Los Gigantes y Cabezudos, los primeros rondando una altura de 3,50 a 3,90 metros, con cabeza y manos realizados de cartón piedra o poliester en los más modernos y, en su interior, un armazón de madera apoyado sobre los hombros del portador, con pesos que varían de los 20 a 30 kilos, que se mueven para girar saltar, bailar, suelen representar a personajes de alcurnia.
Los Cabezudos, también con cabeza de cartón piedra o poliester, representan a personas más humildes, a veces hombres o mujeres populares en la ciudad.
Los Gigantes y Cabezudos tienen su origen en el medievo. En Guadalajara, se dicen aparecían en el siglo V en la procesión del Corpus, junto con la Tarasca, una figura mitológica monstruosa mezcla de dragón y serpiente, recuperada por la concejala Josefina Martínez el año 2004. Ya están documentados en nuestra ciudad en 1545, donde en los almacenes municipales se guardaban tres cabezas: una de enano y el San Cristobalón. En 1614, se escribe había cuatro gigantes: el Español, la Española, el Negro y la Negra. En el siglo XVIII, otros representando a la nobleza hispana, a monarcas y países lejanos. Así hasta 1900 con dos Gigantes y dos Cabezudos: el Chino, la China, Don Quijote y Sancho Panza. Luego aparecieron las figuras del Corregidor, el Guardia de la Porra y el Tonto. Más adelante, los Cabezudos del Negrito y La Visera Loca y Gigantes representando a esos países lejanos.
En 1760, Carlos III los prohibió en las fiestas religiosas. Guadalajara los recuperó a finales del siglo XIX y con variables que se pudieron producir en la época de la guerra, ya fueron definitivos desde 1947.
Por tanto la comparsa de Gigantes y Cabezudos de Guadalajara se puede considerar una de las más antiguas de España. En la actualidad, sale en las fiestas de Carnaval, Corpus Christi y Virgen de la Antigua, Patrona de nuestra ciudad. Está constituida por doce Gigantes y más de treinta Cabezudos, pero en la comparsa que sale sólo lo suelen hacer doce de ellos.
Los Gigantes representan a cuatro continentes: Asia, con el Chino y la China; África, con el Capitán Al Faray, que se dice fue fundador de la Guadalajara árabe, y la Princesa Elima, que se convirtió al cristianismo en el castillo de Brihuega; América con Moctezuma y la Malinche; Europa está representada por Alfonso VI, en su época se produjo la reconquista de Guadalajara por los cristianos, y por su esposa, Constanza de Borgoña. La nobleza de Guadalajara y personajes con atuendos populares de nuestra tierra se incorporaron en el año 2000, siendo yo alcalde, con los gigantes del Marqués de Santillana, la Princesa de Éboli, el Mielero Alcarreño y la Antigua, una mujer con la medalla de la patrona de la ciudad.
Los Cabezudos, ya hemos dicho que hay más de treinta, aunque sólo salen doce. Responden por sus figuras, cabezas y trajes a los nombres de El Mañico, El Bandolero, La Tetuda, La Española, El Moro, El Gordo (en recuerdo al actor Oilver Hardy), El Flaco (Stan Laurel), Don Quijote, Sancho Panza,....
Hay cuatro que merecen una explicación por separado. El Agapito, representando a la peña de dicho nombre y regalado a la comparsa por la misma y tres de personas populares que nacieron en Guadalajara o su provincia, vivieron en Guadalajara, aquí murieron y están enterrados sus restos, pero no su recuerdo, que resplandece en los días grandes de la ciudad, en la alegría de la fiesta con los niños y personas que los rodean acompañan o corren ante ellos.
La Follolla (que come pan y cebolla ), Gregoria Alguacil, que nació en Guadalajara a finales del siglo XIX. Huérfana de padre y madre, para vivir se dedicaba a coger todo lo que encontraba. Su figura, con la cabeza rodeada de un pañuelo para tapar una enorme verruga que tenía sobre su cara, llevando una cesta y un saco, en vida dio permiso al Ayuntamiento para, a partir de 1919, ser uno de los Cabezudos de la comparsa. Murió en 1925.
El Mangurrino, Antonio Romera Moreno, nació en Malacuera y cuando acabó la mili, se vino a Guadalajara, trabajando como albañil. Vivía por la zona de Budierca, le recordamos y es su figura de Cabezudo con un clavel en el ojal, un sombrero y una guitarra, que le acompañaba cuando cantaba. Le gustaba piropear a las mujeres, a veces les daba flores. Murió el 26 de septiembre de 1977 y su figura salió en la comparsa por vez primera el año 2001.
Pepito, José Montes, había nacido en Guadalajara en 1921 y murió en nuestra ciudad el 2 de abril de 2001. Frágil, de pequeña estatura, con la cabeza desproporcionada en relación con el cuerpo, tuvo durante muchos años, desde 1952, un pequeño quiosco en la plaza de Santo Domingo junto a Jovi, donde vendía 'chuches', caramelos, regaliz, cromos,… Vivía con su hermana, María, en la calle Manuel Medrano que visité varias veces por la amistad que nos unía. En su vivienda, tenía un altar a la Virgen de la Antigua, innumerables periódicos, fotografías, carteles electorales, estampas de vírgenes y santos,... En el año 2019 se incorporó su figura como persona muy querida de nuestra ciudad a la comparsa de Gigantes y Cabezudos y hoy recorre Guadalajara en esos días festivos con el ambiente alegre que la acompaña.
José María Bris Gallego. Funcionario del Estado. Diputado del Congreso con UCD (1979-1982) Senador con el PP (1986-2000) Vicepresidente de la Diputación Provincial (1983-1987) Alcalde de Guadalajara (1992-2003) Diputado Regional (2003-2011).