El sábado caía al suelo el cinamomo de la plaza del Jardinillo, un ejemplar de medio centenar de años incluido en el Catálogo de Árboles Singulares de la ciudad
Guadalajara se ha quedado sin uno de sus símbolos. El sábado por la noche, el cinamomo que daba sombra y cobijo a los viandantes de la plaza del Jardinillo se venía abajo, causando un gran impacto entre los vecinos de la zona. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales.
Según se informa desde el Ayuntamiento de Guadalajara, el árbol había acumulado una gran cantidad de agua tras las últimas lluvias, lo que hizo ganar peso a su tremenda copa y provocó su desenraizamiento. Se da la circunstancia de que este magnífico ejemplar del también llamado Árbol del Paraíso presentaba una inclinación desde hace años y aparentemente no corría riesgo. Con el objeto de vigilar esta inclinación, hace escasas semanas el Ayuntamiento colocó un testigo para ir controlándola. Sin embargo, no ha dado tiempo la lectura de estos testigos, ya que la naturaleza ha hecho su trabajo.
Cabe destacar que este cinamomo está incluido en el Catálogo de Árboles Singulares que elaboró en 2012 la Asocaición Micorriza. Aunque la fecha de su plantación no es concreta, se estima que podría tener 50 años, ya que su imagen está recogida en fotografías de los años 70. Rafa Marco, miembro de la Asociación, ha expresado la sensación de tristeza que les ha causado la caída del árbol: "El tronco estaba inclinado, se podría haber apuntalado con algún apoyo, pero no se puede precedir cuándo va a ocurrir algo así. No se trata de buscar culpables porque este árbol ya estaba inclinado desde hace muchos años, pero sí es un toque de atención sobre la importancia de la conservación de los árboles de la ciudad y de realizar acciones de mejora", afirma.
Entre los riesgos que corre el patrimonio natural de Guadalajara están la realización de zanjas, las enfermedades, la colocación de pavimentos y el cambio climático, que debilita los árboles y son propensos a desarrollar enfermedades. Un ejemplo son otros dos pinos en la zona del Asilo que han sucumbido por hongos y plagas de insectos.
Rafa Marco destaca la necesidad de conservar este patrimonio natural de la ciudad: "A los árboles hay que darles el trato que se mererecen porque son monumentos vivos, patrimonio de la ciudad, elementos centenarios que estaban aquí antes que nosotros y es necesario protegerlos adecuadamente y no dañarlos".
Según se especifica en el Catálogo de Ärboles Singulares de la ciudad de Guadalajara elaborado por Micorriza, este del cinamomo del Jardinillo -de 16 metros de altura- "destaca su amplia copa, que aporta una abundante sombra que es muy apreciada por la ciudadanía durante los días de calor, convirtiéndose el árbol en un importante punto de reunión. Sus dimensiones son considerables y, pese a que no es un ejemplar muy longevo, representa un punto caliente de biodiversidad por su carácter aislado, ya que sólo hay dos árboles en esta plaza y escasean en los alrededores".
El Decano de Guadalajara ha publicado un interesante reportaje sobre este Catálogo que puede leerse en este enlace.