La debilidad de la economía China centra la preocupación en los mercados financieros

Los últimos indicadores y los impagos de la principal empresa del sector inmobiliario reflejan una enorme debilidad que ha forzado al banco central a rebajar sus tipos como medida de emergencia. Una delicada situación que compromete la estabilidad en los mercados financieros internacionales, en especial de los emergentes  

La moderación de los precios en Estados Unidos ha sido recogida con enorme satisfacción por los mercados de valores internacionales. Los analistas creen que la Reserva Federal tendrá ahora más complicad justificar la subida de tipos de interés prevista para septiembre, aunque algunos de sus miembros insisten en que los planes de la entidad no han cambiado. 
 

Con todo, las perspectivas de que se haya alcanzado ya un techo o se esté cerca de ello en las tasas de referencia ha elevado el optimismo general sobre el crecimiento mundial. Si bien es cierto que algunas grandes economías, como es el caso de Alemania, ya se encuentran en recesión por culpa de la ralentización de la demanda provocada por el alza de tipos, esta se prevé poco profunda y muy limitada en el tiempo. 
 

Por el momento, la mayoría de los bloques económicos están aguantando bien la presión y las probabilidades de una contracción del crecimiento son cada vez más bajas. Es más, desde el punto de vista estructural, los expertos de Eurizon Asset Management, prevén una expansión económica prolongada, impulsada por la tecnología y la rivalidad, liderada por Estados Unidos y China. 
 

En este sentido, no cabe esperar un impacto sustancial en la economía norteamericana, el gran referente mundial, tras el reciente recorte de la calificación de deuda a AA+ por parte de la agencia internacional de medición de riesgos Fitch. Un recorte muy criticado por el momento escogido, varios meses después del pacto de techo de deuda alcanzado hace unos meses por la administración Biden que ha servido de excusa para rebajar un grado el rating. 
 

Miedo al contagio en los mercados emergentes
 

Los mercados emergentes ocupan una posición privilegiada para beneficiarse de los efectos positivos de este nuevo contexto. Las previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional en su informe sobre las “Perspectivas de la economía mundial” de abril apoyan esta tesis. Así lo creen también en Eurizon; incluso cuando el crecimiento chino transite hacia un nuevo estado estancamiento marcado por la debilidad en sus exportaciones y con una fuerte presión sobre la demanda de dinero. 
 

Al respecto, el Banco Central de China se visto obligado a rebajar sus tipos de interés de manera repentina esta última semana con el fin de dinamizar la economía después de la progresiva ralentización registrada por los últimos indicadores de balanza comercial, empleo y producción. Una parálisis que puede afectar de lleno a las exportaciones de la zona euro.  
 

Todo ello con el añadido de los impagos del principal promotor inmobiliario del gigante asiático por problemas de liquidez. Los operadores temen un posible contagio al resto del sector con un efecto domino similar al ocurrido ocurriera en años anteriores. Una situación que complicaría aún más la situación del país. El sector inmobiliario representa una cuarta parte de la economía china.  
 

Por otro lado, en los últimos 18 meses se ha vivido una oleada inflacionista debido a una tormenta perfecta al cruzarse la creciente demanda tras las restricciones de la pandemia con la estrechez de los mercados energéticos provocada por la guerra en Ucrania.  
 

Con la inflación tocando techo y el inesperado recorte de los tipos de interés es probable que, así lo creen los analistas de Eurizon, el capital mundial empiece a dirigirse de nuevo hacia el gigante asiático. Cabe esperar que estas medidas revitalizan la depauperada economía del país para que China vuelva a liderar a los mercados emergentes. 
 

Un gigante con muchas debilidades 
 

En este sentido, la moderación del crecimiento en China ha sido un lastre importante para muchas economías de mercado emergentes en los últimos años. La reapertura de la economía china es uno de los acontecimientos más esperado para actuar de contrapeso de la ralentización del crecimiento en Occidente, pero también como impulso de la demanda para las exportaciones de los mercados en vías de desarrollo y de las materias primas. 
 

Hasta ahora, la estrechez de la recuperación en China ha sido desalentadora, lo que requiere un esfuerzo adicional por parte de los responsables políticos de Pekín para rejuvenecer el sector inmobiliario y, por extensión, la confianza y el consumo de los hogares. 
 

Los analistas de Eurizon se muestran optimistas en cuanto a la adopción de medidas políticas significativas que respalden el crecimiento. De hecho, no todo son malas noticias en China. Sigue siendo una economía de 18,5 billones de dólares que probablemente crezca a un ritmo superior al 5 % este año. Se espera que Asia represente el 70 % del crecimiento mundial, y gran parte de este procederá de China. . 

Julio Muñoz es periodista de información económica y experto en comunicación.