Una buena noticia para acabar un año tan difícil

Mercedes Gómez Mena. Subdelegada del Gobierno de España en Guadalajara

Renace una cabecera de prensa histórica en Guadalajara y no cabe duda de que es una buena noticia. El Decano de Guadalajara se asoma de nuevo a la vida de nuestra provincia, esta vez desde la pantalla, para contarnos el día a día de sus gentes, su manera de vivir y también su manera de sentir.

Tras un paréntesis forzado por las convulsiones que provocó la crisis económica, cuyos efectos se dejaron sentir de manera tan severa en el sector de la prensa, vuelve adaptado a los nuevos tiempos para reencontrarse con la tierra donde siempre ha tenido firmemente asentadas sus raíces. Estoy plenamente convencida de que los profesionales que inician ahora la nueva andadura de El Decano van a ofrecer un producto de calidad, a la altura de la historia que esta cabecera tiene detrás.

Con todo, lo más importante no es la historia que ya está escrita, sino la que se va escribiendo cada día y la que queda por escribir. Por eso, el nacimiento -en este caso, renacimiento- de un medio de comunicación siempre es una buena noticia, porque amplía los márgenes de la pluralidad informativa, que es uno de los fundamentos de la democracia. El periodismo es una pieza clave del equilibrio entre los que ejercen el poder de cualquier tipo y los ciudadanos, voz de los que no tienen voz y altavoz de quienes defienden causas justas y legítimas.

Resulta especialmente destacable que ese horizonte informativo se amplíe en la prensa local, en la prensa de cercanía, la que contribuye a vertebrar el territorio al que pertenece y cumple un papel determinante en la búsqueda de la verdad más próxima a nosotros. Hace bien poco, se entregaba en Brihuega el Premio de Periodismo Manu Leguineche a la periodista Pepa Bueno, y podíamos escuchar cómo relacionaba precisamente la desaparición de la prensa local con la facilidad que están teniendo las “fake news” –las mentiras- para penetrar en la sociedad cuando no hay nadie que se encargue de contarle a la gente lo que pasa en su entorno más cercano.

Es también una buena noticia que surja una apuesta empresarial valiente que viene a crear empleo en un sector en permanente transformación y cada vez más complicado por la aparición de nuevos medios y nuevos formatos. Todo un reto en un ecosistema de por sí muy delicado, que además debe hacer frente a esa especie de periodismo sin periodistas, que entra en competencia directa por el producto informativo y comercial sin someterse a las mismas reglas del juego en el plano laboral o fiscal.

Por todo ello, este año que está a punto de acabar y que tantas malas noticias nos ha traído, ha tenido al menos el detalle de dejarnos en Guadalajara una buena para despedirse. Bienvenido El Decano y suerte.