Hay quien dice que los sueños no se hacen realidad, sino que son verdaderos. Los sueños son ese libro de páginas misteriosas en las que cambiamos la realidad a nuestro antojo. No obstante, los sueños han sido considerados como una forma de contacto con la divinidad y con el deseo. Soñar es abrir una puerta a las ambiciones, esperanzas, miedos y fantasmas más allá de la pura lógica conectándose con su propia verdad.
Al comprender los sueños puedes entenderte mejor ya que te aporta conocimiento sobre ti mismo y puede servirte para mejorar aspecto de tu propia personalidad. Entender tus sueños es surfear por tu historia más profunda para acercarte a tus pasiones y vocaciones. Porque los sueños son reales y transmiten información, tienen impacto en las emociones y seguirás soñando hasta que los cumplas.
Hay un lugar real en el que no existe la violencia, ni las enfermedades mentales, ni los malos rollos y se conoce como el pueblo del sueño. La vida de sus habitantes gira en torno a los sueños, hasta tal punto que en el desayuno se juntan las familias para contarse qué han soñado la noche anterior y los mayores les cuentan a los más jóvenes cómo hubiesen actuado ellos en esos sueños. Luego, en la asamblea, se charla sobre los sueños más importantes de cada familia y los mismos determinarán los quehaceres del día, como fabricar una indumentaria o bailar una danza soñada.
Los habitantes del pueblo Senoi, que así se conoce a esta tribu, consideran que se puede ver el mundo a través del espíritu y que tienen como misión controlar los sueños. Estos tienen como objetivo diario enfrentarse a todos los peligros que aparezcan en sus sueños, incluso pidiendo ayuda. Además, piensan que no hay que quedarse cortos en los sueños placenteros, es decir, que hay que exprimirlos al máximo para alcanzar lo que uno desea. Los Senoi dicen que hay que reparar por el día lo acontecido de forma negativa en los sueños y convertir lo negativo en positivo. Desde ahí que cada persona puede convertirse en su propio maestro y es por ello por lo que deben encontrar un guía para el resto de su vida.
Dicho esto, tus sueños no tienen que ser los mismos de los demás, o de esos que te han catalogado de siempre entre los que tienen que ser o los que no. Para cumplir tus sueños tienes que actuar con determinación, decidir qué quieres e ir hacia ello definitivamente. Es verdad que en muchas ocasiones estamos atenazados por el miedo que nos impide tomar el primer paso. La clave aquí es respirar, visualizar tu objetivo y encaminarte hacia él.
El mundo está lleno de posibilidades infinitas y éstas pueden sorprenderte si estás pensando en alcanzar tus sueños. La vida está llena de sorpresas que nos esperan a la vuela de cualquier esquina, lo que hay que hacer es ser consciente de que te puede pasar a ti. Piensa en las personas que antes que tú soñaron con hacer algo y… lo consiguieron.
Si puedes soñarlo puedes hacerlo, pero seguramente tengas que pelear mucho por ellos. Piensa que estamos rodeados de ladrones de tiempo, ladrones de ilusiones y, también, de ladrones de sueños.
Lo que soñamos, a menudo, nos dice cómo estamos emocionalmente. A veces nos traen historias sin sentido que nos dejan pensativos. En ocasiones vienen sin significado y otras vienen cargado del mismo. Soñar es algo involuntario cuando lo hacemos dormidos, pero soñar también es algo bonito y necesario cuando lo hacemos despiertos.
Tenemos en nuestro interior una fuerza tal para hacer cualquier cosa que no somos conscientes de ella. Ahí entran en juego los sueños, las aspiraciones personales y las inquietudes. Por eso coge un papel y rellénalo con tus sueños, pero piensa firmemente en hacerlos desaparecer de esa lista. Los sueños no tienen que existir porque lo que tienes que hacer es cumplirlos.
Acuérdate para siempre de los senois, ese pueblo que no dedican más de dos horas al trabajo y que no tienen malos deseaos hacia nadie, que viven en la cooperación en vez de en la competencia y que son grandes creativos porque tienen muy en cuenta los sueños.
Nacho Redondo es coach, mentor de emprendedores, formador y conferenciante.
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