El videojuego de Trump

Publicado por: Rafael Esteban
25/02/2025 01:42 PM
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Vivimos tiempos revueltos. En el panorama internacional, personajes como Donald Trump, Javier Milei, Elon Musk y Vladímir Putin están jugando una partida peligrosa, donde lo que está en juego no es un simple tablero, sino el futuro de todos nosotros. Sus decisiones están empujando al mundo hacia atrás, desmontando poco a poco los derechos y avances que tanto nos ha costado conseguir. En lugar de progresar, nos hacen retroceder a un escenario donde manda el dinero, los más ricos se reparten el pastel y la gente común queda a su suerte.

 

Para Trump, el mundo es como un videojuego. Él tiene el mando y se cree el protagonista, pulsando botones para cambiar la seguridad mundial, manipular la economía y hacer que los de siempre sigan ganando mientras los demás pierden. No hay reglas, solo niveles que superar a base de imponer su voluntad. ¿El objetivo final? Enriquecerse él y los suyos a costa de todo lo demás. Su política exterior es una partida donde los países pequeños son simples fichas en su tablero, y la economía global es como un mercado virtual en el que solo importa quién tiene más dinero para comprarlo todo.

 

Uno de los aspectos que más está sufriendo es la igualdad entre hombres y mujeres. Hay líderes que niegan la violencia de género, recortan ayudas y miran con desprecio los avances logrados en los últimos años. Lo mismo pasa con la diversidad: se fomenta un discurso retrógrado donde quien piensa diferente es atacado, y se intenta imponer una única manera de ver el mundo.

 

El bienestar social está en peligro. Antes teníamos claro que el Estado debía garantizar una vida digna para todos, pero ahora nos venden que recortar en sanidad, educación y ayudas sociales es 'hacerlo más eficiente'. La realidad es que estas políticas solo generan más desigualdad y dejan a muchas personas sin acceso a derechos básicos, mientras unos pocos siguen acumulando riqueza.

 

Y, como siempre, los que más sufren son los de abajo. La inmigración se ha convertido en un debate lleno de mentiras, donde el miedo se usa como herramienta política para cerrar fronteras y culpar a quienes solo buscan una oportunidad. Se olvidan de que el crecimiento de un país depende de la gente que trabaja y aporta, independientemente de dónde haya nacido.

 

En Europa tampoco estamos mejor. Las ayudas al desarrollo y las políticas como la PAC están en la cuerda floja, porque algunos quieren romper la solidaridad entre países y regiones. Esto pone en peligro sectores estratégicos como la agricultura, dejando a los pequeños productores vendidos ante los gigantes del mercado.

 

Pero no hace falta irse muy lejos para ver este peligro. En España, partidos como VOX están jugando la misma partida, con discursos que atacan el progreso social conseguido durante décadas. Y lo preocupante no es solo lo que dicen, sino lo que permite el PP al aceptar su chantaje en ayuntamientos y gobiernos municipales donde necesitan sus votos. Este tipo de acuerdos ponen en jaque nuestra democracia, porque no solo normalizan los discursos del odio y la exclusión, sino que también allanan el camino para que los derechos que hoy parecen garantizados desaparezcan mañana.

 

Este es un momento clave. O defendemos con uñas y dientes una sociedad justa, donde todos tengan oportunidades y derechos, o nos arriesgamos a perderlo todo en manos de los que solo ven la política como un juego de poder. La historia nos ha enseñado que cuando se empieza a recortar derechos, lo siguiente es perder libertades. Y esta vez no podemos mirar para otro lado.

 

Rafael Esteban Santamaría. Secretario de Organización Provincial del PSOE

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