Si algunos mirasen un poco más al pueblo

En la política española, el Partido Popular ha mostrado una posición que no entiende nadie, que no sabe ni explicar y que no han pensado nada más que en el odio directo a Pedro Sánchez en relación con la oposición a los tres decretos que se votaron ayer en el Senado (por sus señorías diputados y diputadas) que albergaban medidas fundamentales para la sociedad, desde la sostenibilidad financiera hasta la justicia social.

 

Temas, entre otros, tan importantes como las comisiones bancarias en ventanilla, la prohibición de desahucios vulnerables, la rebaja del IVA de los alimentos, la subida de las pensiones del 3,8%, las ayudas para el transporte público, las rebajas fiscales a la electricidad y la energía, o la reforma del subsidio por desempleo han sido despreciados por el Partido de Feijóo, sin mirar a la cara a quien más sufre y a quien más necesita de las administraciones para que intentemos resolver sus problemas.

 

En un momento en el que la economía se encuentra en un estado frágil debido a la pandemia y otros desafíos económicos, las decisiones políticas deben estar guiadas por el bienestar de la sociedad en su conjunto.

 

Votar en contra de medidas como la rebaja del IVA de los alimentos y la subida de las pensiones puede tener consecuencias negativas para las personas más vulnerables de la sociedad. La subida de la factura de la luz y la eliminación del acceso gratuito al transporte público pueden aumentar la carga financiera de los ciudadanos, especialmente aquellos con ingresos limitados.

 

En un momento en el que la pobreza energética es una preocupación importante, es esencial que los políticos busquemos formas de aliviar la carga económica de las personas, en lugar de tomar decisiones que podrían empeorar la situación. La subida de las pensiones es fundamental para garantizar que los jubilados y los pensionistas puedan mantener una calidad de vida digna, especialmente en un contexto de aumento de los costos de vida.

 

La votación en contra de estas medidas también plantea preguntas sobre las prioridades y valores del Partido Popular. ¿Están realmente trabajando en beneficio de la mayoría de la población o están protegiendo intereses particulares? Es esencial que los partidos políticos consideremos cómo nuestras decisiones afectan a los ciudadanos comunes y nos ayuden a trabajar en pos de la justicia social y la igualdad.

 

La decisión del Partido Popular de votar en contra de medidas que podrían afectar negativamente a la factura de la luz, las pensiones, el transporte público y el costo de los alimentos merece una reflexión crítica. Los ciudadanos tienen derecho a esperar que sus representantes políticos tomen decisiones que promuevan su bienestar y su calidad de vida, especialmente en momentos de desafíos económicos y sociales.

 

La política debería estar orientada hacia el bienestar de la sociedad en su conjunto, y es importante que los líderes políticos consideren cómo sus decisiones afectan a la población en general y a las generaciones futuras. La crítica constructiva y el debate son esenciales en una democracia saludable, pero es igualmente importante que los líderes escuchen y respondan a las necesidades y preocupaciones de sus ciudadanos. Y en ese juego no vamos a encontrar nunca al PP.

 

El papelón de PODEMOS

 

Unidas Podemos (UP), definitivamente, ha perdido el Norte. En sus orígenes, UP se ha posicionado históricamente como un partido de izquierda que defiende los derechos de los trabajadores y lucha contra la desigualdad. La votación en contra de un decreto que modifica el subsidio de desempleo nos hace plantearnos preguntas sobre la coherencia ideológica de este partido y si está cumpliendo con sus principios fundamentales.

 

La reforma propuesta parecía contener una serie de medidas que podrían haber beneficiado a las personas desempleadas y a aquellos que se encuentran en situaciones precarias en el mercado laboral. Simplificar los trámites administrativos para acceder al subsidio es una medida que podría haber facilitado el proceso para aquellos que necesitan apoyo económico durante un período de desempleo. Reducir el tiempo de espera para solicitar el subsidio después de agotar la prestación contributiva también habría sido una medida positiva para evitar periodos de vulnerabilidad económica.

 

La ampliación del número de beneficiarios al permitir que los menores de 45 años sin responsabilidades familiares puedan acceder al subsidio por agotamiento es una medida que podría haber ayudado a un grupo de personas que a menudo se enfrenta a dificultades económicas significativas. Reconocer el derecho de los trabajadores eventuales agrarios y los transfronterizos de Ceuta y Melilla a solicitar el subsidio también es un paso en la dirección correcta hacia la inclusión.

 

La ampliación de la cuantía del subsidio al 95% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiple (IPREM) habría significado un aumento en el apoyo económico para aquellos que dependen de este subsidio, lo que podría haber mejorado su calidad de vida y su capacidad para satisfacer sus necesidades básicas.

 

La posibilidad de que el trabajo por cuenta ajena y la percepción del subsidio sean compatibles durante un período de 180 días por cada nuevo empleo a tiempo completo o parcial sin reducción de la cuantía también podría haber incentivado la búsqueda activa de empleo, lo que en última instancia podría haber beneficiado a los desempleados y a la economía en general.

 

En definitiva, que hoy nos cabe la posibilidad de decir que VOX, PP y PODEMOS están juntos. Y encima, han unido sus fuerzas para, cada uno con sus intereses, dejar sin efecto la modificación de importantes medidas que hubieran generado una mejor indudable en la calidad de vida de los ciudadanos, a los que les tendrán que explicar el por qué. Y luego ya, si eso, hablaremos de la amnistía…

 

Rafael Esteban es secretario provincial de Organización del PSOE.