Cancelaciones culturales, ideología, presupuestos y algo más

Publicado por: Gloria Magro
26/09/2024 08:00 AM
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Por Gloria Magro, colaboradora de El Decano de Guadalajara

 

Cultura, según la RAE, es el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar un juicio crítico. Se asocia a conceptos como educación, instrucción, sabiduría, ilustración y formación. Sus antítesis son la incultura y la ignorancia.

 

Entre ambos polos parece que se ha movido la ciudad de Guadalajara en el último año, desde que la alcaldesa popular Ana Guarinos designase al edil de VOX Javier Toquero al frente de la concejalía del área de Cultura del Ayuntamiento como parte del acuerdo de gobierno.

 

El último ejemplo es el recorte presupuestario que ha hecho inviable el Festival Internacional de Títeres y Artes Vivas de Guadalajara, cuyas representaciones deberían llenar de vida y color los jardines del Palacio del Infantado éste último fin de semana de septiembre. Y sin embargo, lo que se va a celebrar allí este sábado día 28 es un acto público de apoyo al Festival. Será la primera manifestación por los títeres y la cultural que tenga lugar en Guadalajara en "tiempos de exilio cultural", a decir de la oposición municipal.

 

A modo de precedente, en 2012 el Ayuntamiento del Partido Popular ya canceló lo que entonces se conocía como Titiriguada, uno de los eventos culturales de mayor arraigo y mejor acogida por el público guadalajareño. Lo que en su momento se vivió como algo inusual y extraordinario hoy sin embargo parece haberse instaurado como norma.

 

La muestra de títeres fue recuperada por la anterior Corporación socialista en 2019 y se venía celebrando desde entonces dentro del calendario de actividades de otoño, un calendario consolidado y efervescente que ha logrado mantener el tejido asociativo cultural de Guadalajara en continua actividad. Hasta ahora.

 

Primeras 'caídas de cartel' 

 

En los primeros presupuestos de PP y Vox se han caído de cartel el Festival de Cine Lento, el Festival Panorámico, el Festival Ke Kaña y el Festival de Cine Comprometido (Fescigu). Las causas, de un lado un repentino recorte en la dotación de los convenios que en la práctica hace inviable su presencia en la ciudad, obligando a sus responsables a buscar acogida en poblaciones vecinas, cuando no a cancelar los eventos o buscar financiación alternativa; y de otro, distintos problemas de tramitación de expedientes derivados del funcionamiento interno de la propia Concejalía, a decir de grupos políticos en la oposición como Aike, cuyo ejemplo más reciente sería la cancelación del ya veterano Concurso Fotografía de Ferias, sin que el Ayuntamiento haya dado razones más allá de una sorprendente incapacidad para tramitar su expediente administrativo.

 

Esto último estaría también relacionado con el cúmulo de titulares en los medios de comunicación que ha generado la Concejalía de Cultura este último año, ya sean la falta de presupuesto para libros en la Biblioteca Municipal Suárez de Puga -donde no se ha ampliado el fondo bibliográfico en los últimos dos años-, las carencias de mantenimiento de talleres de las Escuelas Municipales como el de Forja o el escándalo de las agresiones a funcionarios en el  Palacio de La Cotilla. En todos estos casos se puede apreciar una indolencia política y administrativa muy significativa, o así al menos lo percibe la oposición municipal.

 

Por encima de todo, lo más llamativo de esta Concejalía en su primer año de funcionamiento es la cancelación de la mayoría de los eventos culturales que estaban plenamente asentados. Los gestores del sector consultados para este artículo creen que detrás hay tanto una cuestión de carácter ideológico como un problema de presupuesto, sin obviar la falta de compromiso del propio equipo de Ana Guarinos.

 

En este sentido, la oposición va más allá y apunta a fallos de gestión que achaca no solo al concejal, Javier Toquero, sino también a los responsables del Partido Popular por su escaso interés en todas aquellas actividades que tienen en la denuncia y la crítica social su razón de ser.

 

Mientras, en un ejercicio de cirugía cultural que parece calculado, los presupuestos para 2024 mantienen e incrementan las partidas para algunas iniciativas, permitiendo así una viabilidad selectiva, como la del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, que recibe 90.000 euros anuales de las arcas municipales para el Maratón de los Cuentos, el Club Siglo Futuro, con una ayuda pública de 50.000 euros, y la Asociación Gentes de Guadalajara, que cuentan este año con 50.000 euros de presupuesto para las representaciones del Tenorio Mendocino del próximo noviembre.

 

Se da la paradoja de que al inicio de la legislatura y por estas mismas fechas, tanto el concejal como la alcaldesa publicitaron los mismos eventos que después decidieron no apoyar. De hecho, la primera toma de contacto entre Javier Toquero y las distintas asociaciones que este año han perdido el respaldo municipal no hacía presagiar un desenlace tan desolador, toda vez que en esas reuniones el edil trasmitió a sus responsables su sintonía y buena voluntad, en línea con lo manifestado por su formación durante la campaña electoral sobre su intención de desideologizar las actividades culturales. La realidad hoy en Guadalajara se ajustaría más bien a una situación de 'limpieza' en toda regla.

 

"Tenemos una ausencia absoluta de cultura, -opina la portavoz socialista en el ayuntamiento Lucía de Luz- con cero novedades. Todo lo que pueden destruir (PP y Vox) lo destruyen. Hay problemas en las Escuelas Municipales, problemas de personal. Son todo problemas porque no hay nadie al volante", afirma la edil.

 

Sobre la mesa, el último afectado por la tijera cultural, el Festival Internacional de Títeres, para sorpresa de su director, Alberto San Andrés. El Ayuntamiento rebajó a la mitad el pliego de condiciones de uno de los eventos de marionetas más importantes de España, sin aviso previo y a sabiendas de que la actividad contaba con el mismo despliegue artístico y logístico que en ediciones anteriores. "Ahora mismo (en Guadalajara) estamos sumergidos en la cultura de la cancelación, de censura cultural total. Se han caído todos los eventos locales luchados con tanto esfuerzo y tanto trabajo voluntario", opina San Andrés, mientras sopesa el futuro de Titiriguada -marca registrada, de su propiedad-, así como la del resto de actividades que han de reinventarse. "Desde que me dieron la noticia llevo dándole vueltas a como montar un festival independiente. La única forma que se me ha ocurrido es hacer un festival a la gorra. Y ahí también tendré problemas porque me toparé con la normativa sobre mendicidad que hay en Guadalajara".

 

Titiriguada 2023//Imagen: Isra Calzado/Mariam Useros. Cortesía Titiriguada.
Titiriguada 2022//Imagen: Isra Calzado/Mariam Useros. Cortesía Titiriguada.

 

La continuidad de este proyecto tal y como se conocía podría estar en un Off Festival paralelo la próxima edición. Desierto el concurso de este año, para 2025 el festival saldrá de nuevo a licitación, según ha anunciado ya el Ayuntamiento. De momento, las representaciones están aseguradas este otoño pero fuera de la capital, en los pueblos, con contrataciones independientes a iniciativa de los ayuntamientos según presupuesto. Son títeres a la carta. Con algunas localidades aún por confirmar, habrá títeres este otoño en El Casar, Yebes, Trillo y Sigüenza.

 

A la vista de su experiencia más reciente y después de que ya en el pasado tuviera que bregar con responsables municipales del PP, el balance que hace Alberto San Andrés es trágico. "Una función de títeres no hace daño a nadie Yo seguiré luchando porque esto es mi vida y era mi última vinculación por el mundo de los títeres y con mi ciudad natal. Mi red de GTVs -Guadalajara de Toda la Vida- se ha volcado conmigo y están ahí apoyándome".

 

El apoyo ciudadano a las iniciativas que se han perdido este año es una de las bazas que desde el mundo de la cultura más se citan. Y la movilización popular pidiendo su regreso, lo más esperado desde las distintas asociaciones que promueven las iniciativas canceladas, de ahí que se espere que la concentración de apoyo del sábado 28 sea concurrida.

 

Vida cultural más allá de la capital

 

Mientras, hay vida cultural más allá de la capital. En la provincia, el programa de la Diputación de Guadalajara acaba de abrir temporada en el Teatro Zorrilla de Milmarcos (77 hab.) como viene haciendo desde la puesta en marcha de la Red Cultural, una de las iniciativas más valoradas y que más éxito está teniendo. Y también la que más está contribuyendo a llevar espectáculos y representaciones artísticas a todos los rincones de Guadalajara sin que medie el factor de estacionalidad, durante todo el año.

 

La Diputación creó en 2021 un directorio de artistas, grupos, compañías musicales y de artes escénicas locales para favorecer la contratación de artistas, dentro de un paquete de medidas de apoyo al sector cultural, especialmente perjudicado por la pandemia. "Para ser un gestor cultural hay que creérselo", afirma la actual diputada de Cultura, Rosa María García. "No es una gestión de coger el teléfono la propia persona (responsable) tiene que estar familiarizada con el mundo de la cultura, sino pasa lo que está pasando: no pones en valor lo que hay y para lo que se trabaja, eliminas cosas interesantes y dejas a los ciudadanos huérfanos de actividades que tienen mucho seguimiento", explica.  "Dicho lo cual -prosigue- nosotros, en la Diputación, sí nos lo creemos y entendemos la importancia que tiene la cultura para los ciudadanos. Creo que con la Red Cultural hemos dado en el clavo de lo que necesitan los vecinos. El tiempo nos ha dado la razón y nosotros seguimos llevando espectáculos de calidad a los pueblos, tengan veinte o veinte mil habitantes". 

 

La obra con la que se inauguró la temporada el pasado 28 de agosto en Milmarcos,  'El retorno de los cómicos clásicos', es una adaptación de comedias clásicas a cargo de José Luis Matienzo, que lleva más de cuatro décadas en el mundillo al frente de Escarramán Teatro y es una de sus voces más autorizadas. En su opinión, las cancelaciones que ha sufrido Guadalajara son un error. "En el teatro tenemos que diferenciar lo que es la industria de lo que es la cultural que sale del pueblo y que es la que tenemos que defender", afirma. "La industria de producción cultural se defiende por sí misma. Dicho de otra manera, el Titiriguada no se puede dejar de desaparecer, como tampoco el Fescigu. Creo que es desacertado, habría que apoyar y sacar adelante más actividades en vez de destruirlas. Si es un tema presupuestario me parece una equivocación".

 

Matienzo cree se trata de una situación temporal. "A futuro, volverán tiempos mejores. La inercia cultural del pueblo de Guadalajara lo demuestra y los políticos no son tontos. El Ayuntamiento sabe que tiene que jugar con la inercia cultural del pueblo, no puede limitarse al teatro comercial. El pueblo de Guadalajara está muy comprometido con el Tenorio, el Festival de Hita, las actividades en el Castillo de Torija, etc. Hay actividades que nacen de la Diputación o de colectivos como Gentes de Guadalajara, y ahí están. Esas inercias hay que aprovecharlas, así que espero que estos cierres se reconduzcan. Al pueblo no se le puede quitar la cultura".

 

Representación de Tres Tristes Tigres Teatro//Imagen: @AyuntamientodeYunquera.
Representación de Tres Tristes Tigres Teatro//Imagen: @AyuntamientodeYunquera.

 

Si no quitar, a día de hoy, lo que el Ayuntamiento de la capital está logrando es exiliar los eventos más significativos a otras localidades. Desde su puesto de edil en el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, la titular provincial de Cultura Rosa María García es también la responsable del traslado del Festival de Cine Lento de Guadalajara, "para que no se pierda y contribuya a dinamizar Cabanillas", lo que ha incrementado exponencialmente su oferta cultural en detrimento de la de Guadalajara.

 

"Desde El Rincón Lento hemos tenido contacto (con el actual Ayuntamiento) para las dos ediciones del festival, la del año pasado estaba atada antes de las elecciones. El concejal nos alabó en la rueda de prensa, de ahí nuestra sorpresa y desconcierto por la falta de apoyo desde el principio para la edición de 2024", relata su responsable, Ana Ongil, al explicar los pormenores de la cancelación. "El concejal, Javier Toquero, tenía clarísimo que era una de las actividades que no lo iban a apoyar por falta de presupuesto".

 

Además del anuncio de la supresión de los 15 mil euros de financiación municipal, desde la matriz asociativa de la que parte el festival también acusan dificultades de funcionamiento en el día a día de derivadas de nuevas trabas administrativas tras la llegada del nuevo equipo de Gobierno. "La solicitud de salas es más difícil, la parte burocrática, todo es más difícil de conseguir con este Ayuntamiento. Nos cuesta conseguir instalaciones, ponen excusas y lo dificultan todo. Mi trabajo es más complejo aunque no se traduzca en menos actividades sino en instalaciones menos adecuadas", explica Ana Ongil.  

 

A pesar de las trabas, El Rincón Lento va a sacar adelante la agenda programada para los próximos meses, como la Noche Bruja en diciembre. "Salimos adelante con nuestros propios medios y mucha inventiva", aseguran, no en vano se trata de un proyecto cultural auto gestionado en funcionamiento desde 2009 que en la actualidad cuenta con el apoyo de 412 familias que llevan a cabo tanto actividades culturales como de concienciación hacia el consumo responsable y ecológico.

 

Al margen del Festival de Cine Lento, desde la comunidad del Rincón también valoran negativamente la pérdida de otras iniciativas. "Es una tristeza perder un festival de la calidad del teatro y títeres que es Titiriguada; lo pierde el público y lo pierde Guadalajara. Cómo madre, mis hijos se pierden esa educación al ojo, de niños que absorben el mundo con la mirada. Van a perder la oportunidad de ver en Guadalajara espectáculos muy interesantes".  Y va más allá, "a futuro, la legislatura, no pinta bien pero nosotras en el Rincón no vamos a dejar de hacer cosas pese a tener menos medios. Esto no nos desanima, al revés, nos motiva".

 

Ana Ongil hace una reflexión final: "Qué puede estar pensando alguien que solo recorta cultura de base, propuestas ciudadanas ricas y plurales. Nosotros vamos a seguir por ahí con más ilusión que nunca. Y apunta hacia la alcaldesa: ¿Guarinos no tiene nada que decir de ésta pérdida de actividades? Es su gobierno, la última palabra la tiene ella como responsable municipal".

 

"Falta de coherencia y criterio"

 

No solo desde esta asociación apelan a la responsabilidad última de la alcaldesa. La oposición también lanza sus dardos en el mismo sentido. "El año pasado todo se llevó a cabo, se hicieron todas las fotos, todo fueron buenas palabras… y unos meses después han barrido con todo sin mayores escrúpulos. A este equipo de Gobierno le falta de coherencia y criterio", denuncia Susana Martínez, portavoz del grupo municipal Aike. Maestra, máster en Bibloteconomía, cofundadora del proyecto La Caperuza Roja y bibliotecaria en excedencia, la edil tiene claro el análisis sobre el actual consistorio. "Tenemos un equipo municipal que no tenía pensado gobernar. Les falta formación y capacidad, es un gobierno con muchas taras y que no avanza. Tenemos responsables que no saben nada de su área. Funcionan por inercias que la propia alcaldesa asume sin mirar mucho lo que está  pasando en el Ayuntamiento. Ana Guarinos debería ponerles las pilas", sentencia.

 

El primer Teniente de Alcalde, Javier Toquero, de Vox, coordinador del Área de Gobierno de Cultura y Patrimonio Histórico, es técnico en empresas de mantenimiento e instalaciones de sistemas contra incendios, y en la práctica un desconocido en el mundo cultural y asociativo local. Desde el sector también señalan su falta de formación o experiencia en gestión patrimonial y artística.

 

Tanto a su formación como al Partido Popular se les acusa en esos ámbitos de falta de compromiso con el mundo cultural de base, así como de concebir la cultura popular de forma mercantilista, como un gasto, algo que rebaten especialistas como la filóloga, autora y poeta de Guadalajara Marta Marco Alario. "El dinero invertido en cultura siempre vuelve, de una manera directa o indirecta, y esto es lo que no entienden algunas administraciones", explica.

 

En este mismo sentido se manifiesta Juanky Pérez Arévalo, director teatral y escritor, al frente de la compañía TresTristesTigres. "Muchas administraciones ven el sector cultural como algo improductivo y nada más lejos de la realidad. La cultura genera, y si no, que se lo pregunten a gobiernos como el sueco o el inglés (con la música), o el francés, a través del cine. Apoyan con fuerza estas expresiones culturales, que además les reportan unas importantes cantidades en el PIB". Respecto al ámbito local, cree que en Guadalajara y en España por extensión, "existe la idea interesada de que la inversión en Cultura es un gasto y por eso se intenta recortar. Es un grandísimo error", afirma.

 

"En esta línea, -prosigue este reputado gestor cultural- y para sorpresa de algunos, que no la mía, la capital ha perdido varias interesantes propuestas culturales que han sido rescatadas por otros ayuntamientos o instituciones, y que no pueden desaparecer". Y concluye apuntando hacia otras administraciones: "La cultura nunca es demasiada y cuantas más propuestas haya mejor. Veo mucha racanería a la hora de apoyar propuestas culturales, no solo desde el Ayuntamiento, desde la Junta también, donde parece que Guadalajara es la hermana pobre y la última en recibir fondos".

 

Pérez Arévalo pone también en el foco la situación misma de la Concejalía: "Un problema de base del que nadie habla es la evidente falta de personal que se viene arrastrando desde que se extinguió el Patronato de Cultura, y que es un serio impedimento a la hora de organizar más actividades. No nos olvidemos que Guadalajara ha pasado de tener sesenta mil habitantes a los actuales noventa mil y, sin embargo, la inversión cultural no ha crecido acorde a este aumento".

 

Falta de presupuestos, problemas administrativos y también de interés en iniciativas repentinamente abandonadas, como la Comisión Municipal del Libro y Literatura que no funciona en la actualidad, ni siquiera con motivo de la pasada Feria del Libro. "Hasta hace cosa de un mes no se han puesto en contacto con nosotros. En noviembre será la Feria del Libro de Guadalajara, en Méjico, otra oportunidad perdida", refiere una de sus integrantes, Marta Marco Alario. Y apunta una reflexión pesimista tras cerrar la gira provincial del espectáculo de música y poesía, 'Mujeres de boca grande', con Guillermo Chicharro, con actuaciones en Brihuega, Humanes, Tórtola y Sacedón: "Guadalajara se está convirtiendo en un desierto cultural".

 

vvvvvvvvvTitiriguada 2022//Imagen: Isra Calzado/Mariam Useros. Cortesía Titiriguada.

 

Menos presupuesto

 

Y pese a todo, la Concejalía de Cultura de Guadalajara afirma que ha incrementado la cantidad destinada a subvencionar actividades y proyectos culturales. "Hemos aumentado en un 25% el importe destinado a estas ayudas con las que pretendemos democratizar la cultura", aseguraba en nota de prensa el concejal de Cultura, Javier Toquero, según se  podía leer en El Decano en abril pasado. Pero las cifras no parecen respaldarle.

 

En total, el presupuesto destinado a Cultura supera este año los 3,7 millones de euros, cerca de 42.000 euros menos que la cantidad consignada en los presupuestos de 2023 y además con cambios significativos, según recogía este medio digital. Entre ellos, los ya citados y la desaparición de los 50.000 euros destinados en 2023 a Cinefilia, la asociación cultural que organiza el Fescigu, el Festival de Cine Comprometido de Guadalajara.

 

La XXII edición de este festival internacional de temática social se celebrará del 2 al 5 de octubre en Azuqueca de Henares con la proyección de 1076 cortos de 22 países. La iniciativa, que acapara premios y reconocimientos a lo largo de estas más de dos décadas de funcionamiento, cuenta con un amplio soporte institucional y privado, además de la implicación ciudadana mediante campañas de crowdfunding y realiza actividades de forma continuada durante todo el año. Sin embargo, nada de esto ha sido suficiente para asegurar su continuidad en la ciudad después de que el Ayuntamiento popular retirase inesperadamente su respaldo económico.  

 

En la base de los proyectos de Cinefilia están muy presentes la crítica, la información sobre conflictos ignorados, la denuncia de la injusticia, la pluralidad, la tolerancia, la reflexión, la sensibilización social, claves para construir un mundo mejor, según se lee en su página web. Esa utopía está hoy un poco más lejos de Guadalajara por motivos meramente políticos, según sus responsables, y tendrá que construirse en otros escenarios y para otro público en su nueva ubicación azudense.

 

Luis Moreno, director del festival tiene bastante claro lo sucedido. “Vox tenía en su programa acabar con la injerencia ideológica en la cultura y lo que ha hecho es instaurarla. Según su sesgo deciden que actividades se hacen y cuales se eliminan", afirma. Y tiene mucho más que añadir: "En política se promueven unas actividades sobre otras, pero no de esta forma tan radical como ha hecho Vox y refrendado el PP con el beneplácito de Ana Guarinos. Marcan una tendencia muy peligrosa, decidiendo qué se promociona y qué no. Están convirtiendo una ciudad de pan y circo".

 

Su análisis de lo que está ocurriendo en la capital es contundente. "Es lamentable cómo en una legislatura nos hemos cargado la riqueza cultural de Guadalajara. No sé lo que va a pasar, tienen una hoja de ruta, esto no es accidental". El argumento de la escasez presupuestaria no convence al máximo responsable del Fescigu: "No hay dinero para lo que yo no quiero que lo haya. Toquero no fue capaz de decirnos que el festival no se desarrolla por un sesgo ideológico, al igual que los otros festivales, va de tapadillo".

 

Moreno se muestra convencido de que el propósito de la Concejalía es acabar con determinados eventos, en una lucha contra todo aquello que disiente de sus ideas y avisa, al igual que otros gestores en Guadalajara, al Maratón de los Cuentos, la actividad más emblemática de la ciudad. "Lo tienen en el punto de mira, podría ser el siguiente en caer; no sabemos hasta dónde se van a atrever. La Guadalajara que esta gente nos está construyendo es una vergüenza. Me parece vergonzoso que alguien cobre por destruir la cultura".

 

Y sin embargo, las declaraciones públicas de intenciones de Javier Toquero siempre han ido en sentido contrario. El objetivo del presupuesto de este 2024 era "dar más cabida y más apoyo a los proyectos culturales que se desarrollan desde las asociaciones de Guadalajara", incidiendo también en el carácter de concurrencia competitiva de una convocatoria que "brinda la oportunidad de apoyar de forma económica un buen número de propuestas culturales. Tanto es así que dentro de esta convocatoria de subvenciones tendrían cabida las propuestas que remen en pro de la difusión cultural y humanística como: exposiciones, conferencias, jornadas, talleres, recitales de poesía, encuentros de artistas, certámenes, festivales, ciclos y muestras de artes escénicas, música, cine, audiovisual, etc.", según afirmaba en nota de prensa el pasado mes de abril.

 

El Fescigu se vio obligado a 'exiliarse' a Azuqueca de Henares//Imagen: Fescigu.
El Fescigu se vio obligado a 'exiliarse' a Azuqueca de Henares//Imagen: Fescigu.

 

Desmantelamiento cultural

 

Otras fuentes consultadas para este artículo procedentes del ámbito político confirman la opinión generalizada de que este desmantelamiento cultural paulatino tiene en el fondo una cuestión de voluntad política innegable, pero también de falta de medios. Por poner un ejemplo más, es notorio que aún no se haya tramitado la aceptación del Bono Cultural Joven en espacios como el Teatro Buero Vallejo, algo que ser empezó a gestionar durante la pasada legislatura y que irá al próximo Pleno municipal a petición de Aike.

 

Sumados a los caídos en desgracia este otoño, la temporada de Música Antigua está en el aire, la de Música Sacra en espacios patrimoniales también, lo mismo que el Festival Panorámico y el Ke Kaña. Este último busca su supervivencia en otras fuentes de financiación.

 

Mientras, otros programas promovidos por la anterior Corporación socialista se han mantenido sin que exista una hoja de ruta clara ni una explicación. Así, los Veranos Culturales se han llevado a cabo aunque con un claro recorte presupuestario. También ha habido acuerdo económico para las actividades de la Fundación Siglo Futuro, el Guadaclown y el festival Miradas de Danza, algo que se valora positivamente.

 

Y sin embargo, para todo aquello que se pierde no hay alternativas. Los vecinos pierden miradas a otros mundos, experiencias artísticas y sensoriales de cercanía, cultura a pie de calle, de base, confeccionada manualmente en muchos casos, en un símil fácil de entender.

 

Lo que parece claro es que con la experiencia previa de este año ninguna asociación o colectivo va a poner un proyecto de calado sobre la mesa a corto plazo. También pierde el moviemiento asociativo de la ciudad, el engranaje cultural de Guadalajara que tanto ha trabajado desinteresadamente para sacar adelante los eventos durante años. En estas circunstancias, las propuestas que dejan de estar en cartel en la ciudad encontrarán acomodo en otras localidades, como así está ocurriendo, despojadas de su apego al tejido social local, una pérdida adicional difícil de recuperar.

 

Si este era el propósito del grupo municipal Vox al solicitar la Concejalía de Cultura, es evidente que lo han conseguido, y en apenas un año. Falta por saber la hoja de ruta del resto de la legislatura. De momento no hay margen para el optimismo.

 

Gloria Magro. Periodista.

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