EDITORIAL. Los Picapiedra

A una semana de la celebración del Día Internacional de la Mujer, cuando asociaciones, partidos políticos e instituciones están inmersos en la preparación y presentación de los actos conmemorativos del 8M, Vox Guadalajara ha decidido remover el avispero.

El presidente provincial de la formación ultra, Iván Sánchez, y su portavoz en el Ayuntamiento, Víctor Morejón, ofrecieron el miércoles una rueda de prensa que fue pura 'fantasía'. 

En ella pretendían ofrecer su opinión sobre la conmemoración de esta fecha, reconocida en 1997 por la ONU en el calendario mundial como una jornada de reivindicación, concienciación y celebración de los derechos adquiridos por las mujeres a lo largo de la historia.  

Como era de esperar, en esta comparecencia se habló poco de igualdad y mucho de la inmigración como origen de todos los males del mundo mundial, que diría Manolito Gafotas. Esa "inmigración masiva e irregular" -palabras con las que pretenden camuflar su profundo odio al diferente- es, según ellos, el principal problema de las mujeres de este país y por ello invitan a "reflexionar" a la sociedad. 

Una reflexión que debería empezar por ellos mismos, adalides de una sociedad 'igualitaria' en la que, según afirmó el presidente provincial de Vox, las mujeres "tienen más derechos que los hombres", a los que se "criminaliza" por culpa del "consenso progre", de las organizaciones feministas y del Ministerio y las consejerías de Igualdad. En resumen, que a estos 'señoros' lo que de verdad les preocupa es la desaparición de los privilegios del 'macho ibérico' y propugnan el regreso a una sociedad patriarcal en la que las féminas estén relegadas a un segundo plano, a ser las 'sirvientas' de sus amos y a dedicarse a 'sus labores'. 

 

Se jactan de que Vox es el principal valedor de la igualdad. Eso sí, de la igualdad 'como Dios manda'. Y al tiempo, reprochan la conquista de derechos y libertades de las que disfrutan hoy en día las mujeres de este país, incluidas sus esposas y sus hijas. Pura incongruencia.  

Estos machirulos de libro, anclados en el tiempo, no parecen haberse enterado de que en el siglo XXI las mujeres -gracias al esfuerzo de las que les precedieron- han conseguido importantes cotas de igualdad. Y aunque aún queda camino por recorrer, no podemos permitir que este tipo de discursos amedrenten al personal. Todo lo contrario, dan más fuerza y argumentos a quienes, afortunadamente, no piensan como ellos.  

La comparecencia fue más allá. Los señores Morejón y Sánchez, la emprendieron contra el movimiento feminista. Les reproducimos la frase porque no tiene desperdicio: "El lenguaje woke del feminismo es que cada vez las mujeres tengan más mascotas y que sean madres más tarde. Lo que estamos haciendo es favorecer una invasión migratoria para suplementar la población actual. El feminismo trata de convencer a la mujer en la libertad, para que lo que hagan es no formar una familia. La elección de la mujer la tiene que tener ella y no imponérsela el consenso progre que estamos viviendo". Amén. 

Ya que andan tan preocupados por las mujeres, por su inseguridad y por sus consecuencias, este medio les preguntó respecto a su ausencia en los minutos de silencio convocados por la Subdelegación del Gobierno cada vez que hay una víctima mortal a causa de la violencia machista. "No sirven para nada", nos respondió el presidente provincial de la ultraderecha. Se le olvidó que este tipo de concentraciones tienen como objetivo mostrar, de forma unitaria y sin colores políticos, el respeto por las víctimas y el apoyo cerrado a sus familiares. La crueldad y la hipocresía de los ultras no tiene límites. Manipulan la realidad y utilizan la lacra de los feminicidios para esparcir sus tesis negacionistas y su discurso racista.

Vox ya ha anunciado que ninguno de sus representantes políticos -ni locales, ni provinciales, ni regionales- asistirá al acto institucional del 8M que este año, casualmente, le toca organizar al Ayuntamiento de la capital. Es una auténtica falta de respeto, no sólo hacia las mujeres en general, sino hacia todos los guadalajareños porque, como miembros del equipo de Gobierno que son, deben recordar que representan a TODOS los vecinos y vecinas de la ciudad y no sólo a los 6.600 que les votaron en las municipales. 

Por no hablar de que dejan a la altura del betún a la propia institución y a sus socios del Partido Popular (o bipolar como le gusta calificarlo al señor Morejón en sus publicaciones en redes sociales). 

Entendemos que para la alcaldesa debe ser todo un trago tener que ‘cargar’ a sus espaldas con Vox cuando se afana en pregonar a los cuatro vientos que ella y sus concejales defienden a la mujer por encima de todo. Pero al tiempo, el Ayuntamiento no cuenta con las asociaciones feministas a la hora de diseñar sus políticas de igualdad y, de nuevo, ‘esconde’ el color morado del 8M en el edificio Arriaca en lugar de colorear la fachada del Ayuntamiento con una tonalidad que se utiliza en todo el mundo como símbolo de la lucha histórica por los derechos de las mujeres. De esta manera, blanquean las tesis de Vox y les acarician el lomo para asegurar sus sillones en el salón de Plenos y el bastón de mando de la ciudad. Lamentable. 

Por no hablar de que la doble cara de un Partido Popular que, con una mano vota que sí a la renovación y mejora del Pacto contra la Violencia de Género aprobado esta semana en el Congreso con el apoyo unánime de todos los grupos políticos, a excepción de Vox, y con la otra permite que la ultraderecha continúe imponiendo sus tesis en muchos ayuntamientos de este país, entre ellos el de la capital.    

Respecto a Iván Sánchez y a Víctor Morejón, los 'perpetradores' de una rueda de prensa tan 'memorable', poco más que añadir. Con sus palabras se retratan ellos solitos.

 

Ya que estamos en pleno Carnaval, puede que nos los encontramos este fin de semana paseando por la calle Mayor ataviados de Pedro y Pablo, los protagonistas de la mítica serie de animación de los años 60, ‘Los Picapiedra’. Quizás añorando volver a la más profunda de las cavernas de la que nunca debieron salir. 

¡¡¡Yabba Dabba Doo!!!