El informe Draghi busca devolver a la UE al sitio que se merece

Publicado por: Julio Muñoz
15/12/2024 08:00 AM
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Mario Draghi//Imagen: Parlamento Europeo.
Mario Draghi//Imagen: Parlamento Europeo.

El regreso de Trump a la Casa Blanca y los tentáculos comerciales de China para competir con Estados Unidos amenazan con acentuar los nacionalismos económicos por el mundo en los próximos años. Uno de los principales retos a los que deberá hacer frente la nueva Comisión Europea que acaba de echar a andar bajo la presidencia de Úrsula Von der Leyen

 

Todo ello en un entorno realmente complejo caracterizado por el declive económico de una Europa incapaz, ahora mismo, de competir con las principales economías mundiales debido a sus bajos niveles de productividad y una industria cada vez más débil. 
 

Para frenar la decadencia europea, el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha propuesto un plan con el que recuperar la fortaleza económica para no acabar siendo un cero a la izquierda en el panorama económica mundial.  
 

La primera tarea en la hoja de ruta propuesta con este objetivo pasa por que el nuevo ejecutivo europeo apruebe el programa de trabajo establecido en el informe elaborado por Draghi 'El Futuro de la Competitividad Europea', una reflexión sobre la futura orientación estratégica de la UE; es decir, un conjunto de medidas destinadas a fijar el rumbo de las políticas hasta 2029. 
 

La baja productividad en el origen del ocaso económico de la UE 
 

Este documento, publicado en septiembre, hace un diagnóstico exhaustivo del ocaso que viene sufriendo la Unión Europea en el ámbito económico respecto a Estados Unidos y China, en un entorno global más polarizado. En las dos últimas décadas, en especial desde la crisis financiera de 2008, Europa ha crecido menos que las dos grandes potencias mundiales, perdiendo peso e influencia en el mundo. Buena parte de culpa de este declive la ha tenido el bajo crecimiento de la productividad, lo que ha acabado por repercutir en una caída de la competitividad.  
 

Un problema que se ha acentuado en un contexto global cada vez más complejo marcado por la desaceleración del comercio internacional, una creciente competencia de China en sectores clave para la industria europea, un rápido cambio tecnológico en que la región ha quedado rezagada, un encarecimiento de la energía a raíz de la guerra en Ucrania y un Estados Unidos más centrado en sí mismo y menos preocupado por ser el garante de la estabilidad geopolítica global.  
 

En este contexto, Europa ha estado ocultando su debilidad gracias a una mayor apertura al exterior, impulsando las exportaciones con una intensa actividad comercial; pero en el actual contexto socioeconómico y político mundial, las interdependencias externas se han convertido en fuente de vulnerabilidad, según reconoce Pilar L’Hotellerie-Fallois, asesora senior de Relaciones Institucionales y Coordinación Europea. 
 

La única vía para acabar con esta decadencia pasa por elevar la productividad y el potencial de crecimiento, tal y como apunta el informe Draghi. Este es, de hecho, "un reto existencial para la UE: sin crecimiento, Europa no solo seguirá perdiendo peso global, sino que se pondrá en riesgo la sostenibilidad del modelo social europeo, que, junto con la integración económica, está en la base de la construcción europea", recuerda L’Hotellerie-Fallois. 
 

Un modelo social en riesgo 
 

De no afrontar este reto de inmediato se podría poner en peligro el actual modelo social y la propia construcción europea. Para impulsar el crecimiento, el Informe Draghi identifica tres grandes focos para la transformación: innovación, descarbonización y seguridad económica. La actuación conjunta sobre estos tres puntos permitirá impulsar una estrategia de desarrollo industrial para Europa, pues son las palancas necesarias para impulsar la productividad y el crecimiento.  
 
 
Este planteamiento, en cualquier caso, ha supuesto también algunas críticas desde algunos sectores políticas, pues las dos primeras transformaciones hacen referencia hacia el proceso de transición verde y digital que han guiado la estrategia económica de la UE sin demasiado éxito en los últimos años. No obstante, el enfoque de estas palancas desde una perspectiva renovada, ligada a un tercer foco como es la seguridad económica y la mayor capacidad de defensa europeas ayuda a mitigar estas dudas.   
 
 

Con este objetivo, la región debe cambiar de forma sustancial su modelo de política económica. Los Estados miembros carecen del peso específico suficiente a nivel global para prosperar actuando de manera dispersa; por este motivo se debe adoptar un enfoque genuinamente europeo, que incluya la financiación de las inversiones necesarias para la transformación. La UE solo podrá poner en marcha las políticas y las inversiones requeridas desde la acción común. 
 

Profundizar en el Mercado Único 

 

En esta estrategia integral, señala el Informe Draghi solo cabe profundizar en el actual marco del Mercado Único con una estrategia y una gobernanza común y altas dosis de financiación. En este sentido, desgrana un amplio conjunto de medidas concretas para desarrollar cada una de las transformaciones y dar solidez a los pilares de la estrategia común. 
 
 
El plan para impulsar la competitividad basado en unas 170 propuestas recomienda una inversión anual de entre 750.000 y 800.000 millones de euros, deudas conjuntas y reformas para combatir el retraso respecto a los grandes competidores mundiales. Eso, apuntas sus críticos, puede provocar un aumento del déficit y acabar socavando las estructuras de la unión.  
 
 
Pese a todo, el Informe Draghi está siendo acogido como un elemento para la esperanza por parte de la mayoría de los analistas, pues junto con otras iniciativas destinadas a reactivar el mercado único europeo, se espera que sirva para lograr algunos objetivos clave. 
 

Entre ellos una estrategia industrial europea amplia y orientada a liderazgo tecnológico; una estrategia horizontal para el mercado único y el crecimiento empresarial; avanzar en la Unión para el ahorro y la inversión, que retoma la UMC (Unión del Mercado de Capitales) y se orienta al desarrollo de los mercados de capital riesgo y de productos de ahorro europeo; desarrollar la Unión de la energía, incluidas las interconexiones; la definición de una estrategia para la industria de defensa y, de modo destacado, una estrategia de tecnología, digitalización, innovación y datos. 
 

"El mensaje, contundente, del Informe Draghi sobre el necesario cambio de rumbo en las políticas de la UE es compartido de manera general. Sin embargo, muchas de sus propuestas concretas son controvertidas. Los Estados miembros han establecido líneas rojas, a veces contradictorias, sobre aspectos como la financiación común. Y las propias instituciones europeas están sujetas a inercias que deberán superar para renovar las políticas europeas. Pero “el reto existencial” que plantea Draghi no hará sino agravarse en el futuro, por lo que será precisa una firme voluntad política para afrontarlo", apunta L’Hotellerie-Fallois. 



Julio Muñoz. Periodista de información económica y experto en comunicación 

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