El Gobierno de Castilla-La Mancha ha instado al cumplimiento íntegro del programa de medidas previsto en la planificación del río Tajo, tanto en el Plan de Cuenca en vigor como en el cuarto ciclo de planificación hidrológica (2028-2033) en proceso de elaboración. Así lo defendió la directora de la Agencia del Agua regional, Montserrat Muro, durante la reunión de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), celebrada este jueves en Madrid.
Muro subrayó la importancia de incorporar a la nueva planificación las necesidades y propuestas que Castilla-La Mancha presentará a los Esquemas de Temas Importantes (EpTi), en colaboración con los distintos sectores y agentes implicados. Según destacó, se trata de “un momento clave para el futuro del Tajo”, que requiere una revisión profunda del modelo de gestión de los embalses de Entrepeñas y Buendía.
La directora recordó que la Agencia del Agua está realizando una auditoría sobre el grado de cumplimiento del programa de medidas de las siete demarcaciones hidrográficas que afectan a la comunidad autónoma, que en total contemplan 6.500 actuaciones. Entre ellas, adquieren especial relevancia las correspondientes a las cuencas del Tajo, Júcar, Segura y Guadiana, por su mayor incidencia en el territorio castellanomanchego.
“Debemos centrar nuestros esfuerzos en que esos planes se cumplan, que las medidas se financien y en que se respeten los intereses de Castilla-La Mancha”, afirmó Muro, quien insistió en que el objetivo del Ejecutivo autonómico es “defender los intereses hídricos de nuestra región y garantizar un modelo justo y sostenible para el río Tajo”.
En este sentido, consideró imprescindible que la planificación aborde de manera específica el impacto del cambio climático, lo que exige desarrollar infraestructuras hidráulicas resilientes que garanticen tanto el abastecimiento y el regadío como la sostenibilidad del cauce. Recordó que dicho equilibrio depende también de la ejecución de seis sentencias judiciales relativas a la aplicación real de los caudales ecológicos y a la modificación de las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura.
Durante su intervención, Muro repasó algunas de las aportaciones ya realizadas por la comunidad autónoma a los documentos iniciales de la planificación. Entre ellas, la exigencia de una mayor depuración de las aguas residuales procedentes de Madrid para garantizar la calidad del agua a su paso por Castilla-La Mancha y cumplir así con la Directiva Marco del Agua.
También señaló la necesidad de que la planificación del Tajo reconozca explícitamente el impacto del trasvase Tajo-Segura sobre los recursos hídricos de la región, una cuestión que “en la actualidad no se contempla”.
Otras propuestas incluyen el establecimiento de reservas de agua para garantizar el abastecimiento completo de todos los ramales —presentes y futuros— del sistema de Llanura Manchega; la conexión Sorbe-Bornova para reforzar la garantía hídrica en los sistemas dependientes de los embalses de Beleña y Alcorlo; así como aportaciones de Salud Pública relativas a aguas de consumo, baño y regeneradas.
Además, la Consejería de Desarrollo Sostenible ha planteado medidas sobre los costes ambientales asociados a la demanda del trasvase, la presencia de especies invasoras como el mejillón cebra en el Tajo o la declaración de las aguas trucheras como zonas protegidas.
Durante la sesión de la Junta de Gobierno de la CHT también se presentó un balance de la situación hidrológica actual de la Demarcación, así como de los avances del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación y del Plan Especial de Sequía, que será sometido a votación en el Consejo Nacional del Agua.
Con estas aportaciones, el Gobierno de Castilla-La Mancha reafirma su compromiso con un modelo de gestión hídrica que permita el desarrollo socioeconómico de los municipios ribereños y del Tajo medio, al tiempo que garantiza la sostenibilidad del río a largo plazo.