El combinado tuecho vive un momento histórico tras lograr el ansiado ascenso a la máxima categoría del fútbol sala femenino. Con Emilio Céspedes como nuevo entrenador y un bloque de jugadoras renovadas, la entidad prepara una temporada ilusionante en la que el gran objetivo será la permanencia
El CD Chiloeches sigue escribiendo páginas doradas en la historia del deporte provincial. Tras conquistar recientemente el billete para competir en Primera División de Fútbol Sala Femenino, el club afronta con entusiasmo y responsabilidad un año que marcará un antes y un después en su trayectoria.
“Para un club como el C.D. Chiloeches estar en la élite del fútbol sala femenino es un sueño. Llevamos muchos años trabajando para intentar llegar y este año lo hemos conseguido. Ojalá sea no solo un año, sino muchos en Primera División y todos podamos disfrutar”, señala Quique Jiménez, directivo y coordinador de la entidad.
El conjunto alcarreño, que cuenta con apenas 4.000 habitantes en su localidad, ha demostrado que con esfuerzo, trabajo de cantera y pasión se pueden alcanzar metas impensables hace unos años. Ahora, el reto es mayúsculo: competir de tú a tú con los grandes equipos del país y consolidarse en la categoría más exigente del fútbol sala femenino.
Para este ambicioso desafío, el club ha confiado el proyecto deportivo a Emilio Céspedes, nuevo entrenador que ya trabaja mano a mano con la directiva para perfilar la plantilla. La base del equipo que consiguió el ascenso continuará vistiendo la rojinegra, lo que permitirá mantener la química y el bloque que tantas alegrías dio la pasada campaña. Además, se sumarán incorporaciones con veteranía y experiencia en la categoría que aportarán ese plus necesario para competir al máximo nivel.
“Somos realistas, y el objetivo recién ascendidos no debe ser otro que la permanencia en la categoría. Además, con la dificultad añadida de haber finalizado el playoff a finales de junio y tener menos tiempo para planificar la plantilla, lo que implica que el mercado ya estaba avanzado. A pesar de ello, estamos muy contentos con la plantilla que se está formando”, añade Jiménez, consciente de que cada detalle cuenta en una temporada tan exigente.
El club también pone el foco en la afición, convencido de que el calor del pabellón puede marcar la diferencia: “La afición debe ser fundamental para nosotros. Cada partido será una final y necesitamos que los partidos en Chiloeches sean una fiesta y, a la vez, nuestro fortín para conseguir los puntos necesarios para lograr la permanencia”, subraya el coordinador.
El debut en Primera será un reto histórico para todos: directiva, jugadoras, cuerpo técnico y, por supuesto, una afición que ya sueña con ver a su equipo competir entre las mejores.
El Decano de Guadalajara te agradece la lectura de este artículo. Para seguir creciendo ¡COMPARTE!