siempre y se sustenta en los mismos roles, estereotipos y en la estructura de la desigualdad de siempre”. Para la responsable de Igualdad del Gobierno de Castilla-La Mancha, la violencia, que representa "la forma más extrema de ejercer la desigualdad” es también “compartir una foto íntima, es controlar, espiar o acosar a través de un mensaje de Whats App o crear un contenido íntimo con inteligencia artificial para humillar a una mujer, a una compañera de trabajo o de aula”.
Simón puso el foco en que la juventud de hoy en día son nativos 100% digitales, “personas que acceden a las nuevas tecnologías desde la cuna, mucho antes de que se alfabeticen y de que sean capaces de desarrollar un espíritu crítico que les permita distinguir lo que está bien, de lo que está mal”. Un sector de la población en el que “se pueden estar gestando problemas muy serios para el futuro”.
Por último, señaló los efectos perversos del negacionismo a la hora de hacer frente a una lacra a la que tiene que responder la sociedad en su conjunto. “Quiero acabar pidiendoos que acabemos con el negacionismo a todos los niveles: El negacionismo social, político y el institucional”, dijo la consejera, al tiempo que criticó medidas como eliminar los puntos violetas, la banalización de citas importantes para la lucha por la igualdad, programando con motivo del 25-N castillos hinchables o fiestas; escondiendo el morado en los actos institucinales o desprestigiando sistemas de protección para las mujeres. “Tenemos que poner pie en pared a estos discursos, porque nos estamos jugando el futuro de nuestra sociedad”. Simón concluyó recordando que el 51% de la población está constiuda por mujeres “que tenemos derecho a vivir en libertad, sin miedo a que nos agredan, nos acosen, nos humillen, nos cosifiquen, nos violen o nos asesinen y en eso nos tenemos que comprometer todos y todas”.
La directora de El Decano, Ana María Ruiz, antes de introducir a los invitados de la mesa, puso sobre la mesa algunos datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género que hablan de la magnitud del problema: “Más del 73% de las usuarias de Internet han sufrido acoso, control, amenazas o difusión no consentida de imágenes íntimas o sexuales”. Además, recordó, “se trata de una violencia que se ejerce las 24 horas del día, los 365 días del año” e hizo hincapié en que “está afectando a mujeres cada vez más jóvenes y está creando una legión de hombres maltratadores y acosadores, también demasiado jóvenes, por lo que lejos de avanzar se está restrocediendo en materia de igualdad”.
Ya metidos en el debate, el representante de la Asociación de Seguridad Informática de Guadalajara, Raúl Renales recordó que se trata “del mismo problema de siempre, pero en un nuevo entorno”, que permite el acceso a esa violencia con un mayor anonimato. Según Renales, en este paradigma digital encontramos el mismo patrón, con los mismos actores, que cada vez son más jóvenes.
Entre los ciberdelitos más frecuentes, destacó los relacionados con “la venganza del ex” que conllevan compartir contenido sexuales e íntimos sin consentimiento de la otra persona; otros tipos de acoso como el grooming, que ejercen personas adultas para contactar desde el anomimato con menores de edad y aquellos que utilizan la IA "para suplantar imágenes de compañeras, dotándolas de un contexto sexual y difundirlas, vulnerando completamente el honor de esas personas”.
Para el especialista en Ciberseguridad, los gobiernos tienen la responsabilidad de configurar un marco legal que permita bloquear este tipo de violencia digital y, en este sentido, señaló que la Unión Europea cuenta ya con una normativa bastante completa que está parcialmente traspuesta en España. También apuntó la necesidad de intervenir sobre la capacidad de los operadores de telefonía móvil y de redes sociales a la hora de reaccionar y bloquear este tipo de contenidos estableciendo, al mismo tiempo, mecanismos que agilicen las denuncias por parte de las víctimas.
No obstante, desde su punto de vista, la mejor vacuna para poner frento a este problema es la educación, tanto en el seno de la comunidad educativa, como en el entorno familiar, para que se haga un buen uso de las nuevas tecnologías: “Muchos de los talleres que hacemos en la Escuela de Padres van en ese sentido de enseñar a los padres cómo pueden ayudar a sus hijos a utilizar las nuevas tecnologías y a negociar el consumo y los tiempos y educar en una serie de valores como la igualdad, más allá de lo digital, con un concepto humanistico, que es la base para acabar con esta problemática”
La directora de la Cátedra de Igualdad de la UAH, Concepción Carrasco, destacó tres aspectos para comprender la dimensión del problema. El primero, el amplio espacio en que se desenvuelve, con redes sociales como Instagram que tiene 24 millones de usuarios, Tik Tok, con 19 millones y Facebook, con 21 millones: “Estamos hablando de la mitad de la población, no sólo de los usuarios jóvenes y si a eso le sumamos plataformas como You Tube, Whats App o los videojuegos tenemos el espacio digital en el que se está moviendo esta violencia de género, que es muy amplio”. El segundo, el incremento de la población joven que no es consciente de estar sufriendo este tipo de violencia que tiene unas consecuancias reales, por lo que es más difícil detectar y atajar el problema. Y en tercer lugar, el crecimiento de la violencia sexual en el ámbito del espacio digital.
La catedrática llamó la atención sobre dos fenómenos preocupantes: Por un lado, un informe de Save the Children que denuncia la prostitución digital encubierta a través de plataformas como OnlyFans. Por otro, la promoción de conductas de violencia sexual que se estimulan desde la Manosfera. Se trata de un movimiento digital masculino surgido en Estados Unidos y en Reino Unido, con cada vez más influencia en nuestro país, “que pontencia hacer conscientes a los hombres de que las mujeres hemos ido demasiado lejos. Hablan de tomarse la píldora roja, haciendo un guiño a la película Matrix, para tomar conciencia de que las mujeres se han pasado de la raya" y por tanto hay que limitar sus derechos y poner frento a las corrientes feministas.
Carrasco hizo hincapié en que las consecuencias de la violencia de género digital son tan reales como las de la violencia machista off line o tradicional. “Podemos pensar que no tenemos violencia física y no es verdad. Se promueven videos que potencian la autólisis y los suicidios; puede haber violencia económica, a través de extorsiones o chantajes, y violencia sexual mediante OnlyFans y otras plataformas”.
En el ámbito de las soluciones, señaló que existe una Estrategia Estatal para Combatir las Violencias Machistas y se está trabajando en un proyecto de Ley Orgánica para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales, que recoge tres medidas interesantes, como el consentimiento en entornos digitales, de la misma manera que ahora se habla del consentimiento a la hora de mantener relaciones sexuales; las trabas legales para transferir imágenes generadas por IA y el alejamiento on line.
Por último, se refirió a las soluciones que se deben abordar desde las diferenres esferas sociales, desde los cuerpos y fuerzas de seguridad, la educación o los entornos familiares.
Desde la Delegación de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, José Alberto Jiménez, habló del Plan Director que los cuerpos de seguridad llevan a cabo en colegios e institutos, en los que tratan temas como la violencia de género, prevención de delitos sexuales o los riesgos en Internet. Entre estos riesgos se refirió al sexting o el cibercontrol, que son técnicas de violencia de género. “El envío de una fotografía íntima no es delito, pero estás enviando una fotografía íntima a un chico que el día de mañana tiene un arma muy poderosa en su mano que puede dar lugar a la sextorsión, a la pornovenganza y al cibercontrol”
Señaló que los jóvenes tienen una perceptción del riesgo muy baja, al mismo tiempo que una falsa sensación de impunidad, cuando intercatúan en entornos digitales, como si las normas sólo debieran cumplirse en la vida: "No son conscientes de que están ejerciendo actos constitutivos de violencia de género", afirmó. En este sentido, señaló que el 66% de las conductas de violencia de género implican las tecnologías y el 60% de los jóvenes tiene como hobby el envío permanente de la ubicación, promoviendo el cibercontrol, sobre el que alertó de su alta incidencia y sus riesgos.
Finalmente, inisitió en la Educación como principal herramienta para acabar con la violencia de género, tanto a nivel afectivo, sexual y tecnológico.
Por su parte, el presidente de ANPE, Nicolás Valer, señaló la falta de mecanismos que existe en la comunidad educativa para detectar el problema y dar una respuesta efectiva e insistió en la necesidad de implementar la formación entre los docentes.
Por último, la psicóloga del Centro de la Mujer de Guadalajara, Aurora López, quien además es sexóloga, añadió un nuevos aspectos de la violencia de género en entornos digitales como es su perdurabilidad en el tiempo y el impacto que tiene en la salud mental de las víctimas, con manifestaciones como la ansiedad, la depresión, conductas de aislamiento, transtornos obsesivo-compulsicvos o incluso el suicidio. En este semtido, señaló la mayor vulerabilidad de las mujeres ante fenómenos como la sextorsión debido a factores culturales.
López explicó que desde el Centro de la Mujer, sostienen un Programa de Asistencia Psicológica a Menores de Víctimas de Violencia de Género con el objetivo de intervenir antes de que las personas usuarias puedan llegar a ser víctimas o agresores. Uno de los problemas que han detectado entre los niños y niñas mayores de 9 años es la falta de sueño como consecuencia de un exceso de pantallas, a lo que se añade la ausencia de control del contenido al que acceden. No en vano, la edad de acceso a contenido pornográfico se ha reducido a los 9 años, cuando “su desarrollo psicosocial no ha entrado en la madurez para entender una conducta sexual de ese tipo”, lo que puede desencadenar desarreglos sexuales o incluso conductas tan extremas como las violaciones en manada que están apareciendo en edades tempranas .
También llamó la atención el surgimiento de influencers maculinos entre la población joven, que promueven conductas de violencia machista dentro del caldo de cultivo de la Manosfera, una tendencia preocupante en edades en que la población adolescente necesita y busca referentes, que en este caso pueden resultar muy dañinos.