El Colegio de Médicos de Guadalajara secunda la huelga para "defender la sanidad pública"

Javier Balaguer Recena ha señalado que "si no se reconocen los derechos de los médicos, baja la calidad del servicio y se puede poner en riesgo la salud de la población”

Decenas de médicos se concentraron hoy a las puertas del Hospital de Guadalajara como parte de la huelga convocada por el sindicato CESM, que se extiende hasta el 12 de diciembre. La movilización, respaldada por el Foro de la Profesión Médica y los colegios médicos, se produce en protesta contra el Estatuto Marco y busca visibilizar las difíciles condiciones laborales que atraviesa el colectivo médico.

El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara (Icomgu), Javier Balaguer Recena, asistió a la lectura del manifiesto y subrayó que esta huelga tiene como objetivo proteger la sanidad pública y garantizar la atención de calidad a los pacientes. “Estamos muy preocupados por la evolución de la sanidad pública y debemos entender estas acciones reivindicativas como una defensa de los pacientes y de la sanidad pública. Si no se reconocen los derechos de los médicos, baja la calidad del servicio y se puede poner en riesgo la salud de la población”, afirmó Balaguer. Reconoció que la situación genera complicaciones para los usuarios, pero aseguró que los servicios mínimos cubren urgencias y que las consultas y pruebas pendientes se realizarán lo antes posible.

Jesús Cuesta, vicepresidente del sindicato autonómico CESM, explicó que esta es la tercera movilización nacional contra el Estatuto Marco y que en Castilla-La Mancha se suma el descontento por la suspensión de la Carrera Profesional desde 2012 y la insuficiencia de plantillas. Según el sindicato, estas carencias provocan listas de espera y malestar entre los pacientes. De acuerdo con los datos de seguimiento, más del 40% de los profesionales que podían secundar la huelga lo han hecho.

En el manifiesto leído durante la concentración, los médicos denunciaron sentirse excluidos de la mesa de negociación que define sus condiciones laborales. Subrayaron que las decisiones sobre su trabajo son tomadas por otros colectivos sanitarios, sin representación directa del personal médico, y reclamaron una mesa propia de negociación. Entre sus principales demandas destacan: jornadas laborales equiparables al resto de trabajadores sanitarios, que todas las horas trabajadas computen para la jubilación, una reclasificación profesional diferenciada según responsabilidades y el reconocimiento de la Carrera Profesional, congelada en Castilla-La Mancha desde 2012.

El manifiesto enfatiza que la movilización no persigue fines políticos, sino que responde a la defensa de la profesión médica y de la sanidad pública: “Necesitamos un cambio notable en el modelo de gestión que ha demostrado no funcionar. No vamos a seguir despachando pacientes, queremos trabajar con dignidad. Salvar nuestra profesión y la sanidad pública gobierne quien gobierne”.

Así, la huelga de Guadalajara refleja un malestar generalizado entre los profesionales médicos, que reclaman atención a sus derechos laborales y profesionales, pero también buscan garantizar que la sanidad pública siga siendo un servicio de calidad para los ciudadanos.