EDITORIAL. ¿Feliz Navidad?

El mundo, España, Castilla-La Mancha y Guadalajara andan inmersos en la celebración de las fiestas navideñas. Unas fechas de reencuentros, familia, amistad, grandes comilonas y consumismo desmedido que deja más a las claras que nunca nuestro profundo egoísmo. 

Es irónico que mientras el significado cristiano de la Navidad -que no nos olvidemos que es lo que se conmemora en estas fechas, nos guste o no- es la celebración del nacimiento de Jesús, que fue enviado para traer salvación, la esperanza, el amor y la paz al mundo, los mortales nos empeñamos en teñir de negro este mensaje.

En cada paseo navideño, reunión familiar, de amigos o de compañeros de trabajo, escuchamos el tradicional “¡Feliz Navidad!”, pero deberíamos cuestionarnos si esos signos de exclamación no deberían cambiarse por los de interrogación.

Desde El Decano de Guadalajara no queremos aguarles las fiestas ni convertirnos en el Grinch de la Navidad, pero nos preguntamos para quién es esa felicidad que tanto deseamos en estos días.

-¿Para las familias de las 1.341 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2023 en España y de las 46 que llevan contabilizadas este año? 

 

- ¿Para los 65 niños y niñas menores asesinados, víctimas de violencia vicaria desde 2013, tres de ellos hasta el día de hoy?

 

-¿Para las miles víctimas del reguero de sangre en que ha convertido Israel la franja de Gaza? 

 

-¿Para los muertos en los conflictos de Ucrania, Siria, Sudán, Palestina, Irán, Haití y otros tantos conflictos que se producen en lugares que no somos capaces de colocar en el mapa?

 

-¿Para los miles de personas que en España no tienen para llegar a fin de mes, ni para encender la calefacción o que se ven obligados a dormir en las calles?

 

- ¿Para los inmigrantes que se juegan la vida en pateras y pierden la vida en un negro mar?

 

- ¿Para las víctimas de explotación sexual y laboral?

 

- ¿Para los jóvenes que no pueden labrarse un futuro ante una incertidumbre económica que no les permite acceder a una vivienda digna?

 

- ¿Para las personas que sufren racismo, homofobia o transfobia?

 

- ¿Para las familias afectadas por enfermedades mentales, raras o directamente mortales a las que la sanidad no es capaz de atender de forma efectiva?

 

- ¿Para los mayores que languidecen en soledad en residencias o en sus viviendas, ‘arrinconados’ cuando más compañía necesitan? 

 

- ¿Para……?

 

Pueden ustedes continuar rellenando esta lista que nos debería sonrojar porque la realidad es que habitamos un mundo que retrocede en derechos a pasos agigantados, está invadido por la desinformación, los bulos, los abusos, lo extremismos, la radicalización de la sociedad, el cambio climático, los conflictos geopolíticos, la inestabilidad económica, y un largo etcétera. 

 

Las luces navideñas no deberían hacernos olvidar que miles de personas no tienen la suerte de reunirse, besarse, abrazarse, sonreír, celebrar y desear a los suyos Feliz Navidad. 

 

Cuando medio mundo anda de celebraciones, no nos duelen prendas en amargarles las fiestas. Si aunque sólo por un momento les hemos hecho reflexionar, ya habrá valido la pena. 

 

Lo dicho ¿Feliz Navidad?