Las dos vírgenes del Carmen de Molina de Aragón: "Miradas al pasado con ojos de hoy"

Publicado por: Marta Perruca
14/07/2024 08:00 AM
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El teniente de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía y Orden Militar de la Virgen del Carmen, José Luis Viorreta Medina, gran apasionado de la historia de Molina de Aragón, nos ayuda a desvelar algunos de los misterios de la imagen de la patrona de Molina de Aragón, cuyas fiestas se celebran el 15 y 16 de julio

 

Varios caballeros de la Cofradía y Orden Militar de la Virgen del Carmen de Molina de Aragón sacan la imagen de su ermita el día 7 de julio, mientras la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad, casi con toda seguridad, entona la Marcha Real o Himno de España. Pese a que entre una y otra fotografía dista un siglo, para cualquier molinés o molinesa será fácil reconocer el momento y captar su esencia en ambas instantáneas, pero posíblemente hay un detalle que se les escape.

 


Fiel a su cita con las redes sociales, José Luis Viorreta Medina, teniente de la Banda de Cornetas y Tambores del Carmen y apasionado de la historia de Molina de Aragón y su Señorío, compartía en su perfil de Facebook estas dos instantáneas. Desde hace años, ilustra a los molineses con pequeñas anécdotas y retazos de la historia de esta tierra y hace algunas semanas incorporaba a su repertorio una nueva temática, que ha denominado “Miradas al pasado con los ojos de hoy”, consistente en curiosas comparativas de su archivo fotográfico personal, en las que recoge imágenes antiguas enfrentadas con su correspondiente actual.

 


El pasado domingo, 7 de julio, se producía la tradicional bajada de la Virgen del Carmen desde su ermita, hasta la iglesia principal de Santa María la Mayor de San Gil. Una procesión que da el pistoletazo de salida a las novenas que veneran a la co-patrona de Molina, junto con la Virgen de la Inmaculada, entre el día 8 y el 15 de julio, la víspera de la Festividad, y como no podía ser de otra manera, José Luis Viorreta compartía estas dos fotografías del momento en el que la Virgen del Carmen abandona por primera vez la ermita.




A simple vista, la imagen tiene muchas similitudes, pero si se observa con atención se puede adivinar que, efectivamente, la esencia de la fotografías es la misma, pero después de un siglo, lógicamente, los porteadores se corresponden con otra generación, pero también la propia Virgen del Carmen ha cambiado.

 


Tal y como explica José Luis Viorreta en declaraciones a “El Decano de Guadalajara”, la antigua imagen del siglo XVIII se quemaba en un incendio el 3 de septiembre de 1930, durante la celebración de las Ferias de Molina. “Sobre las cinco de la tarde, cuando la gente estaba en los toros, se inició un incendio en la Ermita. El fuego no fue devastador para la edificación, pero sí que se quemó el altar y la imagen”.

 


De ello, se da  cuenta en las actas de la Hermandad: “Sobre las cinco y media de la tarde se dio aviso por los vecinos de la Ermita de Nuestra Señora del Carmen que había fuego (...) Los trabajos fueron inútiles, por cuanto la Virgen y el altar eran un montón de escombros y cenizas”. Más adelante, señala que el fuego fue debido a que una mujer, natural de Molina y vecina de Madrid, “pidió la llave para hacerle una visita a la Virgen y si se dejó una vela encendida al salir, sin darse cuenta. No se sabe lo que pasaría, que a la media hora de salir de la Ermita, la imagen y el altar eran un montón de cenizas”, relata así los hechos la Cofradía en su libro de actas.

 


“El coronel jefe, que entonces era Francisco Checa, puso la correspondiente denuncia en el juzgado y cuando las pesquisas apuntaron a esta mujer devota fue al juzgado y retiró la denuncia, puesto que no había sido incendiada de mala fe”, comenta Viorreta, al mismo tiempo que apunta que otra de las hipótesis que se barajaban en la época era que el fuego pudiera haber sido intencionado, dada la inestabilidad que existía en la década de los años 30 del siglo XX, que años más tarde desataría una Guerra Civil.

 


Las actas de la Hermandad recogen también una curiosa anécdota documentada una vez extinguidas las llamas: “En lo que fue la cabeza de la Virgen, se encontró un papel escrito en el que venía que el autor fue Don Juan Ruiz Amador, natural de Fuentelsaz (de este partido judicial) y vecino de Madrid, celebrándose una gran función religiosa el año de 1729, que fue cuando se colocó en su altar de la Ermita”.

Dos páginas del libro de actas de la Cofradía del Carmen que recogen el incendio de la ermita y la llegada de la nueva talla.
Dos páginas del libro de actas de la Cofradía del Carmen que recogen el incendio de la ermita y la llegada de la nueva talla.



“Juan Ruiz Amador era un imaginero muy reconocido, que tenía el taller en Madrid. Antonio Velázquez, hombre piadoso de Molina, y su mujer, Doña María García, sufragaron la ermita y encargaron la talla al imaginero más famoso de la época”, explica este molinés, que nos traslada a un texto que Luis Díaz Milián recoge en su libro: “Reseña histórica del extinguido Cabildo de Caballeros de Molina de Aragón, continuada con la de la ilustre cofradia Orden Militar del Monte Carmelo, instituida en la misma ciudad”, editado en el año 1886.

 


“Conocido era en la Corte por sus trabajos esculturales nuestro D. Juan Ruiz Amador, y frecuentado su taller por los caballeros aficionados a las buenas obras de arte, por lo que muchos vieron la preciosa Virgen; entre los que examinaron admirándola fue uno el Comisario general de Portugal, quién prendado de tanta belleza en el conjunto y en los detalles, pretendió adquirir aquella rica joya, por lo que llegó a ofrecer cuarenta doblones más del precio estipulado, con el objeto de remitirla a su Reino; pero nuestro paisano artista, fiel al compromiso adquirido y deseando que la obra más perfecta que saliera de sus manos fuese para Molina, negose terminantemente, renunciando a la mayor ganancia en beneficio de su País.El día 18 de julio de 1729, la Imagen de la Virgen del Carmen llegó a Molina de Aragón”.

 


“Este episodio no viene recogido en el libro de actas de la Cofradía, porque ésta no se funda hasta el 15 de mayo de 1740", comenta Viorreta, al tiempo que explica que "Luis Díaz Milián fue hijo y padre del marqués de Embid, pero él nunca fue marqués. Díaz Milián era juez y hombre polifacético y también fue teniente coronel de la Cofradía del Carmen a finales del siglo XIX y principios del XX y tuvo acceso a documentos que nosotros desconocemos, por lo que pudo relatar este capítulo”, aclara Viorreta.

 

Talla de la Virgen del Carmen de Molina de Aragón, junto con otro encargo de José Romero Tena para Alicante.
Talla de la Virgen del Carmen de Molina de Aragón, frente a otro encargo de José Romero Tena para Alicante.



La nueva imagen de la Virgen del Carmen


Por otro lado, cabe señalar que, en la misma acta de la Cofradía que recoge el suceso, se adjunta el bando del Ayuntamiento de Molina y la propia Hermandad, en el que se pide la colaboración de los molineses con el fin de recaudar los fondos necesarios para sufragar una nueva imagen.

 


Asimismo, en acta posterior con fecha de 21 de junio de 1931 se da cuenta de que “el día 7 del próximo julio, a las 6, será la bendición de la nueva imagen de Nuestra Señora del Carmen y después, la adoración de la misma por todos los hermanos y una vez terminada, se organice la procesión para su traslado a la iglesia de San Gil, para tener las fiestas acostumbradas”. En ella también se aprueba que "por mediación del Sr. Jefe, se le den las gracias al señor obispo por lo que ha contribuido para el arrglo de la Ermita"

Imagen: Wikipedia
Imagen: Wikipedia



Curiosamente, según Viorreta, cuando se quemó la talla del siglo XVIII se encargó una nueva imagen también a un imaginero muy famoso en la primera mitad del siglo XX, José Romero Tena, que tenía su taller en Valencia, ubicado en la calle Alboraya 29, desde donde salieron numerosas imágenes para la Comunidad Valenciana, pero también para otros puntos de España, como Andalucía, Asturias, Aragón, Castilla-La Mancha, sobre todo en la provincia de Ciudad Real y Castilla y León, donde su trabajo es muy apreciado. La mayoría de sus obras sucumbieron a la Guerra Civil, pero al término del conflicto se dedicó a reponer muchas de ellas junto a su hijo. Afortunadamente, este no es el caso de la talla de la Virgen del Carmen molinesa, que aunque poco conocida fuera de nuestras fronteras, no pasa desapercibida su gran belleza.


 

Dos estampas de la talla del siglo XVIII de Juan Amador. Imagen: Cofradía y Orden Militar del Carmen
Dos estampas de la talla del siglo XVIII de Juan Amador. Imagen: Cofradía y Orden Militar del Carmen

Fundación de la Ermita y Guerra de la Independencia

Como en estas tierres del Señorío no faltan los molineses ilustres, el historiador Ángel Ruiz Clavo, también comparte un curioso episodio relativo a la imagen antigua durante la Guerra de la Independencia a través desu perfil de redes sociales. Ruíz Clavo señala que la Ermita del Carmen fue fundada por Antonio Velázquez el 25 de agosto de 1729 y al día siguiente se traslada la imagen, mandada construir por el mismo fundador, desde San Gil, hasta la nueva ermita.

 

En esta fundación profundiza el célebre cronista molinés, Claro Abánades López, en un texto que fue objeto de uno de los post de José Luis Viorreta en su perfil de Facebook: “El Regidor Don Antonio Velázquez fundó en 1728 la ermita del Carmen con destino a Hospicio, dotándole con 19 casas de la calle del Carmen y dos rebaños de ovejas merinas.


La ermita se denominó anteriormente a esta fundación de la Fe del Carmen, y fue mandada edificar por el Reverendo Juán de Leonar Castillo, Abad del Cabildo eclesiástico, que dirigió a algunas señoras, a las que legó su casa, y continuaron ocupándola con austera vida.


Observaron la clausura y, luego, dos religiosas fueron a Madrid en septiembre de 1677 a solicitar fundación de Convento de Carmelitas Descalzas en Molina.

 

Esta Orden se encargó de la fundación, dando licencia para edificar un convento y las monjas lo abandonaron en 1689, al parecer por la frialdad con que consideraban las tierras del Señorío.


En Molina se tenía gran devoción hacia la Virgen del Carmelo, y todos los años se celebraban en su honor festejos extraordinarios, que todavía subsisten, sufragados por la Cofradía Militar del Carmen.


Los testamentos de Antonio Velázquez y su esposa, Doña María García, dejaron fundada la obra pía de Carmelitas Descalzos, con la condición de que vivieran en Molina, en primer lugar, dos religiosos y un hermano, donado de Carmelitas de la provincia de Zaragoza para regir el Hospicio. Tomaron posesión de la ermita el 19 de febrero de 1739, que desempeñaron su comisión en el púlpito y en la asistencia a los moribundos, captándose las simpatías de la población y de los pueblos”.

 


En lo que se refiere al conflicto contra los franceses, el historiador molinés Ángel Ruiz Clavo señala que “los primeros síntomas comienzan a observarse en la Cofradía Militar durante la reunión que tuvo lugar el 7 de junio de 1808, cuando se solicita de los Hermanos que concurran a la ermita a elevar sus plegarias a Dios. Días más tarde ya se considera lo calamitoso de las circunstancias cotidianas. Durante los años sucesivos, los molineses huirán al monte cada vez que se acercaban los gabachos, que terminaron por prender fuego a toda la población a primeros de noviembre de 1810”.

 


El profesor explica lo que sucedió con la talla del siglo XVIII durante aquellos años convulsos, entre 1808 y 1814: “Según nos dejaron constancia documental en una entrega de cuentas por motivo de los gastos ocasionados con su traslado, los angelotes estuvieron guardados o escondidos en Campillo y la Virgen en Piqueras, desde donde la trasladaron a Molina dos personas (por su peso y distancia, es de suponer que en algún carro o carreta). Tal vez la depositaran en la Plaza de San Francisco y desde allí fuera traslada procesionalmente hasta su ermita, porque el padre guardián de los franciscanos celebró un servicio de acción de gracias por este motivo”.

 

 

Programa


Los principales actos des fiestas en honor a la Virgen del Carmen en Molina de Aragón tienen lugar los próximos días 15 y 16 de julio. Estas fiestas destacan por la gran vistosidad de las procesiones de los caballeros y la banda de la Cofradía y Orden Militar del Monte Carmelo o Cofradía de la Virgen del Carmen ataviados con uniformes marfil y grana. La procesión del 16 de julio está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional desde 1994 y se conoce popularmente como la procesión de los cangrejos por el color rojizo de sus trajes, aunque es un apelativo que no gusta demasiado entre los miembros de la cofradía. Otro de los actos que se celebran con gran fervor y tradición por los molineses es el canto de la salve que tiene lugar en torno a la medianoche, en la víspera del 16 de julio.

 


Lunes, 15 de Julio

 


09.30 horas: Rosario de la Aurora. Salida desde la Iglesia de Santa María la Mayor de San Gil.

 


18.00 horas: Concentración de los Caballeros en la Plaza Mayor.

 


18.15 horas: Solemne acto de Vísperas en la Iglesia de San Gil y desfile procesional para trasladar el Estandarte de la Orden al Ilustrísimo Ayuntamiento de Molina de Aragón, a fin de rendirle guardia de honor.

 


19.00 horas: Junta General en Santa María del Conde.

 


23.45 horas: Concentración de caballeros cofrades de la Orden en la Plaza Mayor. Seguidamente, bajada del Estandarte desde el Iustrísimo Ayuntamiento a la Plaza Mayor para su traslado a la Iglesia de San Gil, donde tendrá lugar el cántico de la Salve, bajo la batuta de Esteban Ruiz Blasco.

 


A continuación, en la Plaza Mayor, toque de oración interpretado por la Banda de Trompetas y Tambores de la Orden Militar, en memoria de los caballeros difuntos.

 


Seguidamente, fuegos artificiales en el cerro de Santa Lucía, sin la climatología y la normativa legal lo permiten.

 


01.00 Verbena Popular en la Plaza Mayor

 


Martes, 16 de julio

 


9.00 horas: Diana floreada por las calles de la ciudad a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía y Orden Militar de Nuestras Señora la Virgen del Carmen.

 


11.30 horas: Misa Solemne en la iglesia de San Gil y procesión con la imagen de Nuestra Señora del Carmen por las calles de la ciudad.

 


Seguidamente, desfile de los caballeros de la Orden en los jardines de San Francisco.

 


19.00 horas: Santa Misa en San Gil.

 


19.15: Concentración en la Plaza Mayor de los hermanos cofrades.

 


Seguidamente, en la iglesia de San Gil, festividad religiosa y procesión para trasladar la imagen de Nuestra Señora del Carmen a su ermita.

 


A continuación, desfile de los Caballeros de la Orden para escoltar la bandera con honores militares a la Plaza del Ayuntamiento.

 


Miércoles, 17 de julio

 


10.00 horas: Misa de Rueda en Santa María la Mayor de San Gil en sufragio de los hermanos difuntos de la Orden del Carmen.

 

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