La Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha ha organizado una interesante actividad para este sábado, 21 de septiembre. Las inscripciones pueden realizarse hasta el viernes.
La berrea del ciervo ibérico, que tan sólo se produce una vez al año, entre septiembre y octubre, es uno de los espectáculos más bellos de la naturaleza. En este corto periodo de tiempo, el imponente sonido que emiten estos ungulados retumba en numerosos escenarios naturales de toda España.
En Guadalajara, el privilegiado entorno del Parque Natural del Alto Tajo, el espacio de la provincia en el que existe mayor población de ciervos, se convierte en el escenario privilegiado de las berreas y luchas entre machos, que rivalizan para atraer a las hembras, en plena época de celo.
Para poder disfrutar de forma organizada y dicáctica de este auténtico espectáculo sin perturbar ni molestar a los animales, la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha, dentro del programa 'Vive tu Espacio', ofrece la posibilidad de participar, este sábado, día 21 de septiembre, de la actividad 'Escucha la berrea en el Alto Tajo'.
Se trata de una ruta interpretada y gratuita dirigida a público de todas las edades que arrancará con una pequeña explicación de los tipos de ungulados que viven en el Parque Natural del Alto Tajo, explicando sus características y costumbres mediante materiales de apoyo como imágenes, cuernas, huellas, etc. Más tarde, se realizará un pequeño paseo nocturno para ubicarse en el punto donde se va a realizar la espera para escuchar la berrea.
La ruta comenzará a las 19:30 horas en el Punto de Información de Peralejos de las Truchas y tendrá una duración aproximada de tres horas.
Para participar, es necesario realizar inscripción. Los interesados pueden consultar toda la información pinchando en este enlace.
La berrea es un espectáculo único en bosques buena parte de la geografía española. Entre septiembre y octubre los machos del ciervo Ibérico, que el resto del año viven de forma solitaria o en pequeños grupos, bajan a bosques y dehesas de zonas montañosas en busca de un harén de hembras con las que aparearse.
Para ello, tiene que mostrar su poderío y lo hacen de dos formas. A través de un sonido gutural, casi ensordecedor, con el que mostrar su fortaleza a las hembras y como aviso a otros ciervos de que ese es su terreno. También suelen frotarse las cornamentas contra los árboles e incluso pueden verse luchas entre machos por conseguir a sus hembras. Este sonido es igualmente espectacular. Tras el apareamiento, el ciervo vuelve a su vida solitaria y, a finales de invierno, pierde su poderosa cornamenta, que crecerá más fuerte y grande hasta finales del verano.
Las pocas semanas que dura la berrea, los machos no comen, solo braman y defienden activamente su parcela y su harén. No viven más de 12 ó 13 años en condiciones naturales mientras que las hembras rondan los 20.
Las hembras que queden preñadas darán a luz a sus cervatillos pasados ocho meses de gestación y vivirán en manadas, separadas de los machos ‘alfa’, que volverán a buscarlas en otoño.
Cabe destacar que en España existe una gran población de ciervos. Hay estimaciones que hablan de entre 500.000 y 800.000 ejemplares. Según la información facilitada por Desarrollo Sostenible, en Guadalajara no existe un censo oficial, pero sí existen altas densidades de población, especialmente en el Alto Tajo.
El mejor momento para la observación de la berrea es la tarde-noche o el amanecer. Se trata de una especie muy huidiza, especialmente del ser humano, por lo que los especialistas y guías ambientales recuerdan que siempre que se observe la naturaleza hay que hacerlo con discreción y precaución. En el caso de la berrea, hay que extremar estos dos aspectos puesto que la presencia humana no debe de intervenir en un proceso natural de estas características.
No hay que acercarse demasiado a los ciervos, ya que su comportamiento en esta época es violento. Lo mejor es hacerlo en grupos reducidos para no hacer demasiado ruido y no molestarles.Los ciervos tienen el olfato muy desarrollado y detectan con gran facilidad la presencia humana, por lo que se recomienda observarlos desde la distancia. No será difícil verlos porque los ciervos se aparean en llanos y bosques despejados.
Desde la Red de Áreas Protegidas se recomienda a todas aquellas personas que acudan a las rutas interpretativas que, siempre, sigan las indicaciones de los guías, lleven algún tentempié, ropa y calzado cómodos, prismáticos, abrigo y bolsas para guardar la basura.
En caso de que se opte por disfrutar de la berrea de forma libre, los mejores lugares son los entornos de Peralejos de las Truchas, Taravilla y Orea, siempre siguiendo unas normas concretas para no molestar a los animales, respetar el entorno natural y, adoptar medidas de seguridad personal para evitar desorientarse o perderse en lugares poco conocidos.