La villa de Almonacid de Zorita se ha llenado de historia y de actividades en un fin de semana en el que su pasado calatravo ha tomado el protagonismo de calles y plazas, profusamente decoradas para la ocasión.
El Rey Alfonso VII en 1152 el Rey donó Almonacid al Conde don Ponce de Cabrera y en el año 1174 la vendió a don Pedro Martínez de Magan, siendo la mujer de éste, Doña Sancha Martínez, quien en 1176 donó la aldea a la Orden de Calatrava. A partir de este momento aparece Almonacid como una de las posesiones o lugares de la Orden de Calatrava.
Almonacid consiguió el privilegio, por parte del emperador, Carlos I, el 9 de junio de 1542, en Logroño, de reconocer que Almonacid seguiría por siempre perteneciendo a la Orden de Calatrava, y siendo por tanto de señorío real, sin poder ser enajenada a particular alguno. Para ello, el pueblo se comprometía a pagar dos millones de maravedís, (unos cinco mil ducados). Y, pese a que hubo diferentes intentos de compra, por parte de los descendientes de doña Ana de la Cerda, por ejemplo, nada ocurrió. De esa independencia presume, aún hoy, la villa de Almonacid, y es la que se pone en valor en el Mercado Medieval.
Con calor en las horas centrales del día, pero con un tiempo más agradable en las tardes, en incluso fresco por las noches, almorcileños y visitantes han podido disfrutar de un evento que ha sido el más concurrido de los últimos años.
El pasacalles del mercado arrancaba frente al Centro CeLA, para bajar, pasando por la puerta de la Ermita de la Virgen de la Luz, hasta la Plaza del Ayuntamiento, por delante de las exposiciones de instrumentos de tortura o de aperos de labranza. Bailarinas y gigante, los comepiedras, que asustaban y hacían reír a los niños a partes iguales, y los músicos y sus sones medievales recorrieron el viernes, a la caída de la tarde, por primera vez el Mercado Medieval. Gálata volvían a Almonacid en su formato de trío. Con su estilo musical ecléctico, que recoge desde antiguas cantigas y melodías medievales a la música más actual y contemporánea, propusieron a los almonacileños un viaje musical a través de diferentes culturas y países del mundo, siempre con reminiscencias orientales.
Le correspondió dar el pregón del mercado a Lydia López, concejala de Turismo del Ayuntamiento de Almonacid de Zorita. La concejala afirmaba que en el Mercado Medieval se iban a poder “ver a artistas, que esculpen estrellas en noches cerradas y a poetas que tejen sus versos sin pluma ni lana”, en alusión a la amplia programación que ha llenado, por completo, los tres días del evento.
Por su parte, el alcalde de Almonacid de Zorita, José Miguel López, daba las gracias a los almorcileños por su apoyo y colaboración, para dar, el viernes, por inaugurada la XV Edición del Mercado Medieval.
Articulados en torno a la Plaza del Ayuntamiento, por las calle de Natalio Gumiel Morago, y de Manuel Ballesteros, ofrecían diversión, restauración y todo tipo de mercaderías, llegadas desde puntos tan distantes como Galicia o Andalucía, y, en general de buena parte de Península Ibérica.