El Ayuntamiento de Pioz pone a excavar a sus vecinos para recuperar la historia de su castillo y fomentar la cohesión social

Publicado por: Marta Perruca
11/11/2022 01:05 PM
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Imágenes: Ayuntamiento de Pioz
Imágenes: Ayuntamiento de Pioz

Un total de 13 vecinos han participado como voluntarios en una pequeña campaña arqueológica en el patio de armas de la fortaleza, que ha servido además para consolidar algunos restos

El Ayuntamiento de Pioz ha puesto a excavar a sus vecinos para generar lazos de cohesión e identidad entre los habitantes de esta villa alcarreña y, al mismo tiempo, recuperar la memoria de su castillo y consolidar algunos de sus restos. El alcalde de este municipio, Juan Antonio Pende, tiene claro que “no se cuida lo que no se conoce” y qué mejor escuela para adquirir esos fundamentos que una pequeña campaña arqueológica en el principal monumento de la villa, en la que una docena de voluntarios han tenido la oportunidad de desvelar algunos de los tesoros que esconde el patio de armas de la fortaleza.

La burbuja inmobiliaria impuso un crecimiento horizontal de este municipio, que terminó aislando a sus vecinos en urbanizaciones. Al mismo tiempo, las previsiones de crecimiento, requirieron de infraestructuras urgentes para dar servicios a los nuevos vecinos, pero esas previsiones se desinflaron con el estallido de la burbuja, ahogando al Ayuntamiento en una deuda desorbitada que llevaba a este municipio a las páginas de la actualidad como el pueblo más endeudado de España en el año 2012. Tal y como relata el alcalde, Pioz es hoy un pueblo de unos 3.500 habitantes, de los que “alrededor de 400 personas residen en el casco urbano y, después, existen catorce urbanizaciones con 80, 800 e incluso 1.000 viviendas”.

Con este telón de fondo y consciente de ciertos problemas de vandalismo que han castigado a la fortaleza con la aparición de pintadas, Pende hace hincapié en la importancia de este tipo de iniciativas como herramienta de concienciación y cohesión vecinal: “Se podría decir que, socialmente, Pioz es un pueblo dormitorio y creo que no hay mejor manera de cohesionar a los vecinos que en torno a su castillo, que es el monumento más emblemático, el que se suele enseñar cuando viene alguien de visita”, comenta.

Al mismo tiempo, el alcalde explica que aunque, paulatinamente, van saneando las cuentas, la deuda que en su día se estableció en torno a los 7 millones de euros, no permite demasiados dispendios , pero “con muy poca dotación económica, vamos haciendo cosas, porque el casillo se lo merece y no podemos dejar que se nos caiga”, afirma.

De esta manera, con un presupuesto de 14.800 euros más IVA y el apoyo de la Diputación Provincial, una cuadrilla de 13 voluntarios se ha puesto a las órdenes de las arqueólogas Rosario Gómez Osuna y Elvira García Aragón en una pequeña campaña arqueológica que ha tenido dos semanas de duración. Esa dotación ha permitido, además, llevar a cabo algunas intervenciones para consolidar los restos. Según el primer edil, se han instalado algunos elementos de seguridad y se ha abordado una actuación para asegurar el arco de entrada: “Han hecho un encofrado de madera para evitar que se venga abajo, con el objetivo de abordar su restauración y conservación en el siguiente proyecto”, aclara Pende.

Asimismo, se ha instalado un atril con un panel informativo “donde la gente puede ver la información general del castillo y acceder, a través de un código QR, a un enlace que tenemos en la página del Ayuntamiento donde se describe el castillo y su historia y donde además pueden encontrar información sobre varias rutas senderistas que existen en el pueblo para visitar sus fuentes y la iglesia”.

Con esta primera fase el Consistorio quiere promover la realización de visitas puntuales y controladas, bajo la supervisión de guías, con el fin de que vecinos y visitantes puedan conocer ‘in situ’ la historia de esta imponente fortaleza: “Nos preocupa el tema de la seguridad, ya que hay caídas a distinto nivel y la puerta de entrada está muy deteriorada y existía riesgo de desprendimientos”, comenta el alcalde.

La intención del Ayuntamiento, según Pende, es “seguir dando continuidad a este tipo de proyectos e ir adecentando, en la medida de los posible, el castillo”. En este sentido, señala que de cara al año que viene se pretende llevar a cabo una nueva acometida, a través de un restaurador, para abordar la rehabilitación del arco de entrada y eliminar algunas pintadas que existen, fruto del vandalismo.

El regidor municipal recuerda que el Ayuntamiento presentó hace años un ambicioso proyecto ´de rehabilitación al 1,5% Cultural, “pero nos quedamos a la puertas de entrar”. No obstante manifiesta su intención de volver a optar a estas ayudas: “Con el nivel de deuda que tenemos nosotros no podemos asumir un proyecto de estas características por iniciativa propia, pero con el 1,5% Cultural presentamos un proyecto a 10 ó 15 años, que vamos a volver a pedir”, aclara.

Tras las huellas de un aljibe

Los trabajos arqueológicos se han centrado en el patio de armas del castillo donde, según Pende, un estudio previo con geo-radar había desvelado una estructura que en su momento se pensó que podía ser un aljibe. Finalmente, las excavaciones no han logrado arrojar luz sobre la existencia de ese aljibe “pero se han encontrado dos pequeñas estructuras y materiales de la época, como restos de vasijas, una pulsera de vidrio, lo que parece ser puntas de lanza, restos de animales que se han comido, etc…”.

Las propias arqueólogas explicaban sus primeros hallazgos, después de una semana de trabajo, a través de las redes sociales del Ayuntamiento, desvelando la aparición de los restos “de una estructura de ladrillos macizos y mortero de cal, junto al muro este del patio, así como fragmentos de recipientes cerámicos, algunos vidriados, dedicados al servicio de mesa, y otros ennegrecidos por el fuego usados como cacharros de cocina”.

Sobre el Castillo de Pioz

La página web del Ayuntamiento recoge una descripción pormenorizada de la historia y los elementos arquitectónicos de esta fortaleza, cuya construcción se iniciaba en el año 1460, bajo la dirección del arquitecto Lorenzo Vázquez, al servicio de la poderosa familia de los Mendoza, bajo el estilo de las casas fuertes italianas. Con ello, según recoge el Consistorio en su página web, “el proyecto trataba de aunar en un mismo edificio un recinto defensivo, seguro en caso de ataque, y una residencia palaciega, digna de su promotor”.

La página web del Consistorio continúa relatando que fueron los vaivenes políticos del reinado de Enrique IV de Castilla provocados por la llamada «cuestión sucesoria» los que provocaron que su promotor, Pedro González de Mendoza, en el mismo año, 1469 d.C., en que era nombrado Arzobispo de Sevilla, considerara la necesidad de incrementar su poder en sus dominios toledanos proponiendo al noble castellano Alvar Gómez de Ciudad Real, llamado el Viejo, secretario del rey Enrique IV, un trato consistente en el cambio de la villa de Pioz, con el ya iniciado castillo, junto a los lugares de El Pozo de Guadalajara, Yélamos de Arriba, Yélamos de Abajo y otros enclaves de la Alcarria, por la fortaleza y villa amurallada de Maqueda. Aceptado el intercambio, sus nuevos propietarios continuaron la construcción del proyectado castillo dando término las obras en los años finales del siglo XV d.C.

El declive definitivo de la fortaleza arranca en el año 1840 con el fallecimiento de Doña Vicenta de la Cerda y Oña junto a la supresión de los señoríos y la extinción de los mayorazgos en el año 1837, lo que propició la venta del castillo y la desaparición de la servidumbre de la localidad, iniciando una nueva etapa llena de altibajos económicos y sociales al compás de la propia evolución del país, situación que sufre una importante mutación en esta última década cuando se desarrollan en su término municipal diversas urbanizaciones residenciales, cuyos ingresos, junto a las aportaciones vecinales han posibilitado la compra del castillo y su recuperación para el patrimonio municipal.

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