Basura

Publicado por: El Decano
23/06/2023 02:10 PM
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Las dos imágenes que encabezan este editorial son de la semana pasada. Y las dos de Guadalajara capital. Concretamente, de nuestro río.

 

El pasado día 17, la Asociación de Vecinos Río Henares organizó una recogida de basuras en el tramo que va desde el Puente Árabe hasta el nuevo puente de Julián Besteiro. Esta actividad era una más de las incluidas en el programa de fiestas del barrio y con ello querían dar ejemplo y hacer hincapié en la necesidad de la limpieza del entorno. Desde aquí, nuestra enhorabuena. 

 

El resultado de esta acción fue llamativo por la gran cantidad de residuos de todo tipo que encontraron: botellas de plástico, latas, ropa, cristales, artículos de higiene femenina, bolsas, embalajes de restaurantes de comida rápida e incluso el tapacubos de un coche. Y, sobre todo, multitud de toallitas higiénicas enganchadas en la vegetación. 

 

Recientemente, el Programa de inclusión Socio Laboral para Mujeres financiado por la Junta y desarrollado por Accem Guadalajara también realizó una limpieza similar en la zona, prácticamente con los mismos resultados.


Y como colofón, el 14 de junio, los Bomberos colgaron en sus redes sociales el rescate de UNA MOTOCICLETA de alta gama que llevaba varios años desaparecida. Es decir, varios años bajo el agua del río.


Y todo esto se ha encontrado en sólo una semana en poco menos de dos kilómetros, lo que da idea de la cantidad de basura que, a día de hoy, se encuentra esparcida por un entorno fluvial como el del Henares, que atesora un gran valor medioambiental. Así, entre tanto desperdicio, luchan por sobrevivir numerosas especies autóctonas de fauna y flora que, por lo que se ve, apreciamos muy poco. 


Desde hace décadas una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento de Guadalajara ha sido la recuperación de la ribera del Henares. Comenzó con José María Bris como alcalde y continuó con Antonio Román. Bajo su mandato se utilizaron fondos europeos para convertir la zona en un espacio de paseo y esparcimiento para los vecinos. Con Alberto Rojo, se realizó una actuación complementaria de recuperación de la margen derecha que se tradujo en el arreglo de caminos y sendas y la instalación de zonas de ocio, merenderos, miradores y juegos infantiles, además de realizar siembras y plantaciones de diversas especies vegetales.


Sin embargo, el río y sus ‘habitantes’ deben de estar diciendo "¡Basta Ya!" y pidiendo a gritos a los vecinos de Guadalajara que se vayan a pasar su tiempo libre a casita y, de paso, esparzan en sus cómodos salones toda la basura que, hoy por hoy, arrojan a su ecosistema. 

 

El Proyecto Libera, creado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes con el objetivo de concienciar y movilizar a la ciudadanía para mantener los espacios naturales libres de basura, presentó en 2018 una nueva palabra para definir aquella basura que abandonamos en la naturaleza: ‘Basuraleza’. De sobra es conocido el impacto que provoca la contaminación generada por el hombre en océanos y mares. Pero la comunidad científica está alertando de que los ecosistemas terrestres están incluso más expuestos que los marinos. 

Los expertos han derterminado que la contaminación por basuraleza en tierra es, si cabe, aún más significativa y que las acumulaciones de los famosos microplásticos en entornos terrestres podría ser entre 4 y 23 veces mayor que en los océanos. Las consecuencias: la muerte directa de especies, foco de enfermedades, colonización por parte de especies exóticas invasoras, interactuar con la flora y modificar los comportamientos de la fauna, amenaza para la salud de la vida silvestre y, por supuesto, afección a la salud humana. 

 

En esta época en la que tan de moda se ha puesto la ecología ‘de boquilla’ y vamos a la compra con nuestra bolsita de rafia reciclada por aquello de contribuir a la conservación del medio ambiente, demostramos continuamente que somos incapaces de cuidar lo nuestro, lo más cercano, el único entorno natural que poseemos en la capital.


Pocas ciudades pueden presumir de tener dentro de su casco urbano un parque fluvial. Sin embargo, siendo unos privilegiados, no dudamos en arrojar nuestros desperdicios al lugar que da nombre a nuestra ciudad, a nuestro ‘Río de Piedras’. Aquí no vale con acusar de inactividad a las administraciones, que también. Conservar nuestro entorno es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. 


Hablando en plata, somos unos verdaderos guarros y no tenemos remedio. ¿O sí? Pongámonos a ello.

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