Los expertos recomiendan elevar la exposición del oro en cartera

Publicado por: Julio Muñoz
21/05/2023 08:00 AM
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Imagen: Pexels. Michael Steinberg.
Imagen: Pexels. Michael Steinberg.

En los primeros meses del año, los bancos centrales han comprado el metal precioso a un ritmo récord, disparando su cotización hacia los 2.000 dólares la onza troy. Muy cerca de nuevo de sus máximos históricos

 

 

El oro siempre ha sido considerado un activo refugio contra las incertidumbres. Sin embargo, durante la crisis de la covid ha estado perdiendo brillo ante la creciente competencia en este papel ejercido por las criptomonedas. Pero algo está volviendo a cambiar en el mercado en los últimos meses. La cotización de la onza de oro se está moviendo de nuevo en las inmediaciones de los 2.000 dólares, zona de máximos históricos.  

 

Un empuje que viene marcado por el ansia de los Estados por acaparar el metal precioso al ritmo más rápido observado en la última década. Solo entre enero y febrero de 2023, las compras colectivas de los bancos centrales superaron las 125 toneladas netas, la mayor cantidad desde que desde que los bancos se convirtieron en compradores netos en 2010 según un informe de Krishan Gopaul, del Consejo Mundial del Oro (WGC).  

 

Asía, con una cultura fuertemente vinculada al oro, ha sido una vez más la gran acaparadora en este arranque del ejercicio. Por países, ha destacado Singapur con la compra de 51,4 toneladas, seguida de Turquía con 45,5 toneladas y China con 39,8 toneladas.  

 

Por el contrario, apenas un puñado de países ha optado por reducir sus reservas de oro. Entre los vendedores netos destacaron Kazajstán, Uzbekistán, Croacia y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), aunque las compras en lo que va de año superan con creces a las ventas. 

 

La importancia geoestratégica del metal precioso  

 

Si se analiza la lista de los principales compradores, se observa que tres de ellos forman parte del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los cinco países emergentes con mayor potencial de crecimiento. En este sentido, destaca al aumento de la demanda de oro por parte de China ante el estancamiento del techo de deuda estadounidense y en medio de las actuales tensiones geopolíticas. No en vano, la inversión minorista en oro en el gigante asiático en este primer trimestre del año aumentó un 34 % interanual, según el último informe del Consejo Mundial del Oro de la industria minera, prolongando la recuperación mostrada tras la crisis de la covid. 

 

Esto hace temer a los economistas una creciente polarización por el control económico mundial entre Estados Unidos y China en un nuevo orden en el que el dólar pierde influencia. No en vano, por primera vez en la historia, la participación de los países BRICS en la economía mundial ha superado a la de las naciones del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), en términos de paridad de compra. 

 

Los expertos recuerdan que los BRICS están buscando acaparar oro con el fin de alejarse del dólar estadounidense, que ha sido la moneda de reserva mundial durante casi un siglo. El yuan chino tiene cada vez más peso en el comercio mundial y hay informes de que este grupo de países emergentes estarían buscando la inclusión de otras importantes economías emergentes como Arabia Saudí o Irán, entre otras, con el fin de desarrollar su propio medio de pago al margen del billete verde. 

 

Esta tendencia imparable hace que sea un buen momento para comprar. Los analistas empiezan otra vez a considerar recomendable para los minoristas pensar en invertir o elevar la exposición de la cartera al oro o empresas vinculada a él (empresas mineras) en el corto plazo. Todo ello con perspectivas de revalorización en un futuro no muy lejano, aunque la inversión en oro siempre ha sido considerada a largo plazo como la mejor fórmula para dar estabilidad a la cartera de inversiones. 

 

A la insistencia de los países emergentes por mantenerse como compradores netos, se unen además las débiles expectativas de la economía mundial para los próximos meses. Ahí donde el precio del oro resurge. La inflación pegajosa, la subida de tipos para contenerla, un sector bancario tambaleante y tensiones geopolíticas, son factores que llevan al oro a brillar de nuevo con luz propia y justifican un posible salto a máximos históricos. De hecho, una de sus principales ventajas, recuerdan los expertos, es su escasez y extraer lo que queda la Tierra es cada vez más caro y lleva más tiempo.  

 

España, escasas reservas de oro para la cuarta economía europea 

 

El pujante interés de los países emergentes pone de manifiesto, además, la diferente percepción que se está dando al oro en los países occidentales frente a los países asiático donde se percibe aún como el único dinero real frente a la moneda “fiat” que utilizamos todos los días y que no tiene valor intrínseco y solo es portadora de deuda.  

 

España, por ejemplo, cuenta con unas reservas de poco más de 280 toneladas después de vender casi 134 toneladas en 2007, un 32 % del total de 416 toneladas de reservas acumuladas por aquel entonces. Las reservas actuales equivaldrían a unos 14.000 millones de euros. Es decir, algo más del 1 % del PIB español, 1,3 billones de euros, en 2022. 

 

Las reservas actuales en las cámaras del Banco de España apenas suponen un 0,8 % de las más de 35.000 toneladas de oro que poseen los bancos centrales, según el World Gold Council. Una reserva modesta para la cuarta economía de la Unión Europea teniendo en cuenta las dimensiones geoestratégicas que parece estar empezando a tener de nuevo el oro.  

 

Julio Muñoz es periodista de información económica y experto en comunicación. 

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