El SANICENTRO Balonmano Guadalajara confirma su despegue en el Santamaría

El conjunto alcarreño venció con autoridad a Bada Huesca (36-30), enlaza su tercer partido consecutivo sumando y abandona la zona baja para situarse en la decimotercera posición de la Liga ASOBAL

Nueva jornada y nuevas certezas para un SANICENTRO Balonmano Guadalajara que, poco a poco, empieza a reconocerse. La victoria de ayer ante Bada Huesca (36-30) no solo supone el segundo triunfo consecutivo para los morados, sino también la confirmación de que el equipo ha entrado en una dinámica positiva que invita al optimismo. El David Santamaría volvió a vibrar con una actuación sólida, madura y repleta de energía, que devuelve a los alcarreños a una zona de la tabla que ya permite mirar al futuro con otro ánimo.

El equipo de Juan Carlos Requena, que afrontaba el choque con bajas todavía relevantes, volvió a encontrar soluciones desde el carácter y el ritmo. Y esta vez, a diferencia de otras tardes, el Santamaría fue testigo de una versión ofensiva mucho más fluida, sostenida en un Ahmed El Khouga descomunal, autor de 13 goles, y en la capacidad del grupo para saber sufrir cuando tocaba y acelerar cuando el partido lo pedía.

Una primera parte de desgaste y resistencia

Aunque el marcador final pueda sugerir lo contrario, el encuentro comenzó cuesta arriba para Guadalajara. Bada Huesca entró más estable al duelo y encontró premio en sus primeros ataques, obligando a los morados a remar contracorriente desde el 2-4 inicial. La figura de Ben Tekaya, muy inspirado bajo palos, mantuvo a los oscenses por delante durante gran parte del primer acto.

El SANICENTRO BM Guadalajara, sin embargo, no perdió la compostura. Poco a poco, la defensa empezó a ajustar distancias y Nico García se fue haciendo grande en portería. Con El Khouga tirando del equipo en ataque y la dirección de Joan Blanco aportando claridad, los alcarreños lograron reducir la brecha, llegando al descanso con un 15-17 que dejaba todo abierto.

El Santamaría empuja y Guadalajara vuela

La reanudación cambió por completo el paisaje del duelo. En apenas tres minutos, los morados igualaron el partido y, acto seguido, se pusieron por delante por primera vez (18-17), desatando el entusiasmo del público. Fue el momento en el que el SANICENTRO BM Guadalajara mostró su mejor versión: intensidad defensiva, velocidad en la transición y un ataque mucho más preciso, capaz de encontrar soluciones tanto desde el lateral como desde el extremo.

El cuadro oscense trató de responder y llegó incluso a recuperar la iniciativa a falta de un cuarto de hora (22-23), pero Guadalajara ya había encontrado un punto de madurez competitiva que no ofreció dudas. Los morados resistieron el empuje visitante, se mantuvieron firmes pese a un tramo cargado de decisiones arbitrales discutidas y llegaron al último parcial con la convicción de que el partido estaba en sus manos.

El desenlace, esta vez, no tuvo sufrimiento: un parcial final demoledor, liderado por el acierto de Chiuffa desde los siete metros y la contundencia del colectivo, cerró el 36-30 y desató la fiesta en el Santamaría.

Un triunfo que impulsa y una clasificación que respira

Más allá del marcador, la victoria deja dos certezas importantes: Guadalajara suma ya su tercer partido consecutivo puntuando y, además, abandona los puestos de descenso para colocarse decimotercero.