EDITORIAL. El señor de todos los trasvases y el pseudo Milei alcarreño

"Hola a todos, yo soy el león", esta fue la burda broma con la que el presidente de Vox Guadalajara y diputado regional, Iván Sánchez, arrancó el acto de precampaña de la formación verde en la capital este miércoles, en el que tomaron parte su líder nacional, Santiago Abascal, y el candidato al Parlamento Europeo, Jorge Buxadé. 

Su ‘minuto de oro’ haciendo suya la canción con la que el presidente argentino, Javier Milei, -"el gran Milei”, como le definió el señor Iván- suele arrancar sus intervenciones públicas, ya presagiaba en lo que se iba a convertir  el acto de marras. 

Ante un auditorio de no más de 300 personas y en un escenario escogido a conciencia para dar la imagen de ‘lleno absoluto’, lo que se preveía un mitin preelectoral más bien dio la impresión de tratarse de una reunión informal de amigotes. No faltaron las bravuconadas machirulas sobre las veces en que ellos están o no de acuerdo con sus mujeres en casa para comparar la relación de PSOE y PP en Bruselas y chascarrillos varios más propios de barra de bar que de un escenario electoral.  

El señor Abascal -selfie aquí y selfie allá- ya avisó nada más comenzar su discurso. "Vengo calentito del Congreso" y se despachó a gusto con la "derechita estafadora", el "puto infierno de la Agenda 2030", con la "manada de hipócritas y desalmados" del PP y el PSOE, con los "pseudomedios", las "ideologías infectas", los "ofendiditos" y, en general contra "la gente peligrosa". Sin comentarios.

Jorge Buxadé, también habló de "medios comprados" -de los suyos no, claro-, de unos lobos que quiere "que se coman a todos los ponys de Ursula von der Leyen"; de fresas y tomates "infectados” llegados de Marruecos, de “falsos refugiados”, de la inmigración como causa de todos los males, de las maldades del Pacto Verde y de los "fanáticos del clima", para concluir con un "el futuro es de los patriotas". Para enmarcar.  

En general, el nivel político del discurso fue de cero. Tan calentito venía Abascal del Congreso, que decidió calentar también los ánimos de los guadalajareños. De los que no fueron a su mitin, claro. Su rotundo “Sí” al trasvase arrancó los aplausos de los allí presentes, se supone que vecinos de una provincia que está harta de que le roben el agua desde el Levante desde hace 45 largos años. Indignante y toda una provocación hacer bandera de las políticas trasvasistas precisamente en nuestra tierra.

Vergonzoso fue el aplauso de tres de los cuatro concejales de Vox en el Ayuntamiento de Guadalajara allí presentes, Javier Toquero, Chema Antón y Víctor Morejón -sospechosamente, faltaba la que Abascal denominó en las municipales como "chiquilicuatre", la díscola Eva Henche-. Señores ediles ultras ¿Dónde queda aquel lema de campaña que tanto cacarearon -‘Cuida lo tuyo?- Suponemos que se lo han dejado por el camino en el intento de colocar a familiares en el Consistorio o tapando bocas a golpe de sueldo institucional. ¿O es que el agua de esta tierra no es suya también y no merece cuidados?

Al margen de los trasvases, de Guadalajara y del impacto de las políticas europeas en la provincia se habló poco. Sólo en tres ocasiones, las tres por boca de Buxadé. Se refirió a la caza. Lógico, es algo que afecta de forma muy directa a su jefe de filas y al paracaidista López Maraver -por si alguien no le conoce, que seguro, diputado nacional de Vox por estos lares-, que se pueden quedar sin practicar el deporte de la escopeta en nuestra tierra como tanto les gusta. Alertó de los peligros del futuro “centro de falsos refugiados de Azuqueca de Henares”. Y criticó duramente la Zona de Bajas Emisiones de la capital "impuesta a la ciudad con cuatro millones de euros de fondos europeos". Y ahí estaban, en primera fila, los tres concejales de Vox, con el primer teniente de alcalde a la cabeza, asintiendo y aplaudiendo con todo descaro y una total incongruencia. A lo mejor, en pleno éxtasis, no recordaron que ellos mismos levantaron la mano en un Pleno municipal para votar a favor de la implantación de la ZBE de la mano de sus socios del Partido Popular. De traca. 

En definitiva, un acto memorable que pasará a los anales de la historia de los mítines electorales de Guadalajara por el nivelazo intelectual de unos líderes que se erigen como los únicos y verdaderos patriotas por el único mérito de enarbolar la bandera de España como si no hubiera un mañana, entonar el himno nacional a pleno pulmón y pedir a grito pelado en el voto para sus candidatos a la Unión Europea. Una Unión en la que quieren imponer el negacionismo, el racismo, el machismo, el cierre de fronteras y un incendiario discurso de odio hacia los que la ultraderecha considera política, social y moralmente diferentes y, por tanto, enemigos contra los que hay que luchar en defensa de la Madre Patria y la Europa de las Naciones Soberanas. 

Un mensaje muy peligroso que trae reminiscencias de un pasado no muy lejano en este país, en este continente y en el mundo entero. 

Para echarse a temblar. 

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