Desde el proyecto LIFE Iberconejo se confirma que no existe ninguna hibridación entre el conejo de monte y el doméstico, tal y como afirman algunas asociaciones de agricultores
"Una inédita plaga de conejos híbridos, agravada por la sequía, dispara las alarmas entre miles de agricultores. Es una mezcla de conejo de monte con doméstico. Más grande, más voraz y con mayor capacidad para procrear. Se ha convertido en un problema muy serio que a las administraciones se les ha ido de las manos”.
Llegando a calificarlo como el "Jurassic Park cunícola en el campo español", la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Castilla y León publicaba en su web, en 2023, una información alertando de la existencia de este peculiar y 'peligroso' conejo. Añadía que "la plaga se ha ido extendiendo por toda España y ya afecta a diez comunidades autónomas (Aragón, Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, La Rioja, Navarra, Región de Murcia).
De estas afirmaciones, que corrieron como la pólvora en los medios de comunicación de todo el país, han pasado ya dos años. Sin embargo, la supuesta existencia de este conejo ‘gigante’ o 'híbrido' entre el de monte y el doméstico se mantiene de actualidad, avivado por algunas organizaciones agrarias.
Es el caso de la Unión de Uniones de Castilla-La Mancha, que desde 2022 está elaborando el denominado “‘Estudio sobre el conejo híbrido” en la región. Una iniciativa a la que invita a participar a ayuntamientos, cooperativas, empresas agrarias y asociaciones de agricultores y ganaderos de las cinco provincias castellanomanchegas con el objetivo de "demostrar que se trata de una especie invasora y por tanto pueda ser declarada como plaga con las consecuencias que conllevaría para su control y exigir así a la Administración medidas reales para su erradicación".
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Recientemente, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas elaboró un informe, cuyas conclusiones -tras un minucioso trabajo de investigación y recopilación de datos- son rotundas: "Los conejos son silvestres, completamente normales, de las subespecies O.c. cuniculus y O.c. algirus". Se añade que se trata de "rumores" que se han difundido rápidamente a través de los medios y la redes sociales "dando por verdadera una información falsa". La elaboración de este informe ha estado dirigida por Rafael Villafuerte, doctor en ciencias biológicas e investigador científico del Instituto de Estudios Sociales Avanzados del centro de investigación en ciencias sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IESA-CSIC).
El Decano de Guadalajara se ha puesto en contacto con Ramón Pérez de Ayala, de WWF España, director del Proyecto LIFE Iberconejo, en el que participan entidades españolas y portuguesas con el objetivo de establecer las bases para mejorar la gestión del conejo de monte, una especie mediterránea clave.
Co-financiado por el programa LIFE de la Comisión Europea, LIFE Iberconejo cuenta con una inversión de 2’1 millones de euros y se lleva desarrollando desde octubre de 2021 para mejorar el estado de las poblaciones de conejo en la Península Ibérica, en aquellos lugares en los que está desapareciendo y, a su vez, reducir y prevenir los daños que causa a la agricultura.
En este proyecto toman parte un total de 16 entidades entre administraciones, el CSIS, grupos de protección de la naturaleza, universidades, federaciones de caza y agricultores.
Pérez de Ayala ha señalado que el informe es contundente. Para el estudio genético del CSIC se han recogido muestras de 2.000 conejos en toda la península y sólo uno resultó ser doméstico y dos híbridos (doméstico con silvestre): "Sabemos que se han soltado conejos domésticos muchas veces, pero éstos no duran nada en el campo porque no tienen el instinto de la naturaleza, de la huida y se los come cualquier depredador. Lo que tenemos en España son dos subespecies del conejo".
El experto reconoce que existe una franja de hibridación de las dos subespecies que coexisten en el medio naturalmente. Y precisamente esa franja es donde se produce el contacto entre las dos especies y divide el mapa de la península en dos partes bien diferenciadas.
Rechaza de plano que se trate de un conejo ‘gigante’, tal y como se le viene denominando: "Son más grandes porque en las zonas agrícolas afectadas los conejos están mejor alimentados, crecen más y también se reproducen más".
Ramón Pérez señala que en el proyecto "somos conscientes de que existe una problemática muy grave de daños porque las poblaciones en zonas agrícolas han subido mucho. Por ello, hay una parte del proyecto sólo dedicada a la prevención de daños, a encontrar soluciones para ver cómo se puede frenar".
Afirma que el problema viene determinado por la influencia del hombre en el paisaje: "Hemos alterado bastante la distribución de nuestro paisaje. Antes, las zonas agrícolas estaban mezcladas con las de monte, con unas densidades buenas de conejo y con muchos depredadores. Ahora el monte se ha cerrado por completo. En algunas zonas hay muchos depredadores pero no hay casi conejos porque no tienen qué comer, como es el caso de Extremadura, donde el conejo de monte prácticamente no existe. Pero en otras zonas agrícolas, como se han eliminado todos los linderos y son grandes extensiones, los depredadores no tienen dónde protegerse. Por ello, en el momento en que los conejos encuentran algún sitio par hacer una madriguera, al no tener depredadores, empiezan a reproducirse y por ello existen grandes explosiones demográficas".
Respecto al estudio de la Unión de Uniones, que asegura contar con un informe de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid -cuyos resultados no han convencido a los asociados según afirman en su propia página web-, el director del Proyecto LIFE Iberconejo ha recordado que "no lo han llegado a sacar nunca y a pesar de que llevan tres años con este estudio, no hay conclusiones al respecto". Sin embargo, "están haciendo correr la alarma de que son super depredadores".
A través del proyecto LIFE Iberconejo ha consolidado una red ibérica de observadores del conejo de monte. Para ello, se ha formado a más de 1.600 personas en metodologías de seguimiento de la especie. Desde el inicio del proyecto hasta mayo de 2025 se han impartido un total de 87 cursos prácticos dirigidos a administraciones, cazadores, agricultores y personas voluntarias de ONG conservacionistas.
En el caso de Castilla-La Mancha, se han organizado 17 formaciones en colaboración con la Junta de Comunidades, a las que han asistido cerca de 400 personas, entre ellas agentes medioambientales y técnicos de Guadalajara. Además, voluntarios del Grupo Local de WWF en Guadalajara también han participado en las formaciones que se han hecho para voluntarios de WWF, y han realizado muestreos de conejo en la provincia.
Con esta red de personas formadas, se han consolidado las bases para un seguimiento estandarizado, coordinado y a largo plazo del conejo de monte en la Península Ibérica. "Contar con datos sólidos sobre la situación del conejo de monte es básico para plantear medidas que permitan revertir su declive allí donde escasea, así como prevenir los daños a la agricultura o las infraestructuras en caso de sobreabundancia".
A pesar de que este interesantísimo y necesario proyecto finaliza en apenas un mes, desde WWF aseguran a esta Redacción que "el compromiso de las administraciones participantes es mantener ese seguimiento con criterios comunes".
Ramón Pérez de Ayala asume que la solución al problema es "muy complicada". Desde LIFE Iberconejo se están realizando pruebas para revertir esta situación en las zonas agrícolas afectadas. "La presión cinegética es una de las herramientas que funciona, pero matando muchos conejos no solucionas el problema porque los conejos se reproducen rápidamente y al año que viene tienes el mismo problema".
Por ello, apuesta por el uso de una "batería de medidas", desde la instalación de pequeños vallados, al fomento de la depredación a medio plazo creando parches de vegetación o posaderos, donde puedan criar los depredadores.
Asimismo, existen cultivos que son menos atractivos para el conejo, así como ahuyentadores o el uso de determinados abonos que les resultan desagradables: "Hay que buscar adaptaciones en cada uno de los lugares. Se pueden focalizar esfuerzos de control en épocas concretas pero no hay una solución única. Hay que adoptar muchas medidas dependiendo de cada sitio para encontrar el equilibrio perfecto porque una solución global es muy compleja".
El Decano de Guadalajara se ha puesto en contacto con Juan José Laso, presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG), para conocer su opinión. Si bien desde la organización nunca se ha afirmado que los conejos que asolan numerosos cultivos en la provincia sean 'híbridos gigantes', insiste en que habría que aclarar de qué tipo de especie se trata: "Habría que hacer análisis genéticos. Si es cierto que hay conejos de mayor tamaño, las administraciones tienen que aclarar si son híbridos o no. Son conejos que prácticamente aguantan todas las enfermedades, que en ciertas zonas de la provincia está aniquilando las cosechas. Tenemos muchas hectáreas afectadas porque ha habido una explosión de conejos. Tenemos un problema muy importante, muy grave y muy difícil de solucionar".
Para Laso, la solución no pasa únicamente por la declaración de la Comarca de Emergencia Cinegética: "La Administración lo cede todo a la caza deportiva y no es una solución. En gran parte de los términos afectados, como pueden ser Marchamalo, Cabanillas, Azuqueca, Alovera, Villanueva y Quer, los conejos viven en terrenos industriales y al lado de carreteras y ahí no se puede cazar".
Desde la APAG también se trabaja en la búsqueda de soluciones: "Es una solución difícil, estamos trabajando en ello pero la verdad es que este año ha explotado la población de conejos y está provocando importantes pérdidas. Los agricultores tenemos las manos atadas y vamos a ver qué soluciones se pueden buscar". Añade que "en algunos pueblos del sur de Guadalajara se puede cazar conejos todo el año, pero no es una solución porque llevamos 20 años con este problema".
Por ello, desde la Asociación se piden otro tipo de medidas, como la declaración de plaga en determinadas zonas de la provincia "para que se trate como a otras especies -ratas o palomas- y se puedan utilizar otros medios para regular las poblaciones".
En su opinión, una de las soluciones pasaría por la castración química: "Instamos a la Administración a que busque otros remedios. Hace años en Castilla y León hubo problemas con los topillos y se utilizaron algunos productos para controlar esa població. Estamos pidiendo casi lo mismo aquí, que se utilicen productos que les impidan procrear y se les haga estériles. Pero necesitamos soluciones urgentes ante el gran problema que tenemos".
El pasado mes de febrero, Laso, visitó varias parcelas afectadas corroborando que en ese momento existían algunas con más del 50% de daño, "en las que los conejos lo han devorado todo", insistiendo en que los agricultores insisten en que los animales avistados "son más grandes y morfológicamente distintos al conejo de monte, de siempre, y comen tres veces más, lo que ha convertido este problema en muy grave".
Además, desde la APAG se ha solicitado a ADIF y a los gestores de carreteras, como la autovía A-2 y la autopista R-2 en la provincia, "que se hagan responsables y controlen la plaga en sus infraestructuras, porque los conejos vienen de allí- hacen sus madrigueras en los taludes- y comen en nuestras parcelas".
Denuncia que en la Resolución en la que se declara la Comarca de Emergencia Cinegética en un total de 308 municipios de la región, no se ha tenido en cuenta los escritos que Asaja Castilla-La Mancha lleva enviando a la Consejería de Desarrollo Sostenible desde el año 2023, donde se relacionan “más de 40 localidades que están sufriendo daños por estos animales en sus cultivos y que no están incluidos en el listado". En el caso de Guadalajara, están incluidos en esta declaració, 25 municipios, la mayor parte de ellos en la zona de La Alcarria y La Campiña.
El vicepresidente de la organización regional, Manuel Torrero, ha afirmado que "hasta que no haya un control serio y riguroso de la especie, no se va a acabar con el problema. No sabemos cómo hay que transmitírselo ya a la Consejería, llevamos años diciéndole que hay que hacer controles exhaustivos en ciertas zonas de la región para evitar que se produzca año atrás año la situación que viven los agricultores".
En este sentido ha pedido un esfuerzo a las administraciones implicadas para afrontar el problema de forma conjunta y poner, de una vez por todas, soluciones. "Los agricultores no pueden cargar con la alimentación de los conejos, los seguros no son la solución y hay zonas que están al límite", señala Torrero.